“Natalio Roldán me parece un personaje divertidísimo, y merecía ser ficcionalizado” – .

“Natalio Roldán me parece un personaje divertidísimo, y merecía ser ficcionalizado” – .
“Natalio Roldán me parece un personaje divertidísimo, y merecía ser ficcionalizado” – .

Raquel Espinosa publicó “El último viaje”. El encuentro de la novela con los lectores será este sábado, a las 20, en la librería Doce Letras, Caseros 870. Allí, en una charla enmarcada en la Noche de las Librerías y el Abril Cultural Salteño (https://abrilcultural. com.ar/eventos/noches-de-las-librerias/), el escritor se referirá al género de ficción y Sonia María Diez Gómez hablará sobre la obra publicada en diciembre de 2023 en el sello Ediciones BTU.

La tribuna contactó a la creadora, docente e investigadora para consultar sobre su nueva producción ambientada a finales del siglo XIX y este siglo, que tiene como escenarios la ciudad de Salta, Buenos Aires y la imponente región del Chaco, a partir de la experiencia de Natalio Roldán, quien se propuso navegar por el río Bermejo en un sorprendente proyecto que la escritora nacida en Campo Santo recupera y cifra a partir de la ficción.

¿Cómo surgió el proyecto de una novela con un personaje histórico?

El proyecto surge de las lecturas. No es una búsqueda que hice específicamente, sino que surge a través de lecturas que me llegaron, especialmente un libro de un antropólogo, Gastón Gordillo, a quien, de alguna manera, le rindo homenaje en la novela con uno de los personajes… Mientras Investigando por la zona de Anta encontré su libro “Los escombros del progreso” en una librería del centro, y me gustó mucho la apariencia que tenía. E incluye, entre varias historias, la temática de las ruinas de los barcos que había en la montaña, que pertenecen a varios exploradores; y uno de ellos es Natalio Roldán. Entonces combiné esto con lecturas que tenía de antes, que conocía. Pues tenemos toda la tradición de los navegantes y exploradores que quisieron hacer navegable el río Bermejo, desde Cornejo en adelante, la historia de Soria y otros intentos que fracasaron. Y en el caso de este hombre, hizo cinco intentos. Digamos que navegó en el Bermejo, pero no pudo sostenerse en el tiempo, y sus emprendimientos fracasaron; Sus barcos, los cinco que había adquirido la empresa, poco a poco fueron encallando, encallando y naufragando en el río. Me llamó la atención y comencé a investigar durante mucho tiempo la historia de este personaje. No es sólo el viaje que hace, sino que también me pareció interesante trabajar el tema de las utopías. La utopía de hacer del norte de nuestro país algo diferente.

Y en un territorio olvidado, en muchos sentidos, como el Chaco salteño…

Completamente. Y que actualmente sigue con esa marca, como si fuera un destino fatal que no puede o no quiere funcionar. Y supongo que se debe a otros intereses. Primero fue el ferrocarril, luego el transporte terrestre, y esa zona sigue, sigue aislada. Continuamos…

Dentro de la novela hay otra novela, ya anticipaste algo con el personaje del antropólogo, y también hay un historiador, un poeta…

Sí, casi no hay mujeres. En mi novela anterior “La tapada” la protagonista es una mujer. Y esta vez el personaje principal es Roldán, y la historia la cuentan otros personajes masculinos que, en realidad, son símbolos de que cualquier historia –y cualquier novela- nunca se construye sola, siempre se construye con la mirada de los demás. Por eso elegí al antropólogo, carrera que hoy tiene mucho peso a diferencia de otras épocas, el historiador –que siempre tiene que estar presente– y la mirada del poeta, del escritor, ese que con su imaginación lleva a otra cosa. Trabajan para un supuesto escritor. Las novelas –lo sabemos– no se hacen de la nada. Hay alguien que escribe y que firma y lleva consigo como un río toda la tradición de los escritores. Y en la escritura se marcan los rasgos de cada uno de esos otros que llamo “escritores fantasma”, y que participan y están alimentando la historia y que están alimentando la historia de los narradores principales.

Hay muchas voces…

Sí, hay muchos narradores en la novela. Incluso le doy voz al protagonista, Natalio Roldán, que me parece un personaje divertidísimo, y basado en un personaje real que además se salía de lo común y que merecía ser ficticio, digo…

Incluyes en el viaje a Genara, la mujer de Roldán…

Lo incluyo, sí. Genara aparece casi como en las historias que encontré sobre ella: como un personaje secundario, pero que la acompaña. Es decir, ella no es una protagonista, es una mujer que incluso es mencionada en algún momento histórico que presentó y que está ahí, como un personaje creado para acompañar a los hombres, y para demostrar que hay mujeres detrás de cualquier empresa. Y que aparezcan las mujeres que estaban en las barcas, que siempre se dice “es el viaje de Natalio Roldán, de Soria”, pero también estaban mujeres. Genara es un personaje que ayuda al personaje principal en los momentos más tremendos.

