Argentina ya no está lejos de la autosuficiencia

El jefe de la DEA de Wintershall en el Argentina, reconoce las ventajas comparativas del país para la producción de gas natural y petróleo; tanto convencional como esquisto. Aprovecharlo requiere un impulso cada vez mayor: tanto para ampliar la conexión de infraestructura como en términos de las condiciones del mercado. Tras los avances del último año, Böckmann recuerda la necesidad de seguir ampliando la red de transporte en el norte así como conseguir revertir el flujo de envíos. Por otro lado, el CEO apunta a avanzar en las posibilidades de Asociaciones Público-Privadasque permitan y protejan la inversión privada.

Con motivo del 135 aniversario, Tageblatt argentino habló con el piloto de la DEA de Wintershall. El objetivo: conocer de primera mano qué futuro proyecta la empresa en una Argentina en proceso de cambio.

– Tageblatt argentino: Wintershall DEA cumple 45 años en Argentina. En diciembre anunciaron la venta de activos en todo el mundo con Harbour Energy por un valor de 11.200 millones de dólares. ¿En qué situación se encuentra? trato?

Manfred Böckmann: Según lo comunicado, se firmó una carta de intención. Esto incluye la venta de cinco unidades de negocio a Energía portuaria. Sede en Kassel y Hamburgo y algunas empresas con intereses rusos. Equipos de todas las partes implicadas han estado trabajando en el cierre desde principios de año. Esperamos que se produzca este año, pero siempre depende de las autorizaciones de cada país. En Argentina, por ejemplo, las regulaciones son diferentes a las de México o Egipto. La obtención de autorizaciones de cada país es una parte esencial de esta fase de integración.

¿Qué pasará con los activos de Winterhsall DEA en el país?

– ¿Qué significa el acuerdo específicamente para el negocio de Wintershall DEA en Argentina?

Esa es una pregunta que deberá hacerle a Harbor Energy al final del proceso. No me corresponde comentar sobre la orientación estratégica de Harbour Energy, ni hacia Argentina ni hacia ningún otro país. Lo que puedo decir es que, como Wintershall DEA, estamos presentes en Argentina desde hace 45 años y tenemos una larga tradición y reputación como socio confiable. Este es un legado importante para nosotros.

– ¿Cuáles son las mayores oportunidades para Wintershall DEA este año?

El sector energético y, en particular, el petróleo y el gas, retomaron una curva de crecimiento en 2023. Para nosotros, el año terminó en equilibrio. Este año lo cerraremos con un crecimiento importante, basado en ese crecimiento renovado. Todo el sector está en claro crecimiento. Las señales que estamos viendo ahora respecto al marco regulatorio son muy motivadoras. Y esto debería representar un impulso significativo, especialmente en el sector exportador del sector del petróleo y el gas.

– ¿Cuánto ha crecido específicamente el negocio de Wintershall Dea en comparación con el año anterior y cuál es la previsión de la empresa para 2024?

Hemos podido mantener nuestro nivel en los últimos dos o tres años. Este año, algunos de los grandes proyectos de inversión del año pasado darán sus frutos y darán un impulso adicional. El primero y más importante es el proyecto Fénix, que estamos ejecutando en el sur de Argentina junto con nuestros socios. Totalcomo operador y Energía Panamericana (PAE).

Comenzaremos la producción allí en el cuarto trimestre de este año. Por otro lado, también estamos produciendo en Neuquén –tanto convencional como no convencional, es decir, gas y petróleo de esquisto–, en Vaca Muerta.

El Proyecto Fénix

– ¿Qué significa específicamente “crecimiento renovado”?

Nuestra producción asciende a 59.000 barriles de petróleo equivalente por día, siendo el 92% gas natural. Sólo en gas, el año pasado participamos en proyectos que representaron entre el 20 y el 25% de la producción local de gas. Producimos 10 millones de metros cúbicos de gas al día.

Hoy somos el sexto productor del país. Esto corresponde a un promedio del 7% al 8% de la producción local de gas durante todo el año. Con el nuevo proyecto en el sur –Fénix– podremos aumentar este nivel en aproximadamente un 10% durante el próximo año.

Como se sabe, Wintershall DEA tiene una participación del 37% en el proyecto, que contó con una inversión inicial de 700 millones de dólares. A eso le sumamos nuestra producción en Neuquén -tanto convencionales como no convencionales, es decir esquisto gas y petróleo en vaca muerta. En definitiva, este año algunos de los principales proyectos de inversión de los últimos años darán sus frutos y darán el impulso correspondiente.

– Dije antes que vi señales motivadoras en materia regulatoria. ¿Qué otras señales hay que generan buenos sentimientos?

Nos alienta el hecho de que vemos una expansión continua de la infraestructura del sector. Esto comenzó antes del cambio de gobierno, pero ahora el nuevo gobierno lo está promoviendo fuertemente. Esto es bueno porque nos permite ampliar aún más nuestras exportaciones a Chile y Brasil, incluso exportar gas a bolivia en el futuro en lugar de importarlo.

Y aquí Argentina tiene una gran ventaja competitiva que aprovechar: los costos de producción del gas argentino son comparativamente bajos. Eso representa una gran ventaja comparativa. Otra es –como ya dije- que tenemos clientes naturales de gas argentino en ChileBolivia y Brasil. También veremos exportaciones de gas natural licuadoes decir, GNL.

