“Dejo el Consulado pero seguiré vinculado a Córdoba con proyectos artísticos” – .

“Dejo el Consulado pero seguiré vinculado a Córdoba con proyectos artísticos” – .
“Dejo el Consulado pero seguiré vinculado a Córdoba con proyectos artísticos” – .

Ignacio Martínez del Barrio Acaba de cumplir 62 años. Doctor en Historia del Arte en Italia, tiene además una Maestría en Derecho del Arte y profesor en la Universidad Complutensedonde ha impartido cursos de arte español, francés e italiano y de sociología del arte, su especialidad.

Inició su carrera consular paralelamente a sus actividades en la Universidad y suspendió el primer año porque no dominaba el francés (a pesar de que hablaba muy bien inglés, alemán e italiano).

Cuando finalmente falleció, pasó un año en el Escuela Diplomática de Madrid y de ahí a Ministeriopara hacer una carrera.

–¿Cuál fue el primer país al que fuiste?
-Japón. Fue un shock, yo era muy europeísta pero me animaron y me fui. Estuve allí cuatro años.

-¿Cómo fue la experiencia?
–Al principio fue difícil. Llegué sin hablar japonés y hace 30 años nadie hablaba inglés. Fue difícil para mí pero me adapté y terminó en una relación apasionada con la cultura japonesa. Allí comencé a coleccionar arte japonés.

–¿Ya coleccionaste arte?
–Sí, pero a pequeña escala y sobre todo el arte español e italiano. Me había especializado en arte español e italiano del siglo XVII. También coleccionó algo de arte contemporáneo. Pero en Japón descubrí otro mundo, aunque me costó entrenar la vista.

–¿Y después de Japón?
–Pasé cinco años en Viena, fueron fascinantes. Eran finales de los 90, el Telón de Acero acababa de caer, así que llegabas a lugares y todavía notabas la estética comunista.

-¿Y luego?
–Regresé a Madrid, estuve dos años. Salieron nuevas ofertas, pedí Vietnam pero me dieron Filipinas. Estuve dos años allí, es un lugar complicado. Todos los meses se producían desastres naturales y humanos. Fue un trabajo muy duro y estresante. Pero es un país muy interesante, con islas paradisíacas. El problema es la capital, que es una megalópolis contaminada, con un tráfico infernal y una pobreza terrible. Fue colonia española, luego pasó a manos norteamericanas. Entonces como historiador, y más historiador del arte, me dediqué a buscar los vestigios de la colonización española, que se conservan especialmente en las iglesias barrocas.

-¿Adónde fuiste después?
–A Frankfurt, cuatro años. Abrió un Instituto Cervantes muy importante y estaba ocupado con eso. Entonces, en uno de esos años, el Feria del Libro de Frankfurtque es la más importante del mundo, tenía a Cataluña como Cultura invitada y pude volver a mi pasión cultural.

–¿Y de ahí viniste a América?
–Sí, estuve en México como Asesor Cultural. Creamos el Casa Buñuel porque el cineasta se exilió en México. El Estado español adquirió la casa y la transformamos en un centro de cine. Fueron tres años súper intensos. Regresé a Madrid, luego a París, donde me pilló la pandemia. Y cuando se abrió nuevamente el concurso, pedí un puesto en Latinoamérica, lo más cerca posible de Buenos Aires porque la madre de Cesar, mi cónyuge, era mayor. Aparecieron Córdoba y Porto Alegre y no dudamos.

–¿Cuál fue tu primera impresión de Córdoba?
–Me pareció una ciudad con una arquitectura un tanto brutalista. El impacto de (Miguel Angel) Roca Creo que fue muy fuerte. Me gustaban mucho las montañas, el Estancias jesuitasel legado histórico.

–¿En qué está trabajando hoy el Consulado?
–Tenemos tres grandes bloques de trabajo. Por un lado, los 50.000 ciudadanos que tenemos registrados, a los que hay que atender: necesitan pasaportes, partidas de nacimiento, libros de familia y tienen varios problemas. Luego tuvimos que redoblar la apuesta porque hace un año y medio el Ley de Nietos (todo nieto y bisnieto de un español tiene derecho a la nacionalidad) y ha habido una auténtica avalancha de solicitudes.

-¿Cuántos?
–Hemos registrado 40.000 solicitudes. Y haber resuelto aproximadamente la mitad, ha sido un esfuerzo titánico. La ley se aprobó para dos años y ya han dicho que se extenderá hasta octubre de 2025. Hemos reforzado plantilla, pero es poco. Y sobre todo, y esto es un poco triste, la gente está muy impaciente, muy nerviosa.

-¿Por qué dices eso?
–En las redes nos insultan, se ha dado carpetazo al personal, han entrado a sus páginas y han publicado información privada sobre ellos. Han hecho calumnias y hasta comentarios homofóbicos. Y tengo que dejar esto muy claro: si hay algo que no consiento es que el personal de este consulado sea atacado con difamaciones y comentarios homofóbicos. Ese es un límite. La gente está trabajando al 200%.

–Hay nerviosismo generalizado.
–Sí, pero nosotros no somos el problema. No sé cuál es el problema y no soy yo quien para decir dónde está el problema. Estamos dando soluciones por eso pedimos que se acabe el abuso porque me parece muy injusto.

–¿Y el tercer bloque?
–Es cultural. El consulado no es sólo una máquina de fabricar papel, tiene que tener una proyección exterior. Normalmente tiene una función comercial que aquí no se da porque las fronteras y aduanas aún son muy limitadas, por lo que no hay mucho intercambio comercial. Por eso la proyección que he visto, y también por mi formación, fue en el ámbito cultural. tenemos el Centro Cultural España Córdobaun trabajo conjunto entre el municipio de aquí y el Aecid (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) con una programación muy interesante; un ciclo de cine español en el Cineclub y, en la etapa final, la exposición. El año pasado se cumplió el cincuentenario de picasso y algo había que hacer, sobre todo cuando descubrí que había dos obras suyas en el carafa. Esa muestra fue curada por Paulina Antacli y el eje fue vincular a Picasso con sus amigos que habían vivido en Córdoba: (manuel) del fracaso(juan) Larrea y (Rafael) Alberti. Y este año, al cumplirse cien años del nacimiento de Tápiesjuntamos ‘Tàpies y Zen’, vinculando el Informalismo argentino.

–¿Cuándo sale del Consulado?
–A finales de junio. Pero no me voy del todo porque han surgido proyectos en Córdoba y Buenos Aires.

-¿Cuál es?
–En Córdoba, también con Antacli, estamos trabajando en una exposición del artista informalista Ernesto Berra. Y el otro proyecto es con Fabio Egea.

–¿Y en Buenos Aires?
–Quiero hacer ‘De Ukiyo-e al manga’. La idea es hacerlo en Buenos Aires en 2026 y luego ver si lo podemos traer acá. Y el otro proyecto trata sobre los grandes maestros europeos del grabado.

DIGITALIZACIÓN. Hace un mes, el consulado empezó a digitalizar el registro civil de sus 50.000 ciudadanos.

 
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