El médico vallisoletano que salvó a la niña con una aguja en el cerebro

Sevillano de nacimiento, vallisoletano de corazón y barcelonés de adopción, José Hinojosa Mena-Bernal (1967) es jefe del Servicio de Neurocirugía del hospital San Joan de Déu, situado en Esplugues del Llobregat (Barcelona) y especializado en pediatría, donde ha estado involucrado en toda una hazaña médica. Ha sido el encargado de liderar un equipo multidisciplinar de 22 profesionales en una operación sin precedentes que salvó la vida de Sara, una niña de 4 años a la que se le incrustó una aguja de un centímetro en el cerebro tras una cita en el dentista para tratarla. una cavidad

Hinojosa llegó a Valladolid con sólo un año. Desde su más tierna infancia tuvo claro que quería dedicarse a la medicina. Su deseo era “ayudar a los demás”. Estudió en el colegio San José de Valladolid, años de los que guarda muy grato recuerdo, especialmente de sus compañeros. En 1991 se licenció en Medicina y Cirugía por la Universidad de Valladolid. Tuvo una gran vocación quirúrgica y siempre estuvo fascinado por el estudio del cerebro, por lo que la neurocirugía pediátrica lo cautivó como disciplina desde el inicio de su carrera. Lo entiende como un servicio a los niños, a sus pacientes y también a sus familias.

Realizó la especialidad de Neurocirugía en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid y se doctoró en Medicina en la Universidad Complutense de Madrid. Ha desarrollado su actividad profesional fundamentalmente en el campo de la neurocirugía infantil, inicialmente en el Hospital 12 de Octubre donde estuvo más de 20 años, y posteriormente en el Hospital del Niño Jesús, también de Madrid, antes de incorporarse al Hospital de Sant Joan de Déu en Esplugues del Llobregat. Es especialista en neurooncología, cirugía craneofacial, médula espinal anclada, hidrocefalia, neuroendoscopia y cirugía mínimamente invasiva.

Este médico vallisoletano, que ha dedicado más de 30 años de su vida a la neurocirugía, admite sentirse “muy sorprendido” por el enorme impacto que ha tenido el caso de la pequeña Sara. Los hechos ocurrieron en mayo de 2023, sin embargo, fueron estos días cuando ocupó los titulares a nivel internacional. “Es un caso muy especial por lo poco frecuente de la situación, pero en realidad, en el quirófano todos los días realizamos cirugías similares a esta e incluso más complejas”, afirma.

Todo empezó con una visita rutinaria al dentista. Sara acudió acompañada de sus padres Josep María y Monstse para solucionar una caries. Su carácter inquieto y quizás el miedo a la aguja de anestesia hicieron que se moviera demasiado y la aguja terminó rompiéndose. La mala suerte quiso que se quedara alojada en el interior de la cavidad bucal y el dentista, tras varios intentos, no logró extraerla.

Se puso en contacto con el doctor Josep Rubio, jefe de cirugía maxilofacial del Hospital Sant Joan de Déu. La niña fue trasladada en ambulancia al hospital, donde ingresó. «Eso ocurrió un miércoles por la tarde y la cirugía para extirparlo estaba programada para el viernes por la mañana. Con la niña dormida, al realizarle un TAC en el quirófano para verificar la posición de la aguja, el doctor Rubio detectó que ésta había migrado hacia el cerebro a través del agujero oval, posiblemente por movimientos de masticación. , dice el Dr. Hinojosa que ese día tenía programada una cirugía menor en el quirófano contiguo. «Afortunadamente teníamos disponible este quirófano de alta tecnología que podía garantizar la seguridad durante la intervención. Entonces, inmediatamente, los diferentes especialistas se reunieron para planificar el abordaje quirúrgico”, continúa.

Hasta 22 profesionales de diferentes especialidades, como neurocirujanos, neurofisiólogos, cirujanos maxilofaciales, anestesistas, radiólogos, técnicos de rayos X, camilleros, auxiliares y enfermeras se reunieron en un quirófano donde ayudaron con la neuronavegación. “Fue una cirugía inesperada que requirió conocimientos muy específicos y un plan muy complejo”, subraya. La mayor dificultad que planteó este caso fue que ocurrió de forma inesperada y que el equipo médico apenas tuvo tiempo de planificar. «Tuvimos que improvisar sobre la marcha y hubo que organizar todo para tener toda la información para realizar la extracción sin complicaciones.

Es cierto que había un punto de emergencia, porque queríamos evitar, por todos los medios posibles, que la aguja siguiera migrando y eso pudiera complicarlo aún más. Una vez que todo estuvo bien fue mucho más fácil. Es algo excepcional que esto suceda pero en el campo en el que operamos estábamos en un ambiente normal. La cirugía en sí no fue de las más complicadas”, apunta con la humildad que caracteriza a los grandes. Al finalizar la operación, todos los profesionales que participaron estallaron en aplausos, fue un momento “muy emocionante” que sirvió para romper la tensión acumulada. Hinojosa destaca la dedicación y experiencia del equipo como claves para este resultado positivo. “Gracias a la implicación de un buen número de especialistas, todo salió perfecto”, afirma.

Hacer el pino al tercer día

Este médico destaca que se trata de un caso “completamente excepcional” y que no debería disuadir a nadie de acudir al dentista. «La cirugía pediátrica siempre tiene una complejidad añadida por la anestesia, las reservas de sangre y porque implica un cerebro en formación. El postoperatorio también es más complicado en los niños, sin embargo, Sara ha tenido una recuperación fantástica”, afirma Hinojosa, quien también señala que al tercer día de la operación la pequeña ya estaba haciendo el pino. «Su madre me preguntó si podía hacerlo. “Le dije que si no le hacía daño… no había ningún problema”, dice.

Actualmente Sara hace vida completamente normal y no tiene consecuencias. “Está completamente curada y para ella todo esto quedará en una mera anécdota, de la que sólo quedará la cicatriz quirúrgica que se esconde bajo el pelo”, subraya Hinojosa.

Este profesional vallisoletano tiene previsto regresar en un futuro próximo a su tierra natal, para participar como ponente en la XLVI Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología Pediátrica (SENEP) que se celebrará en Valladolid, entre el 23 y el 25 de mayo, días en los que Aprovechará también para visitar también los suyos. «Siempre que puedo vengo a disfrutar de mi ciudad. “Me gustaría poder ir más a menudo porque lo extraño mucho”, afirma.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV “Nunca me ha invitado a su programa” – .
NEXT ¿Qué cosas saben los gatos sobre sus dueños? – .