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Una advertencia sobre lo que el futuro de la salud puede mantenernos -.

Una advertencia sobre lo que el futuro de la salud puede mantenernos -.
Una advertencia sobre lo que el futuro de la salud puede mantenernos -.

En los últimos meses, los brotes de sarampión Y hepatitis A Han activado alertas de en diferentes partes del mundo. Estas enfermedades, que hasta hace muy poco parecían estar bajo control, gracias a los programas de inmunización, hoy Resurgen como una consecuencia directa de la caída de la cobertura de vacunación. Esta realidad nos obliga a reflexionar sobre las prioridades en la prevención de la salud y la importancia de reclamar las vacunas como un recurso esencial para proteger a las comunidades de enfermedades totalmente prevenibles.

Las vacunas han sido sin duda una de las herramientas más efectivas en la de la salud pública. Han permitido la reducción drástica de la polioelitis y el control de enfermedades como el sarampión, la difteria y la hepatitis A, entre otros. Sin embargo, en los últimos años se ha observado una disminución en las tasas de vacunación, atribuida a varios factores: de las dificultades en el acceso al impacto de la información errónea en las sociedades que han olvidado los estragos que estas enfermedades pueden causar.

El sarampión, por ejemplo, es una enfermedad altamente contagiosa que puede tener complicaciones graves, especialmente en niños y personas inmunocomprometidas. El Organización Mundial de la Salud Ha advertido que para lograr la inmunidad colectiva contra el sarampión, es necesario vacunar aproximadamente el 95% de una población. Del mismo modo, la hepatitis A, que se transmite por el consumo de alimentos o agua contaminados, puede generar importantes problemas de salud y afectar la productividad en comunidades enteras al propagarse.

Las razones detrás de la disminución de la vacunación son múltiples, pero la verdad es que la falta de cobertura no solo pone en riesgo a los que no reciben la vacuna, sino también a toda la sociedad. La inmunidad colectiva llamada SO depende de una proporción suficiente de la población que se vacune para detener la circulación de virus. Cuando ese umbral disminuye, incluso ligeramente, las enfermedades altamente contagiosas, como el sarampión o la poliomielitis, encuentran un terreno fértil para propagarse.

Ante este escenario, es clave reforzar tanto el acceso como la comunicación en torno a las vacunas. Los sistemas de salud deben garantizar su disponibilidad en todos los sectores de la población, eliminando las barreras económicas y logísticas. Al mismo , es esencial intensificar las campañas de concientización para contrarrestar la información errónea y recordar que la vacunación no es solo un acto de protección individual, sino también un compromiso con la salud pública.

Es importante tener en cuenta que las vacunas son seguras y confiables. Por lo tanto, la seguridad de las vacunas es un aspecto fundamental en la salud pública, respaldada por un riguroso proceso de desarrollo y evaluación. Antes de ser aprobadas, las vacunas pasan por varias fases de ensayos clínicos que evalúan su seguridad y eficiencia, y son revisadas por autoridades internacionales de salud como la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) o EMA (Agencia Europea de Medicamentos) y como ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica). Una vez aprobados, continúan siendo monitoreados para detectar cualquier evento adverso. Aunque pueden ocurrir eventos adversos menores, los beneficios que contribuyen son significativamente más altos.

Además de proteger a las personas, la vacunación contribuye a la inmunidad colectiva, salvaguardando a aquellos que no pueden ser vacunados, como personas con ciertas condiciones de salud. La evidencia científica respalda la seguridad y la eficacia de las vacunas, y es crucial que la población reciba información clara y precisa para tomar decisiones informadas sobre su salud. La vacunación es un acto de responsabilidad colectiva que beneficia a toda la comunidad. Para obtener más información sobre la seguridad de las vacunas, puede consultar fuentes como Centros for Enfermedades y Prevención (CDC) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La historia nos muestra que la vacunación ha sido una herramienta fundamental en la lucha contra numerosas enfermedades. La inacción puede hacernos los logros. La salud de las generaciones futuras depende de las decisiones que tomamos hoy.

Infectólogo del Departamento Médico de MSD Argentina

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