La madrugada del 1 de mayo de 1982, a las 04:42, un avión Avro Vulcan bombardeó el aeropuerto de Puerto Argentino. El avión despegó de la Isla Ascensión, a 5.600 kilómetros de las Islas Malvinas. Fue detectado por los radares del Ejército y la Fuerza Aérea, pero no entró en el alcance de sus propios sistemas de armas antiaéreas.
A las 08:23, dos escuadrillas de aviones británicos Sea Harrier atacaron de nuevo, utilizando sus cañones de 20 mm y lanzando bombas sobre las instalaciones. Fue entonces cuando las armas de artillería antiaérea activaron sus sistemas y fueron derribados dos aviones Sea Harrier FRS.1: XZ 452 y XZ 453, del 801º Escuadrón Aéreo Naval británico.
Estas dos acciones de combate marcaron el bautismo de fuego de la Artillería Antiaérea del Ejército Argentino.
La artillería antiaérea en Malvinas se destacó tanto por su equipamiento y armamento con tecnología adecuada para la época, como por el alto nivel de entrenamiento y profesionalismo de sus integrantes.
En las islas se desplegaron GADA 601, Batería “B” de GADA Mixta 602 y Batería “B” de GADA 101; A partir del 1 de mayo, hicieron sentir su fuego contra los aviones británicos.
La artillería antiaérea era una amenaza real para la aviación enemiga; Los sistemas de detección y dirección de incendios eran objetivos de gran valor buscados por los aviones. Así lo afirman no sólo los miembros de las unidades que lucharon, sino también los miembros de las tropas británicas.
En Puerto Argentino, un Sistema Conjunto de Defensa Antiaérea compuesto por armas y radares controló y dirigió la mayor parte de las incursiones de nuestros recursos aéreos, brindó asistencia a la navegación aérea y posibilitó operaciones de búsqueda y rescate.
Estas acciones expresaron la valentía, el coraje y el amor a la Patria que tuvieron nuestros héroes artilleros de Malvinas.
