La Habana.— El Segundo Congreso Internacional sobre los desequilibrios mundiales, la urgencia de la paz y el desarrollo y la necesidad de un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI) quedó inaugurado este lunes, en esta capital, en presencia de Bruno Rodríguez Parrilla, miembro del Comité Político Mesa y Ministro de Asuntos Exteriores.
Ante líderes políticos, académicos y representantes de gobiernos y movimientos sociales de 25 países, reunidos en el Salón Sur del Capitolio Nacional, Carlos Fernández de Cossío, viceministro de ese organismo, y Oscar Luis Hung Pentón, presidente del Colegio Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC) les transmitieron el más cordial saludo además de invitarlos al debate sobre los desafíos de hoy, informó la ACN.
El vicecanciller señaló que la adopción en mayo de 1974, por la Asamblea General de las Naciones Unidas, de la Declaración y Programa de Acción para el establecimiento de un nuevo orden económico internacional, fue un esfuerzo justo y legítimo con vistas a comenzar a romper la cadenas impuestas durante cuatro siglos de colonialismo y neocolonialismo.
Destacó que los países capitalistas desarrollados han saboteado estos acuerdos desde su creación bajo el liderazgo de Estados Unidos.
Hoy enfrentamos, dijo, quizás con mayor comprensión, el desafío de la urgente necesidad de modificar las reglas y estructuras, de carácter injusto e ineficaz, que rigen la economía mundial, que perpetúan y han agravado las condiciones de subordinación, dependencia y subdesarrollo para la mayoría de los países del Sur y sus respectivos pueblos.
El Congreso nos brinda la oportunidad de examinar las extraordinarias e importantes decisiones de 1974 y hacerlo de manera crítica, tomando en cuenta las lecciones de las últimas cinco décadas, dijo.
Nuestro gobierno está profundamente agradecido con la Internacional Progresista, especialmente con su dirección, por el llamado, afirmó Fernández de Cossío.
Por su parte, Oscar Luis Hung Pentón afirmó que las agudas tensiones económicas entre Estados Unidos de América y China desde 2017, la pandemia de COVID-19 a partir de 2020, los conflictos armados en Europa y Medio Oriente, y el consecuente deterioro del multilateralismo, han profundizó una situación de crisis sucesivas y superpuestas a nivel internacional en un contexto general de redefinición de la hegemonía.
Como expresión de ello, señaló el presidente de la ANEC, la producción mundial se ha debilitado notablemente y han aumentado las tensiones y contradicciones en el sistema de relaciones económicas internacionales.
El congreso fue convocado junto a la Internacional Progresista, y en la inauguración sus coordinadores generales, Varsha Gandikota-Nellutla y David Adler, señalaron que 50 años después de que la Asamblea General de las Naciones Unidas imaginara un nuevo orden internacional basado en la equidad, la igualdad soberana y la cooperación entre todos los Estados, la situación de las naciones del Sur ha empeorado.
Por ello el llamado a los participantes en este foro, no sólo a mantener el diálogo iniciado hace un año en el Congreso inaugural, sino a agudizar el debate sobre hacia dónde se dirige la cooperación Sur-Sur y fortalecer la coalición que la persigue, a hacer propuestas y planes de acción tan ambiciosos como los esbozados por el Nuevo Orden Económico Internacional.
Luego de la jornada inaugural comenzó a reunirse el primero de los ocho paneles programados para estos dos días, el dedicado a evaluar el estado de la ONEI, con intervenciones de varios delegados, entre ellos el expresidente colombiano Ernesto Samper.
