Los campesinos de la provincia de Santiago de Cuba ratificaron su compromiso con la producción de alimentos -asunto de seguridad nacional- y la defensa de las conquistas de la Revolución, en el acto provincial de saludo al 17 de mayo, fecha en la que se aprobó la primera Reforma Agraria. Se firmó la ley y se fundó la Asociación de Pequeños Agricultores (Anap), con sede en el municipio de San Luis.
Con la presencia de dirigentes del Partido, Manuel Falcón Hernández, Gobernador, y otras organizaciones políticas, sociales y de masas, una representación de estructuras campesinas de toda la provincia participó en un espacio para entregar certificados a los nuevos beneficiarios, la tarjeta que acredita a ocho agricultores como miembros del Partido y de la Unión de Jóvenes Comunistas, respectivamente; también de la Condición de Vanguardia Provincial a los municipios de Santiago de Cuba y Palma Soriano y la ratificación, por tercer año consecutivo, de Vanguardia Nacional de la Anap a San Luis, dados sus resultados sostenidos e integrales en el quehacer de la organización.
George Olivares Massó, presidente del Comité Provincial de la Anap, en las palabras centrales exigió “el levantamiento del injusto bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos a nuestro país, el cese de las guerras en Europa y Medio Oriente y la determinación del Gobierno de Santiago sector cooperativo-campesino con la elevación de los niveles de siembra y producción, para mitigar los efectos de la inflación.
La Primera Ley de Reforma Agraria fue una medida que radicalizó el proceso revolucionario cubano, al prohibir los latifundios y entregar la tierra a quienes la trabajaban, en línea con el Programa Moncada. La provincia indómita, escenario de las luchas de la clase campesina, ha consolidado su trabajo en la organización y se centra en el cumplimiento de lo dispuesto en la Ley de Soberanía y Seguridad Alimentaria y educación nutricional, aprobada por la Asamblea Nacional del Poder Popular.
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