Él amar y toda la experiencia alrededor representa un estado de satisfacción y realización personal que agrada a muchas personas en el mundo que se sienten protegidas y que encontraron una persona que los complementa. Pero lo cierto es que en la vida hay momentos en los que vemos muy lejana la posibilidad de encontrar el nuestro.
Para muchas personas sufrir diversos fracasos amorosos puede llevarles a una fuerte decepción y a no querer volver a apostar por el amor. En ese sentido, tenemos que hablar de un método que promete encontrar el amor en las personas. Este es el CCC (Cabeza, tu Corazón y tu Climax) que asegura que estos componentes deben alinearse para que puedas cumplir con un posible pareja y a la persona que cambia tu vida.
Estos son tres elementos que compiten por apoderarse de tu voluntad a la hora de tomar una decisión respecto al amar. Es importante escucharles para tomar la mejor elección posible, pero no siempre funcionan juntos, ya que son muy diferentes:
- Cabeza: esta parte del cuerpo Te dice que la persona que has notado es adecuada, si te atrae físicamente, es práctica, inteligente y educada. Además, te inclinará a decirte a ti mismo que tiene sentido juntarte con esa persona porque te ayudará y beneficiará tu estado emocional.
- Corazón: Siempre decimos si es importante escuchar nuestro corazón, pero para hacerlo es necesario hacernos preguntas como: ¿Podrías tener una conversación íntima con esa persona durante horas y interesarte por lo que dice? ¿Te sientes intrigado, inspirado o incluso asombrado por su presencia? ¿Te sientes respetado? ¿Te inspira suficiente confianza? Si todo esto te da un resultado positivo, lo sentirás como un aplastamiento en el pecho.
- Clímax: se compone de preferencias fisiológicas y sexuales que pueden anular incluso las mejores intenciones de los demás elementos. Al estar relacionado con el lado sexual, te preguntas si la persona que has conocido siempre podría hacerte sentir excitado o si te resulta sexy tener un encuentro. Aunque el Climax intentará defender tus necesidades físicas y sexuales, enamorarte sólo por el atractivo físico, sin tener en cuenta las sugerencias de la razón o los sentimientos, puede hacerte cometer graves errores.
