¿Por qué no hay dinero en los cajeros automáticos en Cuba? – .

¿Por qué no hay dinero en los cajeros automáticos en Cuba? – .
¿Por qué no hay dinero en los cajeros automáticos en Cuba? – .

Otra de las muchas dificultades que tienen que afrontar los cubanos en la actual crisis económica es la falta de efectivo en la moneda nacional. Los bancos y cajeros automáticos no tienen dólares ni euros para cubrir las necesidades de liquidez de sus clientes, ni tampoco tienen que entregar pesos cubanos a pesar de que los depósitos bancarios de la población suman cerca de 90 mil millones de pesos.

“Hay dinero, pero no hay dinero” es la frase que se repite estos días y la que define otra de las muchas distorsiones del sistema monetario y bancario cubano –junto a los múltiples tipos de cambio, la diversidad de monedas y la inflación imparable —.

La escasez de billetes ha provocado la aparición de un mercado irregular que valora el dinero en efectivo. En marzo de 2024 se ofrecían alrededor de 120 CUP en una cuenta bancaria por 100 CUP en efectivo.

El Banco Central de Cuba (BCC) no ha podido imprimir la cantidad de efectivo que demanda la economía. La tarea es difícil dado que la cantidad de pesos que circulan se ha acelerado enormemente. Imprimir billetes cuesta recursos en divisas que el Estado no tiene para comprar alimentos, medicinas, petróleo o pagar sus deudas con los acreedores internacionales.

Datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) revelan el aumento desenfrenado de la cantidad de dinero. En 2018 había cerca de 59 mil millones de pesos en poder de la población. En 2022 el monto había crecido a más de 287 mil millones de pesos (4,9 veces).

Los datos históricos de 2000 a 2019 muestran que la cantidad de dinero en manos de la población (efectivo y cuentas de ahorro) creció a una tasa anual del 10%. En cambio, de 2020 a 2022 el crecimiento promedio de la cantidad de dinero se disparó hasta un 64% cada año.

Junto a la expansión excesiva de la masa monetaria, se ha producido un cambio sustancial en la composición que complica mucho más la tarea del Banco Central. En 2018 y 2019, la cantidad de dinero se distribuyó casi por igual entre cuentas de ahorro en bancos y efectivo en circulación. Pero de 2018 a 2022, la importancia relativa del efectivo dentro de la cantidad total de dinero creció extraordinariamente, pasando del 46% en 2018 a representar casi el 70% del dinero en manos de la población en 2022.

Factores que explican el aumento de la cantidad de dinero y la necesidad de efectivo

El desequilibrio monetario que produce la escasez de efectivo en pesos cubanos en bancos y cajeros automáticos se debe a una confluencia de factores. Se debe tener en cuenta tanto la oferta de dinero (emisión) como la demanda (necesidad de utilizar más efectivo). Los factores más importantes se enumeran a continuación.

Déficit fiscal

Los desequilibrios en el presupuesto de cualquier Estado (más gastos que ingresos) desestabilizan y generan problemas en la economía. En el caso cubano –en el que el Estado tiene un papel mucho más predominante y ha perdido capacidad y credibilidad para financiarse con créditos– los problemas que provoca son mucho mayores. Desde 2015, el Gobierno de La Habana comenzó a violar los límites de lo que se considera un déficit fiscal bajo (cercano al 3% del producto interno bruto). [PIB]) y aparentemente olvidó las experiencias inflacionarias de altos déficits fiscales en los años noventa.

Desde 2017, el déficit fiscal superó el 8% del PIB; En 2020 (aumentado por la pandemia) alcanzó el 17,7% del PIB y en los años siguientes se mantuvo por encima del 10% del PIB. Para 2024, se estima que podría estar entre el 15% y el 18% del PIB. El exceso de gasto público se financia mediante la emisión de dinero del Banco Central (monetización). Sólo de 2019 a 2023 se han emitido más de 250 mil millones de pesos para financiar el desequilibrio presupuestario del Estado cubano y para 2024 planean otra emisión de más de 140 mil millones.

Es diferente emitir dinero –que inicialmente puede hacerse a través de dinero bancario y digital– que imprimir billetes. A través de asientos contables, el Banco Central entrega recursos financieros al presupuesto, pero luego el dinero se utiliza para pagar salarios, pensiones, comprar alimentos para agricultores y contratar servicios para MiPymes, entre otras operaciones que en muchos casos implican la transformación futura del dinero bancario. en efectivo. Es entonces cuando surgen problemas con la disponibilidad de billetes.

