16 de junio de 2024, 9:00 a.m.
16 de junio de 2024, 9:00 a.m.
Hace unos días publicó un pequeño libro en el que identifica los problemas económicos urbanos de Santa Cruz de la Sierra. Con simple aritmética demuestra que la migración ha disminuido en intensidad, el caos vehicular se solucionará cuando se elimine el subsidio a los combustibles y que “no hemos tenido suerte” con nuestros gobernantes.
-¿Por qué tituló su último trabajo Metamorfosis?
Lo tomé del cuento de (Franz) Kafka, donde Gregorio Samsa se duerme como un ser humano y se despierta como un chulupi. Eso le pasó a Santa Cruz, nos dormimos como pueblo hace 50 años y amanecimos como una súper ciudad, llena de problemas, de desafíos; Esa es la metamorfosis urbana. Y el final de la metamorfosis de Kafka es triste.
-¿Qué objetivo persigue Metamorfosis?
Llevo años trabajando en temas económicos urbanos. Ese librito es el resumen de varios trabajos que hice y que se refieren a problemas que aún quedan sin resolver, que son cada vez más grandes y costosos, por la falta de atención de las autoridades, y la falta de capacitación del ciudadano.
Santa Cruz es la ciudad más sucia que conozco, es terrible. Y no es un problema ni para ricos ni para pobres, porque se puede ver a gente tirando un pañal desde una Land Cuiser (furgoneta), por ejemplo. Luego puse en contexto viejos problemas irresolubles.
Si realmente queremos seguir siendo competitivos, la locomotora de Bolivia, tenemos que solucionar el problema urbano con mayor o menos urgencia. Cuestiones como la congestión (vehicular), el policentricidad de la ciudad, los costos de tener una gran ciudad, que los defino con una palabra en inglés, extensión, una ciudad tan grande como las norteamericanas, donde sólo puedes desplazarte en coche.
En Santa Cruz no se puede andar en bicicleta, no es transitable a pie, en ningún sentido. Tenemos que superar esas cosas, porque hay otras ciudades que están haciendo ese trabajo y lo están haciendo bien.
-¿Qué consecuencias tiene esto para el ciudadano y para las autoridades?
El POA es el principal instrumento de planificación de las obras del gobierno municipal, pero en una economía de mercado más o menos dinámica, como la de Santa Cruz, basada en el agronegocio, las obras municipales sólo tendrían que ser una parte.
Los problemas del casco antiguo van en aumento porque las autoridades no lo entienden, unos quieren tejas y otros quieren asfalto. Pero la congestión del tráfico es lo que genera el mayor costo social a los ciudadanos, unos 40 minutos diarios que significan 1,5 dólares diarios, equivalente a 330 dólares al año, lo que equivale al 8,25% del PIB per cápita.
Y la causa del congestionamiento vehicular en Santa Cruz es porque hubo una política muy mala que se llama subsidio (al combustible), con gasolina barata que la gente ni siquiera apaga el motor (de su vehículo) cuando espera 10 o 15 minutos. que sus hijos abandonen la escuela.
El 60% de la gasolina se gasta en Santa Cruz. La subvención ha beneficiado enormemente a nuestro departamento.
-En tu libro dices que la migración se ha ralentizado un poco. ¿Tiene esto beneficios?
Aquí casi la mitad de la población es de fuera y todavía convivimos con cierta armonía y racionalidad. Eso se debe más a su gente que a las autoridades. De 2001 a 2022 la curva ha crecido, pero a un ritmo que tiende a estabilizarse en el 2%, pero desconozco las causas.
Quizás tenga algunas ideas preliminares, pero me parece interesante porque creo que Santa Cruz ya no da para que venga tanta gente y le vaya bien como antes. Pero si no vienen, el mercado se estanca y perdemos un poco de dinamismo. Pero también deberíamos ver el otro lado: no hay nadie más por venir; Han venido todos los paceños, orureños o chuquisaqueños que tenían que venir. Antes llegaba la mano de obra y ahora llegan profesionales y empresarios,
-¿Qué se debería hacer para cambiar estos problemas en la ciudad de Santa Cruz?
Necesitamos un poco de suerte con las autoridades. Un cambio en el que seamos tan libres para invertir como los paraguayos, pagando impuestos tan bajos, sin mantener una burocracia tan grande de más de medio millón de empleados públicos, es una locura.
Creo que Santa Cruz sí tiene el dinamismo económico, tiene el capital empresarial y humano para seguir creciendo; Es una ciudad resiliente, pero necesitamos un poco de suerte como han tenido otros países, un cambio importante en el sentido del ciclo macroeconómico que permita, en seis o siete años, estar mejor de lo que estamos ahora.
