El fenómeno de El Niño se está debilitando y diferentes modelos climáticos internacionales predicen la aparición de La Niña durante la segunda mitad de 2024, fenómeno que se ha presentado en más de una ocasión en los últimos años. favoreciendo condiciones de megasequía.
La probabilidad de que ocurra La Niña asciende al 60%, Cifra que da cuenta de la realidad del fenómeno, que produce ciertas anomalías, tanto en las temperaturas, como en el nivel de precipitaciones e incluso en el océano.
En esta etapa de transición, se presentan días fríos, e incluso con precipitaciones, y poco después días calurosos, marcando cierta inestabilidad climática.
Por ejemplo, para hoy En la Región Metropolitana se esperan hasta 30°C. Previsión similar para mañana, aunque el fin de semana las temperaturas volverían a bajar, alcanzando los 20°C o 21°C.
Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, explica que la señal más clara del desarrollo de La Niña es el rápido descenso de la temperatura superficial del Océano Pacífico Tropical que se ha registrado en los últimos meses. La zona 1+2, que define a La Niña Costera, ya presenta anomalías negativas desde hace aproximadamente un mes. Mientras que la temperatura en la zona 3.4, que define La Niña global, ha bajado alrededor de 1°C en los últimos dos meses.
Como el área del Pacífico Tropical afectada por La Niña es enorme, Sus consecuencias son globales. “El desarrollo de La Niña probablemente contribuirá a moderar las temperaturas globales. Los últimos 10 meses han sido los más cálidos jamás registrados a nivel mundial, y los últimos 11 meses han sido los más cálidos jamás registrados en América del Sur. El desarrollo de La Niña debería aliviar la temperatura al menos temporalmente, compensando en cierta medida el impulso del calentamiento global”, añade Cordero.
Pero además, explica el climatólogo, La Niña tiene efectos sobre las precipitaciones. “El enfriamiento del Pacífico y el desarrollo de La Niña hacen menos probable que este año sea lluvioso en la zona central de Chile. Por supuesto, No hay total certeza de que este año sea extraordinariamente seco, “Pero su desarrollo reduce las posibilidades de que, especialmente en el segundo semestre, 2024 en la zona central sea tan lluvioso como en 2023”.
Los extraordinarios récords de temperatura registrados en Chile, en el continente americano y a nivel mundial durante el último año Fueron el resultado del impulso combinado del calentamiento global y El Niño. “El desarrollo de La Niña hace menos probable que en los próximos meses tengamos registros de temperatura tan frecuentes como los registrados en los últimos meses”, afirma Cordero.
Considerando la enorme cantidad de efectos negativos que tiene El Niño, es muy muy difícil considerar que este evento sea benigno, considera el académico de la Usach. “Sin embargo, probablemente gracias a El Niño, 2023 Se acabó una larga racha de 14 años consecutivos con déficit de precipitaciones en la zona central”, señala.
“Probablemente gracias a El Niño no hubo riesgo desde la Quinta Región al sur de cortes de agua en ninguna ciudad de la zona central. Asimismo, gracias a El Niño, la primavera de 2023 fue la más lluviosa de los últimos 25 años en la zona central”, afirma Cordero.
Pero también es probable que El Niño Jugó un papel en los megaincendios de las dos últimas temporadas. “El efecto de El Niño sobre las temperaturas consiste en hacer subir el termómetro, lo que en verano ha acabado favoreciendo la propagación de los incendios forestales. Todos los veranos en los que hemos tenido megaincendios han estado marcados por El Niño Costero, como en 2017, 2023 y 2024”, apunta.
Considerando el gran número de vidas perdidas en la última temporada de incendios forestales, la más mortífera en un siglo a nivel mundial, “No creo que nadie extrañe a El Niño”.dice el climatólogo.
