“Estoy feliz, contenta, ilusionada, trabajando y tranquila”, así definía Joana Sanz hace apenas unos días a través de las redes sociales su estado actual. Lo hizo justo después de que salieran a la luz fotografías en las que se la veía paseando de la mano de Dani Alves por Barcelona, en las que revelaban que la pareja había retomado su relación. La reconciliación de la pareja también la adelantó la propia modelo a través de sus redes sociales, con una imagen de su mano ligada a la del futbolista. Sin embargo, esta felicidad no es compartida por todos y la buena situación de la pareja ha hecho saltar por los aires la relación del deportista con su familia.
Desde Brasil hablan de este posible distanciamiento. Lo cierto es que el hermano de Alves, que se convirtió en el más acérrimo defensor del futbolista y azote de la modelo, no ha vuelto a hablar públicamente tras haber recriminado a su cuñada su actitud, a través de las redes sociales, cuando informó a sus seguidores del fin de su matrimonio. «Te voy a dar un consejo. Es bueno incluso para mí. Nunca esperes consideración, reconocimiento o lealtad de nadie. Tenemos que estar alerta, porque la misma persona que te hace un gran bien es la misma que mañana te tirará al suelo y te aplastará sin piedad”, escribió en ese momento.
Unas palabras que fueron acompañadas de unas imágenes del canario bailando en una discoteca. «Señoras y señores, ésta es la digna Joana Sanz, que sufre mucho con la muerte de su madre. Incluso ella sigue de luto y por si no fuera suficiente para aumentar el dolor, su marido es detenido acusado de violación”, comentó también. Siendo así, no sorprende que el acercamiento con Joana haya provocado un distanciamiento entre los hermanos.
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