Colombia quema tiempo en el pulso fallido de las papas fritas europeas

Colombia quema tiempo en el pulso fallido de las papas fritas europeas
Colombia quema tiempo en el pulso fallido de las papas fritas europeas

Todo debería ser, en teoría, más sencillo en la lucha entre la Unión Europea y Colombia por los aranceles impuestos a las patatas fritas de origen belga, holandés y alemán. Sin embargo, desde 2020, el país sudamericano ha utilizado toda su maquinaria diplomática para retrasar una disputa perdida ante los tribunales de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Un fallo de 2022 estableció que las barreras aduaneras colombianas a los productos congelados europeos eran incompatibles con las leyes comerciales internacionales. Y aunque la mayor parte de las variedades locales de papa no son aptas para elaborar la versión extranjera del popular alimento, y por lo tanto su comercialización no representa ninguna amenaza para los productores locales, el gremio de la papa y los responsables del comercio exterior han optado por aferrarse a la medida como una especie de escudo proteccionista.

Este jueves, Bruselas lanzó un nuevo llamado a consultas ante la OMC para evaluar el cumplimiento del fallo por parte de Colombia. Un mensaje que remueve las placas tectónicas de una disputa que se ha convertido en una especie de “batalla cultural” más que en una cuestión fundamental para un mercado que representa sólo unos 52,1 millones de euros anuales en exportaciones para la Unión Europea. Pero en la trastienda también está la sombra de McCain, el gigante canadiense que suministra un tercio de las patatas fritas que se consumen en el mundo. También es un actor con peso político, sindical y comercial en Colombia a través de su matriz Congelagro SA, una de las dos mayores comercializadoras de papa procesada del país.

Fuentes de la OMC aseguran que, en realidad, se trata de una batalla velada entre McCain y la Unión Europea. Y para respaldarlo añaden que la multinacional canadiense ha seguido de cerca una estrategia comercial que ya ha utilizado en Brasil, Sudáfrica o Nueva Zelanda, países que carecen de industrias sólidas de patata procesada. Dicen que mucho más que bloquear las importaciones, el objetivo final es acorralar la competencia. Joaquín Montes, experto en comercio internacional, destaca que la derrota colombiana ha sido abrumadora, pese a haber acudido a un mecanismo especial de arbitraje establecido por la OMC como alternativa al tradicional órgano de resolución de disputas, paralizado por la Administración Trump desde 2019.

El argumento de Colombia, que ha perjudicado a las empresas Mydibel (Bélgica), Aviko (Países Bajos) y Agrarfrost (Alemania), es que desde aproximadamente 2017 los alimentos congelados europeos se venden por debajo de su coste, una cifra injusta conocida en el argot como dumping. Para ese año, según el análisis oficial, las importaciones de las marcas de papas fritas investigadas se vendieron 34,1% por debajo de los precios de los productores nacionales. Ildikó Szegedy-Maszák, director de la maestría en Derecho Económico de la Universidad Javeriana, explica: “Colombia podría haber establecido un porcentaje aduanero para todo el mundo. Pero eligieron las empresas más importantes y establecieron márgenes del 44% para Holanda, del 8% para Bélica y del 3,21% para Alemania”.

Los problemas llegaron cuando los Veintisiete lograron demostrar que la fórmula colombiana para establecer el supuesto dumping mezclaba distintas variedades de patatas. El mecanismo internacional define que el precio de venta ponderado de un mismo producto en un mercado interno, en este caso la variedad denominada papas fritas, debe compararse con el precio de exportación: “Los europeos demostraron que los precios no estaban bien calculados”. ni los precios de exportación, y que, por un lado, se utilizó una fórmula aritmética y, por otro, ponderada”, afirma Szegedy-Maszák.

La papa, junto con el plátano y el huevo, fue el producto que más bajó de precio durante el primer trimestre de este año, según una encuesta realizada entre 400 personas por la firma de investigación de mercados digitales LookApp. Luego de una temporada de presiones inflacionarias sobre los alimentos, algunos rubros ya caen desde hace varios meses pese a los efectos generados por las sequías del fenómeno climático de El chico.

Boletin informativo

El análisis de la actualidad y las mejores historias de Colombia, cada semana en tu buzón

RECIBE EL

Según cifras de la Federación Colombiana de Productores de Papa, en 2022 se importaron al país unas 110.000 toneladas de papa francesa, y el año pasado la cifra se redujo en unas 70.000. Una noticia celebrada desde los sectores agrícolas pendientes de los movimientos globales. El razonamiento común es: las ventajas y subsidios de los agricultores europeos y las condiciones de comercialización de sus productos a través de grandes empresas en suelo colombiano representan una amenaza existencial para un sector cuyas exportaciones de todas las variedades apenas alcanzan las 3.000 toneladas. anual.

Colombia ahora enfrenta una presión cada vez mayor por parte de Bruselas. Con esto, a juicio del académico javeriano, la táctica elegida es mantener los aranceles violando las reglas y agotando todas y cada una de las herramientas de arbitraje disponibles: “El Gobierno acaba de impugnar hasta el 2027. Tres años más, mientras el Grupo especial de la OMC revisa punto por punto cumplimiento de fallo de 2022. Un tiempo razonable para marginar la participación europea en el mercado y dar un respiro a los políticos locales y otros actores internacionales incrustados en la unión, como MCcain, y su juego de alianzas y ataques en diversas jurisdicciones del tablero global.

Suscríbete aquí al boletín de EL PAÍS sobre Colombia y aqui al canal en whatsappy recibe todas las claves de información sobre la actualidad del país.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Lorenzo tiene ahora 28 años.
NEXT Milei salió a ratificar a Caputo y tratar de calmar el conflicto interno en Economía