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¿Dónde están hoy los gobiernos locales en México?

¿Dónde están hoy los gobiernos locales en México?
¿Dónde están hoy los gobiernos locales en México?

En México, el contexto a nivel nacional está marcado por desafíos complejos que difícilmente encontrarán una solución a corto plazo, como las presiones comerciales de los Estados Unidos, los conflictos migratorios y la violencia en gran parte del territorio nacional. Muchos indicadores revelan que las distancias y diferencias entre los estados del país están aumentando y complejos y, en ese sentido, hablar de un solo México es posiblemente un eufemismo en este momento. Por lo tanto, es esencial hoy reconocer la importancia de los gobiernos subnacionales, es decir, el estado y municipal, en la resolución de problemas locales que afectan la vida cotidiana de las personas y que pueden definir la fisonomía que el país adopta en el futuro.

Por ejemplo, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) de 2025, el 99% de la población de 18 años identificó algún problema básico en su ciudad. Los baches en calles y vías fueron el problema más mencionado a nivel nacional, con el 81% de las respuestas, seguidas de fallas y fugas en el suministro de agua potable (62%). Otros problemas latentes a nivel local fueron la iluminación pública insuficiente (57%), botellas frecuentes (53%), las fundiciones cubiertas por la acumulación de residuos (50%), las deficiencias del servicio de transporte público (42%), el descuido de los parques y los jardines (41%), las deficiencias en la red de drenaje público (40%), entre otros.

La proximidad de los gobiernos subnacionales con el territorio y la población les brinda una ventaja estratégica para diseñar e implementar soluciones concretas a las demandas locales, como la reparación de las carreteras, la modernización de la iluminación o la expansión de las redes de drenaje. Esta proximidad puede facilitar la creación de modelos más innovadores para la provisión de servicios públicos, sabiendo más precisamente las necesidades y prioridades de la población, así como las complejidades sociales, económicas y ambientales de cada localidad.

Por lo tanto, los gobiernos locales están bien posicionados para implementar soluciones efectivas adaptadas a las particularidades de su comunidad, algo que, debido a su naturaleza, estructura y alcance, el gobierno federal difícilmente puede hacerlo directa o eficientemente. Por ejemplo, la falta de cobertura o baja calidad de algunos servicios básicos son problemas que aún prevalecen en muchas partes del país, y que, aunque pueden tener un componente nacional, su solución depende en gran medida de las decisiones y acciones tomadas por los gobiernos locales.

La gestión de los gobiernos locales, por lo tanto, afecta directamente la vida diaria de las personas. Los municipios, por ejemplo, tienen la responsabilidad de ofrecer bienes y servicios esenciales, como agua, saneamiento, iluminación, calles, parques, jardines, limpieza y tránsito. Una buena o mala gestión de estos servicios tiene un impacto inmediato en la calidad de vida de la población. Como señaló el de Río de Janeiro, “… Los alcaldes tienen la posición política de realmente la vida de las personas, ya que pueden resolver los problemas cotidianos directamente, no figurados”. Lo mismo puede decirse de los gobiernos estatales.

Además, los gobiernos locales pueden comportarse con un mayor pragmatismo para a las necesidades de sus comunidades sin distraerse en debates polarizados como aquellos que han distorsionado la política en todo el país. Es decir, pueden centrarse en diseñar e implementar acciones prácticas para satisfacer las demandas locales sin el en problemas ideológicos que obstaculizan la búsqueda de soluciones viables. O como algunos políticos locales exitosos en el mundo han afirmado: “No hay forma de ala izquierda o derecha para recolectar la basura, reparar una carretera o arreglar una tubería, solo tiene que hacerlo y tiene que hacerlo bien”.

Es cierto que muchos argumentan que los gobiernos subnacionales carecen de recursos suficientes para satisfacer las necesidades de sus comunidades. Sin embargo, también es cierto que la autonomía financiera de los estados y los municipios es muy limitada, y la mayoría depende en gran medida de las transferencias del gobierno federal. Por lo tanto, y dado que la Federación no tiene o tendrá recursos adicionales a corto plazo, los gobiernos locales deben ser más proactivos, creativos e innovadores para movilizar los recursos propios y su capacidad de inversión.

Según IMCO, en 2023, solo el 16% de los ingresos de los gobiernos de las 32 entidades federativas fueron generados por las propias entidades a través de impuestos, derechos, productos, ventas de bienes y servicios, entre otros. El 81% provino de transferencias del gobierno federal. Además, entre 2015 y 2023, la autonomía fiscal disminuyó en 10 estados, siendo Guanajuato, Ciudad de México y Aguascalientes que experimentaron la mayor caída en sus propios ingresos.

Además, como señala la misma organización, “la autonomía fiscal limitada y la dependencia de los gobiernos estatales hacia los recursos de la Federación no solo se deben a sus poderes fiscales limitados. En 2023, solo 16 entidades cobraron el impuesto estatal por posesión o uso de vehículos, y solo 15 lo hicieron con el impuesto sobre la venta final de las bebidas alcohólicas”.

A nivel municipal, la situación es similar. En 2020, el 74% del ingreso municipal provino de transferencias del gobierno federal y los gobiernos estatales, según IMCO. Solo uno de cada cinco pesos de ingresos municipales provino de sus propias fuentes. Además, el impuesto a la propiedad, la principal fuente de ingresos de los municipios, se recauda por debajo de su potencial. Menos del 1% de los municipios del país contribuyen al 50% de la recolección nacional total de la propiedad. Y, como señala la OCDE, en México, la propiedad de la propiedad representa solo el 0.3% del PIB, mientras que el promedio en los países de la OCDE es del 1.9%. Esto limita la capacidad de los municipios para proporcionar servicios públicos fundamentales.

En ese contexto, en México es urgente poner más énfasis en el desempeño de los gobiernos locales y promover su capacidad para resolver problemas que difícilmente se resolverán desde el nivel nacional. Ante los múltiples problemas que enfrentan el gobierno federal, los gobiernos subnacionales tienen la oportunidad de liderar efectivamente la administración de sus regiones, a su debido tiempo los desafíos locales. Pero para tomar sus ventajas para resolver problemas directamente, es necesario que los gobiernos locales tengan la preparación, experiencia y capacidad necesaria para estructurar e implementar programas gubernamentales responsables, profesionales, sofisticados e innovadores. Algo que, excepto las excepciones, no abunda hoy.

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