¿Se podría decir que es una novela histórica?

Sí, creo que es una novela histórica. Una novela histórica y no sé cómo clasificarla, porque yo no trabajaría en ella como crítico… Pero sí, diría que tiene tintes de historia. De hecho, he tratado de trabajar para que no haya anacronismos, que no sea un ensayo pero que sí tenga ciertos fundamentos, por eso en una bibliografía coloco textos que me han ayudado a fundamentar la historia de Natalio Roldán…

Y, al mismo tiempo, también es una novela sobre escribir, sobre cómo escribir una novela, precisamente…

Exactamente. Sí, eso también es algo que quiero mostrar. Hay algo que se enmarca dentro de la obra cuando se habla de talleres literarios. Te explico. Nunca fui a un taller literario, nunca trabajé con talleres, salvo en alguna participación efímera, pero hay mucha gente que trabaja en ello. Creo que este taller literario puede ser el taller físico –al que algunos asisten– y es el taller que puede ser lo que todo escritor arma cuando escribe ficción, encerrado en una biblioteca, por ejemplo. Eso ya es un taller para mí. Porque los grandes escritores argentinos, los clásicos, tenían su taller literario hablando con sus compañeros escritores, con sus amigos, o no tan amigos, que se dedicaban a escribir, y luego eso lo maceraban solos en su escritorio.

El siglo XIX y el siglo XXI están en tu libro, ¿cómo manejas el tema del tiempo?

Pues es el tiempo real de estas empresas y es para mí una etapa clave que vuelve a tener protagonismo hoy, cuando tanto se habla de la generación de los 80 y las primeras décadas del siglo XX. Son etapas que han marcado al país y siguen produciendo apoyos a favor y en contra de quienes desempeñaron un papel protagónico, tanto en el campo político como en el histórico y literario.

Los grandes escritores argentinos, los clásicos, tenían su taller literario hablando con sus compañeros escritores, con sus amigos, o no tan amigos, que se dedicaban a escribir, y luego maceraban eso solos en su escritorio”.

Presentarás el libro este sábado…

En realidad no será una presentación, será una charla. No será una presentación tradicional, sino una charla que daré no sólo para hablar de la novela en sí, sino del género. Sonia María Diez Gómez va a hacer una pequeña reseña. Leyó la novela, le gustó y regresará. Será en la librería Doce Letras, este sábado a las 20, en el marco del Abril Cultural Salteño y la Noche de las Librerías, sobre todo, rescatando a la librería como un lugar importante.

Hablando de librerías, ¿qué lugar le asignas a la cultura, a la literatura, en las sociedades contemporáneas?

Bien. Creo que está claro, incluso con los acontecimientos recientes, que no podemos prescindir de esos lugares fundamentales que son el origen de cualquier otra dimensión social. La educación y la cultura son los pilares básicos de la sociedad. Estos espacios y estos tiempos, creo, se construyen en base a esos pilares, se imaginan, se proyectan y forman la sociedad que queremos, y por eso me parece que son fundamentales…

Creo que está claro, incluso con los acontecimientos recientes, que no podemos prescindir de esos lugares fundamentales que son el origen de cualquier otra dimensión social. La educación y la cultura son los pilares básicos de la sociedad”.

Un trabajo creativo constante

Nacida en Betania, Campo Santo, Raquel Espinosa es una destacada docente, catedrática, investigadora y escritora. Sus ensayos académicos y novelas están ambientados en el noroeste argentino.

En 2003 escribe junto a Laura Gavasci “Un viaje a través de los textos”, una serie de lecturas literarias propuestas para la educación general básica 3 y polimodal, resultado de un trabajo de creación e investigación. Un año después publicaría otro ensayo, “Vivir en la frontera”, y en 2006 obtuvo el primer premio en la categoría ensayo en el concurso organizado por Cultura de la Provincia con “La antigua frontera de Oriente”.

Su novela más famosa, “La tapada”, se publicó en 2008. El texto de ficción mezcla historia y letras, mezcla genealogía con el género policial y emerge el amor, entre avaricia, crímenes y retratos de una de las épocas más difíciles que atravesó el país. .

Con el Consejo de Investigaciones de la UNSa lanzó “Impresiones periodísticas salteñas”. Publicó la novela “El tren fantasma de Mojotoro” en 2018. En 2021 recibió el primer premio en el Concurso Nacional de Microrrelato de la Academia Argentina de Literatura Moderna de Resistencia, Chaco, por “El regreso de la primavera”.

Durante la pandemia publicó “Salta, la ciudad, el campo y sus lectores”. Y editó una serie de cuentos en la colección “Palabras Mágicas” (2022-2023).

 
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