Con un profundo sentimiento de luto y respeto, el Ejército Nacional rindió homenaje la mañana de este 7 de mayo a los cuatro militares caídos en combate el pasado viernes 3 de mayo en la zona rural del municipio de Argelia, Cauca.
Los hombres que sirvieron a los colombianos fueron identificados como Jorge Fuentes, Camilo Molina, Javier Sosa y Jairo Urrego, militares profesionales que fueron despedidos con los más altos honores. Según la Fuerza Pública, luego del homenaje, los cuerpos de los militares regresarán a sus lugares de origen.
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Acompañados de autoridades militares y civiles, así como de sus compañeros de armas, los cuerpos de los militares recibirán el último adiós de sus familiares y seres queridos en sus municipios de origen. Este acto de despedida no sólo honra la memoria de los caídos, sino que también busca reafirmar el compromiso con los integrantes de las Fuerzas Militares del país.
“Acompañamos fraternalmente a cada una de sus familias, comprometiéndose a honrar su memoria en aras de la seguridad y tranquilidad del suroeste del país”, se lee en la publicación del Ejército Nacional, que compartió en X un mensaje de condolencias por el fallecimiento de los soldados.
Desde el 20 de marzo, el Gobierno nacional decidió suspender el cese al fuego con el autoproclamado Estado Mayor Central (EMC) de las FARC en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca. Esta medida se tomó en respuesta a un ataque perpetrado por ese grupo contra una comunidad indígena Nasa, que resultó en el asesinato de la líder indígena Carmelina Yule Paví. Desde entonces, la violencia en el suroeste del país ha empeorado.
En ese contexto, el viernes 3 de mayo un enfrentamiento sacudió el corredor Argelia, Cauca, cuando al menos 78 hombres de la unidad especial de la fuerza de despliegue rápido número 4 se enfrentaron a casi doscientos delincuentes del frente Carlos Patiño. Esos enfrentamientos provocaron la pérdida de cuatro soldados profesionales.
Durante aproximadamente 48 horas los cadáveres permanecieron en la zona, lo que provocó que el grupo guerrillero dijo que el Ejército se había “olvidado” de sus soldados. Según expresaron en su cuenta X, la Fuerza Pública no había recuperado ningún cuerpo y, supuestamente, fue el mismo grupo insurgente el que “se entregó a la misión humanitaria, ante el abandono y la descomposición”.
Sin embargo, el Ejército informó que el retraso estuvo relacionado con condiciones climáticas adversas, que complicaron las operaciones de rescate y acceso a la aldea Bolivia, en el municipio de Argelia.. No fue hasta la tarde del domingo 5 de mayo que los cuerpos fueron evacuados.
La institución militar explicó que, durante los combates, el comandante en tierra optó por esconder los cadáveres para proteger a los heridos, a los capturados y a los soldados de su unidad, facilitando una retirada defensiva.
Los disidentes del Frac mantuvieron su versión en la que señalaron que habían solicitado la mediación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para atender los cuerpos de los fallecidos. Sin embargo, Radio Caracol Reveló que el Comité Internacional de la Cruz Roja en Colombia no participó en la recuperación ni en la entrega de los cadáveres, contradiciendo las declaraciones del grupo armado.
Equitativamente, La tarde del 6 de mayo, otros dos militares murieron en similares circunstancias, en la vereda Golondrinas, en la zona rural de Silvia, otro municipio del Cauca. Según el ejército, esta brigada fue atacada con artefactos explosivos improvisados por miembros del grupo armado organizado residual del frente Dagoberto Ramos, perteneciente a la autoproclamada EMC.
