Por Bettina Marengo
En medio del temblor en el Ministerio de Capital Humano de la Nación por el conflicto por los alimentos no distribuidos a sectores vulnerables, este viernes vienen a Córdoba los ministros del área social de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos. en el marco de una nueva reunión de la Región Central. La idea es conformar la Mesa Permanente de Políticas Sociales de la entidad, como ya se hizo con Seguridad con la presencia del gobernador santafesino Maximiliano Pullaro. Se habla del mismo esquema para el área de Educación. La foto reunirá a tres mujeres: Laura Jure, ministra de Desarrollo Social y Promoción del Empleo de Córdoba, María Victoria Tejeda, de Igualdad y Desarrollo Humano de Santa Fe y Verónica Berisso, de Desarrollo Humano de Entre Ríos. Es probable que el gobernador Martín Llaryora venga a compartir el encuentro, que también será en el propio Centro Cívico.
Nada es casual en política aunque en Córdoba buscan separar la agenda de la Región Central de la crisis en la que está sumida la “mejor ministra” del presidente Javier Milei, Sandra Petovello, cuyos colaboradores siguen siendo identificados. El viernes se fue Fernando Szereszevsky, jefe de gabinete y amigo personal del ministro. Lo ocurrido el viernes es “en cumplimiento de la integración, fortalecimiento y consolidación de la Región en todos los ejes temáticos”, comentó Carlos Massei, el secretario schiarettista de la Región Centro por Córdoba, mientras desde el Panal aseguran que no dejará actividad ningún documento crítico con la política social de Milei (o la falta de ella), sino una promesa de colaboración e integración entre tres provincias que buscan marcar un estándar federal y mostrar fortaleza como bloque. Sin embargo, un disparo por elevación.
En Córdoba no esperan nada del lado social de Milei, y desde el oficialismo destacan que la ONG Conin, a quien La Nación entregó el reparto de los alimentos cuando la Justicia tomó la denuncia del dirigente Juan Grabois, sólo ha dos locales en Córdoba: uno camino al Aeropuerto y otro a 60 cuadras. “No están preocupados ni preocupadas”, subrayó una fuente conocedora de las relaciones Nación-Provincia.
Lo cierto es que tras el fracaso -que Alfil informó por primera vez hace una semana- de la reunión de funcionarios cordobeses con el ahora ex segundo de Petovello, el despedido Pablo de la Torre, para plantear preocupaciones por el tema alimentario, parece Se ha diluido el interés de los cordobeses en intentar repetir un encuentro “que fue una pérdida de tiempo”. Para esa reunión, que fue hace tres semanas, Jure no pudo viajar y sí lo hicieron su adjunto Paulo Cassinerio y la ministra de Desarrollo Humano Liliana Montero. De la Torre les dijo que la Nación solo apoyaría ayudas individuales, como la Asignación Universal por Hijo. De ahí que el gobierno provincial entiende que Milei va a poner sus esfuerzos en la AUH, que el Potencial Trabajo que está vinculado a las organizaciones sociales se va a diluir por la inflación y que el aporte de alimentos no está en la cuenta de la billetera Pettovello. Es decir, la Casa Rosada va a tener un esquema similar al que tiene con obras públicas y transporte con alimentación y asistencia social, áreas en las que se quitó el peso de las inversiones y transferencias a las provincias con el objetivo de mantener su objetivo de déficit cero.
Aun así, Córdoba no firmó, la semana pasada, el pedido para que Petovello convoque al Consejo Federal de Ministros de Desarrollo Social (CoFeDeSo) que firmaron ocho provincias, entre ellas Buenos Aires, La Rioja, Formosa, Jujuy, Misiones, Santiago del Estero, La Pampa y Tierra del Fuego, con el objetivo de conocer las políticas públicas que la gestión de Milei quiere implementar en materia social. Tampoco Santa Fe, donde el radical Pullaro tiene una relación ambivalente con Milei, ni Entre Ríos, donde gobierna Rogelio Frigerio del amigo PRO.
En Panal no creen que los cambios en Capital Humano, con la salida de decenas de funcionarios, vayan a cambiar la línea fiscal. Lo depositarán, con reacciones mínimas. No por amor, porque en las conversaciones exteriores con la segunda y tercera línea del oficialismo, los funcionarios expresan su rechazo al modelo, sino por pragmatismo y resignación. Primero, porque están leyendo en las encuestas el apoyo popular que goza Milei en Córdoba; La segunda es porque lo que los cordobeses no exigen al Presidente, se lo piden a la Provincia, como en el caso del Fonid, o a los gobiernos locales.
