Zimbabwe, en su último intento por poner fin al colapso en serie del dólar local, lo reemplazó con una nueva unidad llamada ZiG, que estará respaldada por una canasta de monedas extranjeras, oro y otros metales preciosos.
El gobernador del Banco Central, John Mushayavanhu, dijo en una conferencia de prensa en Harare, la capital, el viernes que el ZiG se lanzaría el 8 de abril a un tipo introductorio de 13,56 por dólar y un nuevo tipo de interés fijado en el 20%.
Eso se compara con el 130% de la antigua unidad, que era la tasa del banco central más alta del mundo. Los bancos convertirán sus saldos actuales en dólares de Zimbabwe al ZiG, dijo.
“Queremos una moneda nacional sólida y estable en este país”, dijo. “No ayuda imprimir dinero. Ciertamente, bajo mi supervisión, eso no va a suceder”.
Foto de archivo: Bonos en la capital, Harare, Zimbabwe, 28 de noviembre de 2016.
La medida radical es el sexto intento de Zimbabwe de tener una moneda local funcional desde 2008, cuando la inflación superó los 500 mil millones por ciento, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, dejándola sin valor.
El actual dólar de Zimbabwe ha perdido cuatro quintas partes de su valor en el mercado oficial desde principios de año, lo que la convierte en la segunda moneda con peor desempeño del mundo.
La caída de la moneda ha provocado que más del 80% de las transacciones se realicen en dólares y que la inflación se acelere hasta el 55,3% en marzo desde el 47,6% del mes anterior.
Se espera que la tasa de inflación disminuya entre el 2% y el 5% para fin de año como resultado de los cambios de moneda, dijo el gobernador.
El presidente Emmerson Mnangagwa insinuó por primera vez en febrero que su gobierno introduciría una “moneda estructurada”. Luego, el Ministro de Finanzas, Mthuli Ncube, dijo que podría estar respaldado por oro y el banco central pospuso su declaración de política monetaria para darle los toques finales al plan.
Mushayavanhu, quien asumió como gobernador del banco central el 28 de marzo –un mes antes de la fecha de inicio inicial– prometió regresar a políticas monetarias más ortodoxas.
“No vamos a participar en ninguna actividad cuasifiscal”, afirmó. “No tengo ninguna intención de hacer el trabajo de otras personas”.
