bienestar físico y mental, eficiencia energética, ahorro y sostenibilidad – .

ANA CALVO

Publicado · 3 de junio de 2024, 1:26 p.m.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1986

edificios saludables como aquellas “construcciones que sean ambientalmente responsables y eficientes en el uso de recursos, pero que también integren salud, bienestar y experiencia humana”. Sin embargo, casi cuatro décadas después de acuñar el término,

Salud y confort interior en edificios. Los europeos van muy por detrás, según datos del Barómetro de Edificios Saludables 2024 elaborado por VELUX.

«Uno de cada cuatro europeos vive en edificios donde la calidad del aire interior está por debajo de los estándares nacionales y más de 30 millones de ciudadanos se ven afectados por vivir en espacios demasiado oscuros, con un impacto negativo en la salud física y mental«, denuncian desde la firma.

Según estudios de la Universidad de Havard, la ventilación, la calidad del aire, la temperatura, la humedad, el control de polvo y plagas, la seguridad, la calidad del agua, la exposición al ruido y la buena iluminación natural en un hogar (y, por extensión, en los espacios de trabajo) son los nueve aspectos clave que se debe tener en cuenta para

considerar una casa saludable.

Almudena López de Rego, Arquitecta y Prescription Manager de VELUX Iberia, presentó las conclusiones sobre la

Barómetro de Edificios Saludables 2024 destacando que “iniciar un proyecto arquitectónico o emprender una renovación es una gran oportunidad para crear un espacio que no sólo sea sostenible en este planeta, sino que también beneficie a sus ocupantes”.

Los beneficios de vivir en un hogar saludable

Y está demostrado que vivir en edificios saludables no sólo

mejora la salud física y mental de sus habitantesque se sienten más resilientes y empoderados, también se adaptan mejor a sus necesidades diarias y, al cumplir estándares de construcción y gestión sustentables, son más eficientes, impactando estos beneficios en el medio ambiente y, también, en nuestro ahorro interno.

Tanto es así, que según el Barómetro VELUX, este tipo de edificios tienen “un impacto mensurable en la salud física y mental, con menos días de enfermedad y un mayor rendimiento en el trabajo y en el aula, incluido un aumento del 10-18% solo para

mayor exposición a la luz natural«.

Como destaca el Barómetro de Edificios Saludables 2024, estos deben ser “multifacéticos y no pueden entenderse centrándose exclusivamente en una dimensión o características individuales”, por lo que proponen un plan de acción a largo plazo que incluye cinco dimensiones interrelacionadas:

mejorar la salud física y mentaldiseñar para las necesidades humanas, llevar a cabo una construcción y una gestión sostenibles que sean resilientes y adaptables y empoderen a las personas.

Pero pasar de la teoría a la práctica no siempre es fácil y López de Rego también señala que “es responsabilidad del arquitecto

cuidar el bienestar de los usuarios en cada momento del día y la responsabilidad de los legisladores de establecer criterios tanto sanitarios como energéticos.

Tanto es así, que el plan que se impulsa tiene su objetivo final en 2050, pero comienza en el corto plazo: “es necesaria una acción política inmediata para introducir regulaciones que integren un enfoque multidimensional de la salud, la sostenibilidad y la resiliencia como componentes claves para la toma de decisiones”. procesos de toma de decisiones”, muestran las conclusiones del Barométro, que propone un decálogo de recomendaciones para

que los edificios saludables se conviertan en la norma e integrar la salud, la sostenibilidad y la resiliencia en las políticas de construcción.

 
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