Cambio radical para la movilidad de los jóvenes de Vigo ya que por primera vez podrán viajar sin pagar en el transporte urbano municipal. El Concello ha solicitado formalmente al Ministerio de Transportes la inclusión de Vitrasa en los descuentos previstos en el RD 1/2025 que fija su gratuidad para los menores de 15 años. La medida prevista a nivel nacional estaba pendiente de que las distintas entidades implicadas aportaran el desglose de la financiación, que en el caso olívico supondrá un desembolso extra de 280.000 euros por parte del Estado.
La medida entrará en vigor a partir del 1 de julio una vez finalice la última prórroga de los descuentos implantados en septiembre de 2022 y que incluyen los abonos gratuitos de Media Distancia. Ésta se prolongará durante todo el segundo semestre del año junto a la bonificación del 50% en las tarifas para los usuarios entre 15 y 30 años. En este caso el Concello solicita 287.000 euros para financiar a los usuarios de las PassVigo en las categorías “Estudiante” y “Universitario”.
Al mismo tiempo se mantendrá el descuento del 40% para las tarifas generales, repartiéndose a partes iguales entre el gobieno local y el estatal. Esta medida, que beneficiará a más de 10 millones de viajes durante todo el año, requerirá de 1,28 millones de euros adicionales.
El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, se congratuló de este acuerdo histórico en materia de movilidad. «Por primera vez se estalece la gratuidad total del transporte urbano para menores de 15 años y lo pagan el Concello y el Gobierno de España», reseñó. Por el momento se desconoce si habrá consenso para establecer el título de transporte único que integraría también al transporte de ría, rutas interurbanas o tren.
Aumento de los viajes del 17%
El impacto en el día a día de los vigueses sería notable, ya que entre las tres tarjetas bonificadas (Normal, Estudiante y Universitario) estiman un aumento del 17,5% para todo este ejercicio. De esta manera sería más económico el uso del transporte público para acudir a los centros de trabajo o estudio, grandes eventos como partidos del Celta o conciertos así como disfrutar del ocio nocturno.
Durante el pasado verano, las líneas que circulaban después de medianoche (N1, N4 y C1 nocturno) sumaron casi 40.000 pasajeros desde su estreno en junio como prueba piloto.
Nuevas ventas en transporte público a partir del 1 de julio / Ministerio de Transportes
La medida se une a la gratuidad total que ya disfrutan los pensionistas (de tipo I y II) así como las Personas de Movilidad Reducida (PMR) y sus acompañantes. En el primer caso el impacto de estas medidas es inexistente, por lo que solamente se espera un aumento en la demanda del 4% durante los próximos meses al tener ya 3,5 millones de viajeros anuales.
Tarifas actuales del Vitrasa a partir del 1 de julio de 2025
- Billete ordinario: 1,63 euros (se mantiene)
- PassVigo general: 0,67 euros (0,54 actualmente)
- PassVigo estudiante: 0,54 euros hasta los 30 años
- PassVigo universitario: 0,43 euros (0,42 actualmente)
- Los mayores de 30 años pagarán 0,51 euros
- PassVigo social: 0,55 euros (0,46 euros actualmente)
- PassVigo pensionistas (I y II): Gratuito. (se mantiene)
- Billete usuarios PMR en silla de ruedas y acompañante: Gratuito (se mantiene)
- PassVigo de cualquier tipo pero menores de 15 años: Gratuito
Futuro de la concesión
En su previsión de gastos el gobierno municipal también incluye los costes de las lanzaderas a la Universidad (1 millón de euros) y el Hospital Álvaro Cunqueiro (750.000 euros). En el expediente remitido al Gobierno también advierten que la actual concesión finaliza el 7 de julio, estando en trámite el expediente de aprobación de continuidad de servicio hasta que se adjudique el nuevo contrato. Su fecha de inicio está fijada para el 1 de enero de 2026 y tiene un coste de licitación de 468 millones de euros.
El anuncio previo publicado en el Portal de Contratación deja claro que las compañías interesadas deberán invertir una importante suma de inicio. “El contrato establece la obligatoriedad de acometer inversiones por un importe que la memoria económica estima en más de 69 millones de euros, inversiones que, en todo caso, no son susceptibles de ser empleados en el resto de la actividad productiva del contratista.