El licor, bebida alcohólica obtenida por maceración, infusión o destilación de hierbas, frutas o especias, tiene un origen que se remonta a la Edad Media. Históricamente, los licores se derivan de hierbas medicinales, preparadas por monjes como los benedictinos en Italia desde el siglo XIII. Estas bebidas se consideraban remedios medicinales y se hicieron populares después de la peste negra, ganando notoriedad como elixires y bálsamos antes de ser reconocidas como licores.
Crear un licor casero Es una manera encantadora de preparar bebidas personalizadas con una amplia gama de sabores. El proceso generalmente implica infundir bebidas espirituosas con frutas, hierbas o especias y endulzar la mezcla al gusto.
La belleza de los licores caseros reside en su versatilidad; Puedes disfrutarlos solos, mezclados en cócteles o incluso como base para postres. Además, el proceso de elaboración de licores en casa puede ser un pasatiempo gratificante que ofrece infinitas posibilidades de experimentación y la alegría de compartir tus creaciones con amigos y familiares.
Ingredientes:
- 1 sobre de flan con 8 pociones
- 1 litro de leche
- 500 g de dulce de leche
- 250 cc de alcohol etílico, puedes sustituirlo por ron o vodka
Preparación:
Para empezar con esta receta licor casero vas a tomar una olla, vierte el contenido de un sobre de flan, luego el litro de leche, mezcla estos ingredientes y ponlos al fuego. En este punto hay que conseguir la consistencia del flan tradicional. Déjalo enfriar para continuar con este paso a paso.
Una vez que la preparación haya tomado forma, métela en la licuadora. Allí agrega 500 gramos de dulce de leche y 250 centímetros cúbicos de alcoholRecuerda que si no te apetece utilizar alcohol etílico, puedes utilizar ron o vodka.