A veces se echa la culpa a la personalidad del niño, otras a que no descansa bien, a que no es muy bueno organizándose o simplemente a que necesita una mejor rutina. Estos son algunos de los razonamientos más frecuentes a la hora de reflexionar sobre niños distraídos, y lo cierto es que todos ellos son conclusiones factibles y muy comunes que explican estas conductas. Lo que les ocurre a este tipo de niños es que les cuesta más mantener la atención, es decir, mantenerse concentrados durante determinados periodos de tiempo. En cambio, lo que les sucede es que se aburren fácilmente, por lo que necesitan estimulación constante para concentrarse.
En estos casos, los padres pueden ser de gran ayuda para sus hijos a la hora de echarles una mano para mejorar su situación, orientándoles y guiándoles para que sean capaces de mejorar su concentración. Después de todo, es sólo una parte más de la paternidad. Apoyarlos en este proceso de aprendizaje será especialmente importante por el impacto que tendrá en sus últimos años, destaca la psicóloga María Fátima Seppi Vinuales.
¿Cómo ayudar a un niño distraído a concentrarse?
En el caso de los padres que quieren ayudar a sus hijos a mejorar su concentración y luchar contra su facilidad para distraerse, el especialista comparte una serie de recomendaciones que deben aplicar en su día a día para notar cambios. Eso sí, siempre respetando los ritmos individuales de cada niño y evitando centrarse en la parte negativa.
Consejos para ayudar a los niños distraídos
1
Crea una rutina y síguela. Esto representa una de las estrategias más importantes, ya que los ambientes organizados y predecibles son de gran ayuda para niños con problemas a la hora de mantener la atención, afirma la psicóloga. Esto se debe a la automatización de los procesos que se consigue.
2
Asegúrese de que el niño descanse adecuadamente. La clave para conseguirlo la tiene clara María Fátima Seppi: acostarse a la misma hora, llevar una alimentación adecuada y optar siempre por cenas ligeras. También se debe proporcionar al menor un entorno libre de ruidos y estímulos.
3
Subdividir tareas. Esto ayudará a que las tareas se divida en otras más pequeñas que requieran menos tiempo. Así les resultará más fácil seguir con ellos y, sobre todo, completarlos. Es decir, les resultará mucho más llevadero y les dará satisfacción ver cómo van progresando.
4
Diseñar un sistema para apoyar la memoria. Esto puede ser a través de alarmas, una agenda, notas adhesivas, estas son algunas de las recomendaciones que brinda el psicólogo. El objetivo es que el niño recuerde cuáles son sus responsabilidades y quehaceres.
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