De Urdinarrai a La Plata, de estudiar medicina a defender Monte Longdon – Noticias – El Campo Hoy – .

*por Gustavo Gigena

A 42 años de la guerra mediante la cual Argentina intentó recuperar la posesión de las Islas Malvinas, existen miles de historias de veteranos de guerra que abandonaron el campo y fueron a luchar. En este 2 de abril, donde se recuerda y honra con cariño y admiración a todos los soldados que defendieron la patria en 1982, este es la historia de Raúl Denardi, un entrerriano del pequeño pueblo de Urdinarrai, que siendo estudiante de medicina y a sólo tres materias de graduarse, tuvo que embarcarse rumbo a las islas, cumpliendo su juramento de “defender la patria hasta perderla”. su vida.”

Criado en el campo de su familia, cuando llegó la época del servicio militar, Raúl inició su carrera médica en La Plata, así con sucesivas “prórrogas” otorgadas por la facultad, fue pasando el tiempo hasta que el deber cívico lo llamó. para la guerra de Malvinas. Y allí su vida se dividió en un bisagra decisivo.

“Cuando lleguemos a esta fecha creo que a todos nos pasa lo mismo, aunque vivimos todo el tiempo con Malvinas, es una situación especial dentro de nuestra cabeza y en nuestra forma de actuar porque Aunque hayan pasado más de 40 años, nunca nos desprenderemos de esta bisagra de la vida.”, reflexiona el doctor Denardi en diálogo con El campo hoy.

“Uno tiene que adaptarse porque la vida continúa y porque hay personas a nuestro alrededor a las que también tenemos que dedicar nuestro tiempo”. dice mientras su memoria comienza a conectar los episodios de 1982, que lo dejaron a los 26 años en uno de los escenarios más traumáticos del conflicto: el monte Longdon, el bastión de los últimos días de la guerra, por el que los británicos habían para hacer el mayor esfuerzo. de lo pensado para conquistarlo.

Son sentimientos que nunca desaparecerán, al contrario, con el tiempo aumentan, porque vivir una guerra es diferente a todas las experiencias que uno puede tener en la vida.

La experiencia de la guerra

Raúl dice que le tomó muchos años compartir y perfilar su experiencia en Malvinas, llena de escenas desgarradoras, cuyos detalles guarda para sí, pero que sabe que lo acompañarán por el resto de sus días.

“Son sentimientos que nunca van a desaparecer, al contrario, con el tiempo aumentan, porque vivir una guerra es diferente a todas las experiencias que uno puede tener en la vida, donde Los sentimientos por el país, la familia, los amigos se mezclan, y todo eso resurge en estos temas de ansiedad y estrés postraumático que aquejan a todos los veteranos en mayor o menor medida”, describe Raúl Denardi como médico.

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“Estuve en el Regimiento de Infantería 7 de La Plata, Compañía B, y de ahí me llevaron a Ezeiza donde solo tuve 23 días de entrenamiento. Fuimos con otros cuatro soldados que recibieron tan poco tiempo de preparación; “Nos dieron la mochila, el rifle y el casco y en Río Gallegos nos subieron al avión directo a Malvinas”, Raúl recuerda y confiesa que el único conocimiento que tenía sobre las islas era el que aprendía en la escuela primaria. “Hoy no tengo dudas, Malvinas es el único sentimiento que une al 99% de los argentinos con el ser nacional”.

Resistencia “feroz”

Raúl Denardi estuvo quizás en una de las batallas más estratégicas que marcó el inicio del desenlace del conflicto, ya que fue destinado en el grupo de Salud a la defensa del Monte Longdon, escenario de sangrientos combates contra el experimentado Tercer Batallón de Paracaidistas. El trágico desenlace de este enfrentamiento ocurrido entre el 11 y 12 de junio fue de 31 argentinos muertos, 210 heridos y 50 prisioneros, mientras que los británicos reportaron 23 bajas y 70 heridos.

No es que nos faltó coraje, pero bueno, no tuvimos los elementos suficientes para salir exitosamente de esa situación.

“Estuvimos en la batalla y luego también en el intento de recuperar el Monte y fue bastante complicado, hay cosas que se hicieron mal y que, sin ser soldado, me hubiera gustado que fueran diferentes, porque no es así. que faltaba coraje, pero bueno, no. Teníamos elementos suficientes para salir exitosamente de esa situación –recuerda Raúl-. Tenían una mira infrarroja en cada rifle, y nosotros no, solo nuestro rifle, así que vieron nuestros movimientos en medio de la noche”.

Por eso Denardi concluye que “fue simplemente una cuestión de sentido común, lo intentaron durante el día y fueron rechazados, y luego decidieron atacar por la noche, lamentablemente estábamos peleando con una de las potencias más grandes del mundo y por la noche , nos invadieron porque tenían todos los elementos para eso”. Sin embargo, “No les fue tan bien como pensaban, no es que vinieron a hacer un picnic y se fueron, no, encontraron una resistencia feroz, pero bueno, eran mucho más que nosotros en número, en tecnología y en estrategia”.

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Finalmente, Raúl regresó vivo al continente. En el audio completo que acompaña esta nota cuenta cómo fue ese regreso, qué significó ese regreso y su estrecho vínculo con el campo y su pasión por la ganadería “élite”, de la mano de la raza Angus. Allí se refugió y junto a su familia pudo salir adelante, formarse como médico y criar vacas de primer nivel.

Raúl Denardi, admiración por su servicio y homenaje vivo a los hombres de campo que fueron a defender la patria. Gracias.

*Periodista Agrícola, El Campo Hoy, Cadena 3.

 
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