A oscuras, sin techo y cientos de camagüeyanos cocinando con leña tras el paso de una tormenta

A oscuras, sin techo y cientos de camagüeyanos cocinando con leña tras el paso de una tormenta
A oscuras, sin techo y cientos de camagüeyanos cocinando con leña tras el paso de una tormenta

“Estamos muertos sin dolientes. Estamos con una mano atrás y otra delante”, dijo Olivia de Armas, una de las afectado por tormenta local severa que la tarde del viernes impactó en la ciudad de Camagüey y dejó a cientos de ciudadanos sin hogar, a oscuras y cocinando con leña.

A la odisea que vive como madre soltera “de repente se suman nuevas y peores calamidades”, añadió De Armas, con una lámpara en la mano, su hijo menor en brazos, la casa destruida por un poste y sus dos hijas mayores llorando de hambre en el barrio La Mosca, una de las zonas marginales más afectadas por el fenómeno hidrometeorológico.

“Gracias a mi prima, que vive enfrente, los niños y yo dormimos en una colchoneta y comimos el sábado. Ayer terminé de secar el arroz en la tapa de dos tanques y Encendí una estufa de leña en el patio“dijo De Armas, quien El domingo llevaba “casi 72 horas sin luz, y el poste dichoso, con transformador y todo, en el techo” y lo que queda de su casa.

Irene es otra de las madres afectadas. “Es imperdonable darle la espalda Casi 80 familias que perdieron el techo de sus casas y no tienen dónde refrigerar sus alimentos.“, dicho.

“La fuerza del aire levantó tres tejas y los gajos de un árbol derribaron la pared de una habitación. De milagro salvé el frío y la lavadora. El resto de electrodomésticos y las camas siguen mojados”, comentó, por su parte, Albert.

Otros vecinos corrieron peor suerte y lo perdieron casi todo, como Dalia y Cornelio, dos jubilados que, en medio de su desesperación, criticaron al Gobierno por “ayudar a los vecinos que viven en zonas recuperadas, en detrimento de Las localidades donde el tornado causó más daños. y que ni siquiera me han visitado”.

Clotilde señaló que su familia salaba algunos paquetes de filetes de tilapia, “a ver si duran y podemos comer algo”.

Según testimonios de los afectados, entre la tarde y la noche del pasado viernes Se produjeron varios tornados, granizadas y tormentas eléctricas. con vientos superiores a los 90 kilómetros por hora.

De las cuatro escuelas dañadas, sólo una recibió estudiantes este lunes. En el resto se estaban realizando trabajos y no se ha informado cuándo se reanudará la docencia.

En la Universidad, el Hospital Amalia Simoni, la Terminal de Ómnibus y el Aeropuerto Ignacio Agramonte, los fuertes vientos también causaron daños.

Se incluyen Vista Hermosa, Nueva Esperanza, El Retiro, Versalles, Jayamá, el Diamante, San Antonio, Salomé, la Guernica, Bella Vista, el elenco de Lenin, La Vigía, La Plaza Méndez, La Sambrana, Saratoga, La Norma y Las Mercedes. dentro de las comunidades afectadas y donde todavía hay árboles y líneas eléctricas en las calles.

La situación es más compleja porque Falta de combustible y otros recursos para los esfuerzos de saneamiento.especialmente en barrios con calles de tierra que permanecen inundadas.

Jorge Enrique Sutil, gobernador de Camagüey, pidió agilidad e indicó movilizar más personas para terminar lo antes posible. Dirigió “trabajar con mayor eficacia en las riberas de los ríos Hatibonico y Tínima, que constituyen el Principal riesgo de inundaciones en la ciudad.“.

Federico Hernández, primer secretario del Partido Comunista en la provincia, señaló que “los funcionarios políticos y de gobierno tenían que estar en el terreno, tomando decisiones y conversando con los afectados, especialmente en Los lugares que aún permanecen sin electricidad.“.

Según datos preliminares, existen Más de 800 daños, que incluyen decenas de viviendas con pérdida parcial o total del techo.37 transformadores disparados, 31 cables en el piso y tres circuitos dañados.

Hasta este lunes Se habían recogido 1.700 metros cúbicos de residuos sólidos que bloquearon avenidasla salida hacia la región oriental y el transporte por la circunvalación hacia Ciego de Ávila.

Según las estadísticas, los meses de junio, julio y agosto son los de mayor riesgo, porque durante ese período los vientos del sur y del norte confluyen en la parte central del territorio camagüeyano, generando fuertes tormentas.

Una nota emitida por el Centro Provincial de Pronósticos confirmó que la situación fue provocada por una vaguada en niveles medios de la troposfera, en combinación con el tránsito de una onda tropical y la inestabilidad generada por el calentamiento del día.

 
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