La estadounidense María Alejandra Rincón tiene motivos suficientes para acompañar a los cubanos en la próxima marcha obrera del 1ro. de Mayo y, junto a ellos, mostrar su apoyo a la Revolución.
Nació en Cúcuta, Colombia, pero vive en Charlottesville, Virginia, Estados Unidos. En Estados Unidos desempeña funciones como trabajadora social, y su mayor pasión ha sido dedicarse a causas benéficas en defensa del pueblo de la Isla.
El año pasado, junto con otros dos colegas (uno de ellos Gail Walker, directora ejecutiva de la Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria (ifco-Pastores por la Paz), visitaron a los congresistas y senadores de su país, para ofrecerles información sobre los daños del Bloqueo económico, comercial y financiero genocida contra las Antillas Mayores.
«Fuimos a la oficina del senador Bob Menéndez, porque sabemos que se ocupa de relaciones internacionales y representa al Partido Demócrata (lo mismo que Barack Obama y Joe Biden). Por su origen cubano pensamos que sería sensible al tema.
«Los trabajadores en su oficina no nos dejaron pasar, y nos dieron innumerables excusas para que nos fuéramos, pero respondimos con nuestro derecho a ser escuchados, por ser ciudadanos y pagar impuestos para que estos funcionarios públicos reciban sus altos salarios. Nuestra decisión fue esperarlo.
“Luego llamaron a la policía, que nos retuvo varias horas en la cárcel, nos interrogó incisivamente, nos tomó huellas dactilares, fotografías y quiso acusarnos como delincuentes comunes”, explicó el activista.
María Alejandra Rincón afirma que quienes defienden la solidaridad con Cuba en Estados Unidos son tratados como delincuentes, y así lo demuestra también cuando cualquier estadounidense regresa a su país después de visitar la isla caribeña. “Los agentes de inmigración les hacen preguntas absurdas, les registran el equipaje y hasta les confiscan los teléfonos celulares y las computadoras portátiles, sólo por llegar del territorio cubano”.
Sin embargo, nada ha disminuido su posición sobre Cuba. «Sólo escuchar el nombre de esta isla me emociona, porque inmediatamente pienso en la belleza de los cubanos y su dignidad para defender las causas justas del mundo. Siento que Cuba es un gran ejemplo para construir un mundo posible diferente al que existe hoy. “Eso nos dice que el socialismo funciona”, subraya la joven, miembro de la xxx Brigada Che Guevara, que ha venido a Cuba para celebrar el próximo Día Internacional de los Trabajadores.
