Tras recibir el aviso, el Comando Operativo Policial (COP) intervino en la Comisaría 20, que tomó testimonio al taxista y dio aviso al Departamento de Delitos y Leyes Especiales.
Investigadores del crimen arribaron junto con Criminalística al lugar ubicado en las calles Arroz y Yerba Mate de la Colonia Nueva Esperanza. A decir verdad, el relato y los datos aportados por el taxista de 25 años a las investigaciones no tenían ningún sentido.
Era un turno que recién comenzaba, la cantidad de dinero recaudado y la zona no parecían corresponder al típico robo a taxistas. Hubo mucho ruido en la historia del joven.
Sin embargo, se ordenó el levantamiento de cámaras de seguridad y diversas tareas investigativas.
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El dueño del vehículo se acercó a la Comisaría 20 y pareció sorprendido.
Un dueño sorprendido
El dueño del taxi se acercó a la Comisaría 20 y aportó nuevos datos que generaron más sospechas sobre el historial del tachero.
El hombre dijo que el vehículo contaba con botón antipánico y cámara de seguridad. Además, agregó que desde el fin de semana el joven taxista no le pagaba la recaudación.
Esto levantó las sospechas al máximo y sólo quedó comprobar si funcionaba el botón antipánico y comprobar las cámaras del taxi, siempre que no estuvieran desconectadas.
El personal de Delitos siguió trabajando, pero ahora estaban más seguros de que la historia del robo caería como un castillo de naipes.
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El taxi en medio de la oscuridad de la noche del miércoles en la Colonia Nueva Esperanza.
El taxista se rompe
Cuando era joven estaba en la Colonia Nueva Esperanza viendo cómo el personal de Criminalística revisaba cada rincón del auto en busca de rastros del autor del robo, pero en medio de la faena todo tomaría un nuevo rumbo.
Una agente estaba retirando huellas de la manija de la puerta trasera izquierda cuando el taxista se le acercó y le dijo “no busques más, es todo mentira”.
El asombro paralizó al agente y los responsables del procedimiento inmediatamente se acercaron y escucharon el relato del joven que con cada palabra se le empezaba a quebrar la voz y terminaba llorando.
El taxista dijo que había sido un montaje que había realizado porque atravesaba una situación familiar compleja que lo había llevado a utilizar el dinero de la recaudación y como no sabía cómo explicárselo a su empleador, Había fingido el robo.
De esta manera, personal de Delitos concluyó la investigación y el operativo fue levantado en medio de constantes disculpas por parte del recolector de basura quien deberá resolver algunos asuntos con su empleador.
Al mismo tiempo, la COP tuvo que dar aviso de que la alerta por el robo a un taxista y la búsqueda de un posible autor eran ineficaces ya que todos los vehículos policiales estaban colaborando.
El taxi finalmente fue incautado en la Comisaría 20 hasta que concluyan las diligencias del caso.
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Luego de que el taxista admitiera que todo fue un montaje, el vehículo fue incautado en la Comisaría 20.