Estoy convencido de que, en los próximos años, numerosas iniciativas que se han puesto en marcha en las últimas dos décadas en este sentido se harán realidad. Aunque este año, el Argentina Todavía tendrá que importar GNL para cubrir sus propios picos invernales y, como cada vez llega menos gas de Bolivia, el país ya no está lejos de la autosuficiencia.

– En materia de infraestructura. ¿Qué necesita Wintershall DEA a este respecto para poder aumentar no sólo la producción sino también las inversiones?

Lo que necesitamos es la ampliación de la red de gasoductos. Pero, en particular, la inversión del flujo de la estructura de gasoductos existente en el noroeste del país. Actualmente Argentina recibe cantidades cada vez menores de Bolivia para suministrar gas al noroeste argentino. Es necesario revertir el flujo de esta estructura de gasoducto. Esto requiere inversiones y, en principio, es una tarea del gobierno. Este se ha paralizado por la falta de inversión pública como consecuencia de los programas de austeridad del nuevo gobierno. Pero eso debe continuar.

En segundo lugar, necesitamos Asociaciones Público-Privadasque posibilitan la inversión privada en este tipo de infraestructura. Eso aceleraría enormemente muchas cosas. Especialmente si el transporte de hidrocarburos también podría ser promovido por inversión privada.

Por otro lado, necesitamos urgentemente un marco regulatorio y legal que permita el acceso a los mercados de capitales, su libre circulación y que posibilite ventajas fiscales para las grandes empresas. inversiones. Pero, más que nada, proteger estas inversiones. Esto es muy importante para nosotros: un marco jurídico válido a largo plazo. Ese es el factor decisivo.

Precios regulados en Argentina

– Una de las principales piedras de discordia de los últimos años ha sido el proteccionismo con el que Argentina ha protegido su mercado nacional de combustibles, sin alentar la inversión extranjera. Un proveedor paga un precio más bajo por el barril de petróleo en el país que en el mercado internacional. ¿Ha cambiado esto? Y si es así, ¿qué falta?

No. Seguimos trabajando con sistemas de subvenciones, sobre todo en el mercado del gas, pero también en el mercado de la electricidad. Incluso en el río abajo -donde no estamos activos-, la gasolina y el diésel también están fuertemente subsidiados. Sabemos por las conversaciones que estamos teniendo que se van a reducir los subsidios. Lo estamos viendo en áreas como transporte. Es el paso adecuado para permitir que transparencia de precios. No hay mercado libre mientras haya regulación de precios.

–¿Qué tipo de programa propone el Gobierno en este sentido?

Eso debe ser parte del Debate político. Evidentemente, no podemos ignorar el hecho de que el país está atravesando una importante reorganización. Hay grandes sectores de la población, especialmente los pobres, que ahora dependen de los precios subsidiados de la energía, así como de otros productos y servicios. Por eso es un decisión política.

Dicho esto, también es importante para nosotros –y por las mismas razones que mencioné antes– que los acuerdos existentes que hemos firmado con gobiernos anteriores, por ejemplo, se cumplan y no sean reemplazados por nuevos acuerdos más liberal de un día para otro. En otras palabras, todo el país se encuentra en medio de una transición de un sistema a otro. Y eso no ocurre ni se puede hacer de la noche a la mañana.

Creo que estamos en el camino correcto. Sin embargo, la palabra clave – para usar su frase – para nosotros es y será siempre la conformidad contractual, el respeto a la palabra comprometida. Esto es lo que nos da la perspectiva a largo plazo de que aquí en el ArgentinaTenemos condiciones de libre mercado con transparencia, como es costumbre en el sector energético internacional.

– Ante esta necesidad de estabilidad, ¿cómo vivió el fuerte conflicto entre los gobernadores y las provincias productoras de petróleo y gas con el presidente Milei en la previa a la nueva Ley de Base hace un mes?

Estamos presentes en dos provincias: Tierra de Fuego y Neuquén. Hay otras provincias como Santa Cruz y Chubut, que cuentan con una larga historia y una larga tradición. Y creo que al final es una competencia natural por recursos que son finitos. Más allá de eso, como empresa, poco tenemos que ver con esto, porque donde estemos, tenemos potencial de desarrollo para los próximos años y décadas.

– ¿Dónde abrirán nuevos campos este año?

Más allá de Tierra de Fuego y el Proyecto Fénix Como hemos mencionado, tenemos varios otros proyectos de inversión más pequeños destinados a reducir o evitar las emisiones. Por ejemplo, la electrificación de nuestras plantas mediante la instalación de centrales eléctricas angulares. Uno de los proyectos más interesantes está en la cuadra de San Roque, en Vaca Muerta. Hasta ahora allí sólo producíamos petróleo y gas de forma convencional.

La difícil tarea es desarrollar petróleo y gas de esquisto con nuestros socios. Total, Panamericano y YPF de esta licencia de gran tamaño. Sería un proyecto completamente nuevo y muy grande. Espero que en 2024 podamos dar un importante paso adelante en este sentido.

Fuente: Argentinisches Tageblatt