Nusantara ni siquiera existe y ya es rival de Santiago de Chile para organizar los Juegos Olímpicos de 2036. El gobierno indonesio quiso adelantarse al proponer su futura capital, cuya construcción acaba de comenzar este año, para planificar instalaciones deportivas urbanas en una ciudad. que no estará lista hasta 2045, cuando se cumplirán cien años desde que Yakarta sea el centro político del país.
Se estima que la ciudad tendrá un coste final de 50 mil millones de dólares y su construcción servirá para acercar las decisiones gubernamentales al centro del país, restando importancia a Java respecto al resto del archipiélago, el más grande del mundo. mundo. El cuarto país más poblado del planeta registra importantes desigualdades sociales, y traer la capital a la isla de Borneo significa no sólo empleo y desarrollo, sino también una oportunidad de abrirse al mundo. Eso, por supuesto, sin considerar que Yakarta se está “hundiendo” rápidamente. El gran problema de Nusantara es que existen serios problemas de financiación para el proyecto.
“India no escatimará esfuerzos en nuestros esfuerzos por albergar los Juegos Olímpicos de 2036 en nuestro país”, dijo el primer ministro Narandra Modi en la Asamblea General del Comité Olímpico reunida en Mumbai. La sorpresa es que los Juegos se adjudicarán a ciudades, y no a países, y que esta vez la apuesta del país es por Ahmedabad, la ciudad natal de Modi, donde ya se encuentra el estadio más grande del planeta, con capacidad para 200 mil personas. y que lleva el nombre del… primer ministro.
Conocida como “el Manchester de la India” por su crecimiento industrial y su fuerte economía textil, la ciudad también es conocida como Karnavati. El debate interno determinará si gana la carrera interna contra las ciudades actualmente más desarrolladas, pero la idea es también promover el crecimiento interno para reducir las desigualdades en la inversión.
En rigor, los Juegos de 2036 deberían corresponder tradicionalmente a Asia. París, Los Ángeles y Brisbane llevarán la competición a Europa, América y Oceanía. Debería ser el turno de África, pero no hay solicitudes de ese continente. Por eso la opción de Doha es la favorita hasta el momento. Los jeques de Qatar han movilizado toda su influencia para prometer los mejores Juegos de la historia y van por delante en las predicciones. Sus ventajas son instalaciones que en su mayoría ya están construidas o planificadas. Su desventaja: el calor extremo, el mismo del Mundial que ganó la Argentina de Messi.
Muy por encima de Madrid y Estambul, que ya presentaron candidaturas que fueron derrotadas, pero pretenden insistir con nuevos planes. Aunque en la carrera europea Varsovia es fuerte y Berlín también, con un plan especial: celebrar el centenario de los Juegos de 1936, aquellos en los que Hitler estuvo en el estrado presenciando la consagración de Jesse Owens.
La Ciudad de México también quiere entrar en la disputa, aunque su cercanía a los Juegos de Los Ángeles en 2028 la hace muy remota. Chile tendrá entonces que preparar rápidamente sus planes si quiere entrar en carrera, porque la inversión, se estima, será diez veces mayor que la realizada para los Juegos Panamericanos, ya que buena parte de la infraestructura construida el año pasado no se pudo utilizar en la cita planetaria.
A la espera del balance final de los Juegos de 2023 y en medio de constantes pedidos parlamentarios y de Contraloría por el costo final del certamen y los salarios de los funcionarios que aún continúan trabajando, las posibilidades de Santiago para 2036 son, como señala el propio presidente Gabriel Boric. lo definió como “una invitación a soñar alto”.
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