Es inaceptable que un miembro de la Fuerza Pública haga este tipo de acusaciones calumniosas que afectan el ejercicio de la libertad de prensa.
Foto: W Radio Colombia
Las acusaciones hechas esta semana por colegas de W Radio son serias. En un documento enviado a la Fiscalía, al que tuvieron acceso, el general Federico Mejía, hoy comandante del Comando Específico Cauca del Ejército Nacional, hace acusaciones temerarias. Frente al ente investigador afirma que la emisora recibió regalos a cambio de darle buena prensa a otro general. No aporta pruebas y, al ser consultado, dice que el documento fue manipulado. Es inaceptable que un miembro de la Fuerza Pública haga este tipo de acusaciones calumniosas que afectan el ejercicio de la libertad de prensa.
Mejía, en medio de una serie de acusaciones contra el general John Rojas, escribió a la Fiscalía que “el término ‘General de la Paz’ -en referencia al general (r) Rojas- nació de la manipulación mediática (La W) donde, a través de obsequios y otros elementos que le permiten generar propósitos personales, finalmente lo envalentonan a través de sus deseos perversos de alcanzar el poder sin importar la grandeza de la institución”. Más palabras, menos palabras, lo que Mejía afirma en ese documento es que los periodistas aceptaron sobornos para realizar una campaña publicitaria a favor del general Rojas. De ser cierto, sería un gravísimo fallo en la ética de nuestra profesión, así como un acto de profunda deshonestidad con el público. Pero Mejía no aporta pruebas. Lo que nos lleva a concluir que se trata de un intento de desprestigiar a los periodistas en el libre ejercicio de sus funciones.
En respuesta, el colega Julio Sánchez Cristo, director de W Radio, dijo que no conoce al General Rojas y que “si usted (Mejía) tiene manera de demostrar que el General Rojas nos dio algún regalo a cambio de llamarlo ‘General de’ Paz ‘Hoy dejo este programa’. Por su parte, el gerente general de Caracol SA y director general de Prisa Media América, Felipe Cabrales Urdaneta, afirmó que “estas acusaciones infundadas y calumniosas constituyen una clara violación a la libertad de expresión y afectan el buen nombre de los comunicadores de esta casa periodística. ”. Estamos de acuerdo.
Tanto el Ministerio de Defensa como el Ejército Nacional deben explicar al país y a W Radio lo sucedido, así como cuáles serán las responsabilidades que asumirá el general Mejía. Esta no es, por supuesto, una postura institucional, sino una disputa personal entre dos miembros de la Fuerza Pública, pero es importante que haya una respuesta contundente. Lo que está en juego son derechos fundamentales en un país donde no se puede tolerar ningún tipo de abuso o estigmatización. Acusar a los periodistas de traición, convertido en deporte popular desde el anonimato de las redes sociales, viniendo de un representante del Estado constituye una grave afrenta a la esencia de su legitimidad democrática.
Nos solidarizamos con los periodistas de W Radio y nos sumamos al llamado al General Mejía a dar respuestas a sus acciones poco delicadas. Como mínimo, debe haber un acto de reparación y disculpa. La libertad de prensa requiere que permanezca libre de estigmatización.
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