Una mujer herida en un derrumbe en tramo letal de una calle habanera

Una mujer herida en un derrumbe en tramo letal de una calle habanera
Una mujer herida en un derrumbe en tramo letal de una calle habanera

La Habana/Al mediodía de este miércoles, una banda amarilla cerró el acceso al edificio ubicado en el número 425 de la calle Monte, entre Ángeles y Águila, en La Habana Vieja, donde anoche un derrumbe parcial dejó herida a una joven. De pared a pared, el edificio con el número 423 se había cobrado la vida de un hombre hace tres años, cuando una de sus paredes laterales se derrumbó.

“Aquí no podemos ni dormir, todos los que vivimos en este trozo de calle estamos en peligro”, dice 14ymedio un vecino que acudió al lugar para obtener información sobre la mujer herida. “No sabemos nada, hemos llamado al Hospital de Emergencias [General Freyre Andrade] pero dicen que no está porque no atienden pacientes de La Habana Vieja y tampoco tienen sala de traumatología”.

Los intentos de este diario por conocer el estado de la joven, a través de los números de información del Hospital Clínico Quirúrgico Calixto García, tampoco tuvieron éxito. Un video del momento en que fue evacuada muestra a la mujer desmayada y siendo subida a una patrulla policial ante la falta de una ambulancia que la trasladara. Este miércoles, entre los vecinos, su situación aún era un interrogante.

“Llevaba muchos días lloviendo y se podía oler la tragedia en el aire”

Con la puerta cerrada, la fachada en mal estado y el techo del portal apuntalado con gruesas vigas de madera, el edificio donde se produjo el derrumbe parece abandonado, pero en su interior todavía hay más de una decena de familias hacinadas en pequeñas viviendas. Desde hace años, los habitantes del barrio temían que se derrumbara una pared o uno de los pisos intermedios. Este martes parte de la pesadilla se ha hecho realidad.

“Lleva muchos días lloviendo y se olía la tragedia en el aire”, advierte un anciano que vive en la calle Ángeles. En diciembre de 2021, vecinos de los alrededores sintieron un estruendo y, al asomarse a sus puertas, vieron que la pared lateral del primer piso del número 423, que hace esquina, se había caído, llenando toda la calle de escombros. . Bajo esos ladrillos fue recuperado el cuerpo de un transeúnte que perdió la vida.

El tramo de la calle Monte donde se ubican ambas propiedades afectadas es una zona muy transitada y una de las vías comerciales más importantes de la capital cubana. A pesar de la señalización de “No pasar PNR” que rodea el edificio donde se produjo el último derrumbe, y de las imágenes del incidente que circulan desde hace horas en las redes sociales, el tránsito de vehículos y los pasos de peatones continuaron esta tarde. Por la avenida.

El balcón de la casa derrumbada está lleno de vegetación que ha crecido entre las grietas

Por encima de las cabezas de los transeúntes, el balcón de la casa derrumbada está lleno de vegetación que ha crecido entre las grietas y a través de las celosías. Los troncos de arbustos y la maleza se extendían por toda la terraza. En la fachada de la planta baja un colorido cartel anuncia “Reparación de móviles” y suele haber cola de gente esperando para acceder al servicio.

Tras el derrumbe anterior, hace menos de tres años, el edificio de la esquina, el 423, ha quedado sólo con una planta plana donde actualmente hay una pequeña venduta que expone sus mercancías colocada sobre una mesa en la puerta. Manchas de humedad suben por las paredes y columnas de todos los edificios de la manzana y en el aire el olor más persistente es el de aguas residuales.

Los vecinos de la zona temen que el deterioro esté ya tan avanzado que la reparación no sea una opción para propiedades, en su mayoría de la primera mitad del siglo XX pero que sufren décadas de abandono, falta de recursos para llevar a cabo la restauración y superpoblación. de familias de hasta tres generaciones, que han tenido que dividir el espacio con muros y barbacoas Estructuras improvisadas que han añadido peso a las estructuras.

En diciembre de 2021, 14ymedio Entrevistó a varios vecinos de edificios cercanos y habló con algunos de los habitantes de los números 425, 427 y 429 de la calle Monte. Aramirta Castán advirtió entonces que el peligro continuaba: “Aquí en mi comedor se están cayendo pedazos del techo, todo tiembla, parece que estamos en un terremoto”, lamentó la mujer, entonces de 77 años. “Ese portal está en el aire, todo esto se está cayendo”.

 
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