Las figuras impresentables de Chile en el Día Internacional del Libro – .

Las figuras impresentables de Chile en el Día Internacional del Libro – .
Las figuras impresentables de Chile en el Día Internacional del Libro – .

El principio de inclusión es mencionado tres veces en la Política Nacional del Libro y la Lectura 2015-2020, aunque el año pasado denuncié públicamente que durante 2022, de 8.288 títulos publicados, solo uno estaba escrito en Braille. El concepto de inclusión aparece ahora diez veces en la nueva Política Nacional del Libro, la Lectura y las Bibliotecas, lanzada por el presidente en La Moneda el 6 de abril de 2023. Sin embargo, en el nuevo Informe Estadístico del ISBN, que acabo de recibir, la suma de Los libros en braille que aparecen durante todo el año 2023 son iguales a cero.

La noción de culturas o pueblos originarios está explícita trece veces en la Política del Libro y la Lectura 2015-2020, pero del total de libros publicados en 2022, solo 10 son traducciones del español al mapudungun y solo 3 del mapudungun al español. La expresión pueblos indígenas es mencionada catorce veces en la Política del Libro, la Lectura y las Bibliotecas 2023-2028; Sin embargo, durante 2023 las traducciones del español al mapudungun cayeron a 6, y las del mapudungun al español desaparecieron.

Los trabajadores se mencionan una vez indirectamente en el documento de 2015; en 2023, nunca. Esta omisión está en línea directa con el horario promedio de cierre de las bibliotecas en Chile: 4:30 pm de lunes a viernes. ¿Cómo accederán a ellos quienes trabajan para vivir, salvo algunas excepciones? ¿De qué equidad se habla si las comunas más ricas ofrecen a sus vecinos 25 veces más libros que las comunas más pobres? ¿Por qué el Estado no invierte en los territorios más humildes? ¿Cómo podrían quienes dependen de un salario mínimo adquirir un texto para sus hijos en un país que tiene, desde 1976, el impuesto a los libros más alto del planeta?

Treinta y ocho veces el documento de 2023 habla de género/mujeres, aunque las brechas son visibles tanto respecto del acceso al libro como respecto de la presencia de autoras en las lecturas de referencia de los programas escolares. Comentario aparte merece el hecho de que, en 82 años, sólo cinco veces el Premio Nacional de Literatura ha sido otorgado a una mujer, y que la ley ha excluido durante décadas a la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) del jurado. , a pesar de que esta entidad fue la fundadora del premio y fue declarada por el Estado como la organización más representativa del gremio en el país. Que las autoridades expliquen, junto a esto, por qué el Bibliometro, “la biblioteca pública más grande” del país, muestra en su catálogo sólo 8 entradas de Diamela Eltit y sólo 2 de Marta Brunet, en circunstancias que ambas creadoras han sido distinguidas con el Premio Nacional.

El concepto de industria del libro aparece veintitrés veces en el texto de 2023. Pero lo cierto es que en el último Informe Estadístico del ISBN sólo figuran 9.298 títulos publicados ese mismo año, y, además, con una tendencia a la baja en el número de ejemplares: mientras que en 2015 la tirada mínima (1-500 ejemplares) representaba 50, 22% del total, en 2023, apenas 8 años después, ese indicador ya equivale al 61,13%. Para apreciar el horror de estas cifras, recordemos que la población actual asciende a 20 millones de personas. Seamos optimistas e imaginemos el escenario extremo en el que efectivamente se hayan vendido todos los ejemplares de cada título publicado: a razón de 250 ejemplares por obra, el máximo posible así fantaseado indica que durante todo un año un libro habría alcanzado sólo uno en diez habitantes. La palabra industria, por supuesto, es un lamentable eufemismo oficial.

Se hace referencia a la descentralización una vez en el documento de 2015 y tres veces en el documento de 2023. Sin embargo, el nuevo Informe Estadístico del ISBN establece que el 77,53% del total publicado corresponde a la Región Metropolitana, mientras que 8 regiones presentan una participación menor al 1% del total publicado en el país.

No se menciona la concentración editorial, ni en la Política del Libro de 2015 ni en la de 2023, pero cabe señalar que mientras en 2020 las dos editoriales con mayor número de publicaciones representaban el 8,36% de las 120 editoriales contabilizadas, en 2023 su participación en la global cifra es del 15,81%.

Once veces la Política de 2015 se refiere al fomento de la lectura en la niñez o niñez; la Política actual, 22 veces. Sin embargo, mientras en 2020 los títulos de literatura infantil representaban el 14,08% del total de obras publicadas, ahora la cifra cae dramática y alarmantemente a la mitad: el 7,96% del total en 2023.

Ante un panorama tan oscuro, cabe preguntarse qué están haciendo hoy las universidades en materia de actividad editorial. Pues bien, en 2020 sus obras impresas representaron sólo el 10,61% del total nacional. Ese año, los tres primeros lugares también los ocuparon colegios privados, mientras que una institución de educación superior solo aportó 1 título. Mientras tanto, en 2023 las publicaciones de libros universitarios tenían una proporción aún menor que entonces: 9,72%. Los tres primeros lugares siguieron ocupados por escuelas privadas y el número de instituciones de educación superior que impartían sólo una titulación aumentó a cuatro.

Así enfrenta Chile el Día Internacional del Libro, con cifras actualizadas. Espero muy sinceramente que las autoridades, en lugar de celebrar la fecha con pompa y protocolo, escuchen la opinión de las organizaciones culturales sobre el tema y adopten medidas urgentes si realmente quieren revertir una situación que se agrava día a día y de cara. de las cuales las omisiones oficiales han sido francamente vergonzosas.

 
For Latest Updates Follow us on Google News
 

PREV Romper relaciones con Israel, como anunció Petro, significará un golpe económico multimillonario para Colombia
NEXT Incertidumbre por riesgo en continuidad del PAE en Magdalena – .