En pocas palabras, el Gobierno imprime dinero de manera desproporcionada, pero no tiene los recursos para imprimirlo. No hay dólares para cubrir los costos de imprimir pesos.

Inflación

La persistente inflación de tres dígitos y la depreciación del tipo de cambio informal aumentan la necesidad de mayores volúmenes de dinero para comprar la misma cantidad de bienes, servicios y divisas. De 2019 a 2022, los precios habían aumentado más de 11 veces, lo que aumentó la necesidad de efectivo para hacer frente a las transacciones habituales de cualquier hogar.

Sector privado y economía informal

La economía cubana vive un cambio estructural tras la mayor apertura del sector privado y la multiplicación de las Mipymes. El sector opera con mecanismos de pago diferentes a los de la empresa estatal, en la que el efectivo es mucho más necesario para su funcionamiento. La economía informal también ha crecido en medio de escasez en los mercados formales. Debido a los tipos de cambio oficiales desactualizados, las Mipymes y diversos actores realizan transacciones cambiarias en un mercado paralelo a las casas de cambio y bancos, que opera en gran medida en efectivo.

Tarea de pedido

La reforma monetaria de 2021 implicó la desaparición del CUC y su sustitución por el peso cubano, lo que obligó a emitir e imprimir una cantidad considerable de pesos cubanos. Un efecto secundario fue la evaporación del 80% del poder adquisitivo de las cuentas bancarias, lo que dañó significativamente la confianza en los bancos. Aunque no es la única explicación, la falta de confianza también ayuda a explicar el cambio en la composición relativa de la masa monetaria a favor del efectivo y en detrimento de las cuentas de ahorro.

Denominación del billete

A pesar de la inflación y la mayor demanda de efectivo, el gobierno cubano se ha resistido a imprimir billetes de mayor denominación. El billete de mayor denominación es de 1.000 CUP, lo que equivale a menos de 3 USD según el tipo de cambio informal actual.

Costos de tecnología y transacción

La caída relativa de la demanda de cuentas de ahorro también se debe a los altos costos de transacción (colas, tiempo, viajes) para retirar efectivo de los bancos o encontrar un cajero automático con disponibilidad de billetes. Los retrasos tecnológicos que persisten en los sistemas de pagos digitales y la banca en línea (pese a esfuerzos oficiales y mejoras puntuales), así como la intermitencia de las telecomunicaciones son otras de las razones que tienen los cubanos para mantener el dinero fuera de los bancos. bancos.

Tasas de interés reales negativas

Este es un factor rara vez mencionado pero no menos importante. A pesar de una inflación muy elevada, los tipos de interés nominales de los bancos se han mantenido fijos. Lo anterior implica que, en términos reales, se trata de tasas sumamente negativas. Las personas pierden dinero por tenerlo en el banco, ya que su poder adquisitivo disminuye cada día debido a la inflación. Los bancos no han compensado las pérdidas de los ahorradores ajustando los tipos a la nueva realidad monetaria que vive el país. La política monetaria cubana, a diferencia de lo que ocurre en otras economías, no ha utilizado las tasas de interés como instrumento de control monetario, la demanda de dinero y la inflación.

El origen de la escasez de efectivo es el exceso de emisión de pesos para financiar el agujero financiero en las cuentas del Estado en momentos en que, además, hay una recomposición de la masa monetaria a favor del efectivo -debido a la expansión del sector privado, la economía informal, la desconfianza y las dificultades tecnológicas del sistema bancario. El exceso de emisión monetaria, a su vez, alimenta una inflación de tres dígitos y la depreciación del tipo de cambio informal, lo que amplifica la necesidad de billetes que el BCC no ha podido imprimir.

No satisfacer la demanda de efectivo no detendrá la inflación ni la depreciación del tipo de cambio ni la economía sumergida. Sólo hace que la vida de los cubanos sea más opresiva y añade otra fuerza recesiva a la actividad económica del sector privado. Una vez más, las soluciones apuntan a la urgencia de implementar un programa de estabilización macroeconómica de amplio alcance.

 
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