Una alerta encendió las redes sociales durante la última semana. El Gobierno de La Habana solicitó el regreso de los ciudadanos cubanos que ingresaron irregularmente a Estados Unidos desde 2017.
Según el sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores, una de las prioridades de la Administración de La Habana es que el Gobierno estadounidense devuelva ahora a “los ciudadanos cubanos que migraron irregularmente desde el 12 de enero de 2017”. los que fueron interceptados en el mar; También, que se elimine el “trato privilegiado a los cubanos que emigran irregularmente”.
En 2017, la Administración de Barack Obama derogó la política de “pies secos, pies mojados”. La política, establecida en 1995 tras un éxodo masivo de balseros, se añadió a la Ley de Ajuste Cubano de 1966.
Según la Ley de Ajuste, cualquier cubano que ingrese legalmente al país tiene derecho a solicitar la residencia permanente luego de un año y un día de estar en territorio estadounidense. Sin embargo, después de 1995, quienes lograron llegar a tierra firme bajo la política de “pies secos” pudieron obtener un permiso de trabajo, recibir asistencia inicial y, después del período de un año, solicitar la residencia permanente. Por el contrario, los interceptados en el mar (“pies mojados”) fueron devueltos a Cuba.
La solicitud de las autoridades de la Isla fue presentada en conferencia de prensa previa a la trigésima octava Ronda de Conversaciones Migratorias entre Cuba y Estados Unidos celebrada en Washington los días 15 y 16 de abril de 2024.
¿Es posible la deportación?
Según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), desde inicios del año fiscal 2017 hasta finales de marzo de 2024 llegaron a Estados Unidos más de 600.000 cubanos.
Después de siete años de derogar la política de “pies secos, pies mojados”, muchos de los cubanos que ingresaron a Estados Unidos desde 2017 tienen un estatus migratorio regular (residentes o ciudadanos).
El proyecto Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC)* de la Universidad de Syracuse reporta que 332.367 cubanos han recibido órdenes de deportación de la Corte de Inmigración de Estados Unidos desde el inicio del año fiscal 2017.
Las personas que recibieron una orden de deportación pueden ser devueltas a Cuba. Algunos inmigrantes que ingresaron a los Estados Unidos bajo la protección de libertad condicional o I-220A después de ser detenidos en la frontera corren el mismo riesgo.
Una persona puede ser detenida y deportada si cumple cualquiera de las siguientes condiciones:
- entró al país ilegalmente;
- cometió un delito o violó las leyes de los Estados Unidos;
- desobedeció repetidamente las leyes de inmigración (incumpliendo los permisos o condiciones para estar en el país) y es buscado por las autoridades de inmigración;
- está involucrado en actos criminales o representa una amenaza a la seguridad pública.
Según un funcionario del gobierno estadounidense, CNNDinero, en el año fiscal 2016 cada deportación realizada por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) costó un promedio de $10,854. El monto cubre los gastos relacionados, incluyendo captura, detención, procesamiento legal, transporte, alojamiento y alimentación de los detenidos, así como el traslado a sus países de origen.
Al ignorar indicadores importantes -como la inflación, que aumenta los gastos- y tomar como referencia el costo promedio reportado hace ocho años, la deportación de 600.000 cubanos que ingresaron a Estados Unidos desde 2017 le costaría al Gobierno estadounidense 6 millones 512 millones 400 mil dólares.
En 2023 se llevaron a cabo cinco operaciones de deportación que resultaron en el retorno de 289 ciudadanos cubanos. Si se toma la cifra como referencia, sería necesario realizar 2.076 operaciones en un año para deportar a inmigrantes cubanos. Lo anterior equivaldría a entre cinco y seis viajes diarios. Alternativamente, si se toma como referencia el número de operaciones, se necesitan 415 años para completar el retorno de los inmigrantes cubanos (sin contar los recién llegados).
Con base en los costos pecuniarios estimados y las implicaciones legales y sociales, es poco probable que la administración de Díaz-Canel pueda hacer efectiva su demanda de retorno involuntario de migrantes cubanos irregulares que ingresaron a Estados Unidos después de 2017.
¿Qué se sabe sobre la ronda de conversaciones?
La delegación cubana que participó en la trigésima octava Ronda de Conversaciones Migratorias estuvo encabezada por el viceministro Carlos Fernández de Cossío Domínguez; el estadounidense estuvo dirigido por Eric Jacobstein, subsecretario de Estado adjunto del Departamento de Estado.
Tanto Carlos Fernández de Cossío como Johana Tablada de la Torre –subdirectora de la Dirección General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex)– aseguraron que el bloqueo es la principal causa de los flujos migratorios provenientes del archipiélago.
Pero el éxodo masivo de familias cubanas se debe a la persistente crisis económica, la inflación, la escasez generalizada y la falta de libertades fundamentales. En los últimos dos años han emigrado más personas que durante acontecimientos históricos como el éxodo del Mariel en 1980 y la crisis de los balseros en 1994.
Al referirse a las motivaciones de los migrantes cubanos, Washington argumentó que la falta de libertades civiles y derechos humanos en Cuba y el control de la economía han motivado la emigración de sus ciudadanos.
Como parte de acuerdos migratorios anteriores, Estados Unidos ha otorgado más de 70.000 visas de inmigrante a nacionales cubanos desde la reapertura gradual de los servicios consulares en su embajada en La Habana en 2022, superando las cifras acordadas. También se ampliaron las rutas de migración legal para los cubanos, lo que facilitó el acceso a visas de inmigrantes en La Habana.
Sin embargo, aunque la cooperación bilateral se ha ampliado, las medidas migratorias estadounidenses implementadas durante 2023 no han logrado contener los flujos migratorios irregulares desde Cuba y en los últimos meses se ha observado un aumento continuo de los flujos irregulares.
Las reuniones bianuales sobre inmigración se reanudaron en 2022 tras su cancelación durante la presidencia de Trump. La reapertura coincidió con un aumento récord de migrantes cubanos que llegan a Estados Unidos.
La trigésima octava Ronda fue la primera de 2024 y la quinta desde que Joe Biden asumió la presidencia. Las conversaciones bilaterales sobre migración suelen tener lugar dos veces al año. La actual ronda de conversaciones se produjo en un contexto de llegadas masivas de cubanos a la frontera sur de Estados Unidos, con más de 100.000 inmigrantes cubanos llegados desde el inicio del año fiscal 2024 y más de 5.000 repatriados en el año fiscal 2023.
En los últimos años, las políticas migratorias de ambas naciones han experimentado cambios significativos, desde la reducción del otorgamiento de visas estadounidenses en La Habana hasta presiones a terceros países para que limiten el acceso a sus fronteras.
La cooperación bilateral ha ido aumentando progresivamente, especialmente en materia migratoria. EE.UU. ha ampliado sus servicios consulares en La Habana, aunque no los ha normalizado del todo, mientras que Cuba volvió a aceptar vuelos de repatriación de migrantes cubanos. Actualmente, existen varias formas legales de inmigrar a los EE. UU. (visas americanas, solicitud de refugio a través de la solicitud CBP One, lotería de visas, libertad condicional humanitario o el Programa Cubano de Reunificación Familiar).
