Milei se despide de la “V” y camina hacia una “L”

Milei se despide de la “V” y camina hacia una “L”
Milei se despide de la “V” y camina hacia una “L”

Lo que antes era la cohesión del Gobierno en cuanto al rumbo económico, hoy comienza a transformarse en un diagnóstico con matices y una única certeza: la inflación puede bajar a un dígito alto, pero el ajuste interminable conduce a una recesión que dista mucho de la tan -Denominó recuperación promovida en “V”, para avanzar hacia una “L”, es decir, una caída fuerte con estancamiento. Con un problema extra, la falta de dólares, que calienta el conflicto interno entre la Casa Rosada y el Ministerio de Hacienda, al que ya le pusieron plazos de éxito o fracaso. En ese escenario, el agro advirtió que se salvará 80 por ciento de la soja y el Fondo Monetario (FMI) sigue elogiándolo en público pero desconfiando de él en privado.

Hace unos días, según Página I12 Algunos de los economistas que lo frecuentan advirtieron al presidente Javier Milei que “hay que empezar a mirar los niveles de actividad, que son preocupantes”. En la Casa Rosada esperaban que en marzo hubiera cifras algo menos malas que en enero y febrero, pero fueron peores. La cuestión es que el presidente está consustanciado con una idea fuerte, que es que la desinflación debe ocurrir pase lo que pase y con urgencia. “Tiene que estar en un rango de entre 3 y 5 puntos”, palideció el libertario a los suyos. Los economistas más orientados le explicaron que, como mucho, los precios se moverán alternativamente entre 10 y 8 puntos del IPC, pero que eso llevará a la economía a un estancamiento muy difícil de revertir y, sobre todo, tendrá un impacto. directa en la pérdida de empleos y la caída de personas en la pobreza.

“Es su obsesión”, salió diciendo, hace unos días, un empresario que lo visitó, respecto a la postura de Milei sobre la inflación. Algunos de los economistas que forman parte de su grupo de asesores, encabezados por el ex JP Morgan Demian Reidel, comentan lo mismo. El problema que tiene este grupo es que, excluyendo al diseñador textil Teddy Karagozian, no tiene una sola imagen que refleje la realidad cotidiana de la economía real. En sus alrededores, y con muchos accesos a Olivos y La Rosada, reina el Eduardo Bastitta Harriet, de Plaza Lógistica y militante libertario; Alec Oxenford, del grupo unicornio Galperín y propietario de OLX; y Sebastián Braun, a quien este diario ya contaba, en plena campaña, como financista de Milei. Es sobrino de los dueños del supermercado La Anónima. Todos ajenos a los problemas cotidianos de bolsillo, a los casos más urgentes.

Los que avisan no traicionan

Milei los escucha a todos, avala el ajuste y apoya la teoría de la deflación sin quejarse. Otro de los conversos es el economista Juan Carlos De Pablo, a quien Milei llama “el profesor” y que salió a anunciar que la Argentina está por llegar a una economía del “dame dos” en Miami. De Pablo, un periodista ultraconservador, es conocido en las empresas por no acertar casi en ningún pronóstico. Para el Presidente, sin embargo, su palabra es santa. En las últimas semanas, el presidente se refugió aún más en este círculo de relatores, ante la inesperada arremetida de economistas muy conservadores que dejaron mensajes sobre lo arriesgado que es desinflar con este nivel de recesión.: La referencia es para Domingo Cavallo, Miguel Ángel Broda y Diego Giacomini, su ex socio, quienes advirtieron en estas horas que no se pueden celebrar 10 puntos de inflación con una economía cayendo al 6 por ciento. Este último fue un paso más allá al observar las previsiones de inflación del FMI, que la situaban en el 150 por ciento: Giacomini advirtió que, para que se produzca, debe haber una inflación mensual del 2 por ciento. Imposible.

Los mencionados anteriormente no son los únicos que tienen dudas: algunos dentro del Gobierno piden al Presidente que flexibilice algunos aumentos de precios. Esta confusión se vio en la necesidad de que Milei intentara frenar los aumentos en las Prepagas, sector que él mismo liberalizó; así como el retraso en la aplicación de aumentos en las tarifas de autobuses y energía. Para confundir, incluso, y desviar el impacto de otros aranceles, los partidarios del presidente enviaron medios de comunicación amigos para advertir sobre la recaudación de impuestos municipales sobre el combustible. Fue el mismo gobierno de Milei el que desreguló el sector de bombas. Surrealista.

A decir verdad, quienes aconsejan moderar el ajuste –a quienes tampoco les gusta precisamente la moderación– sólo observan datos y tendencias. Protejer textiles publicó un informe que muestra que las ventas cayeron un 60 por ciento de empresas y que 8 de cada 10 no tienen previsto invertir; Los industriales de la UIA aseguran que el uso de la capacidad instalada “no encuentra piso”, y el consumo masivo ya muestra en marzo su tercer mes consecutivo de desplome, tras siete meses consecutivos de crecimiento. En los hipermercados, de hecho, la consultora Scentia midió una caída del 7,3 por ciento. Todo muy alejado del deseo de una “V”.

Caputo, sobreactuación y dólares

En este escenario, el ministro de Economía, Luis Caputo, fue observado por falta de resultados. En el Gobierno filtran que la relación sigue buena, pero el ex Deutsche Bank vino a traer dólares y no lo está logrando, ya en abril. Tiene dos problemas: el FMI volvió a encuestar a los empresarios, en las últimas horas, para ver cómo está el tema social y de actividad. Les dijeron que era malo, razón por la cual el Fondo elogia públicamente el ajuste, pero sigue manteniendo la cartera cerrada. Además, El sector agrícola ya advirtió al gobierno que si no hay devaluación o mejor tipo de cambio, liquidarán sólo el 20 por ciento de la soja y se quedarán con el 80 por ciento..

Esto no sería un problema tan grave si existiera el maíz, cuya cosecha secundaria suele proporcionar divisas en julio-agosto. Pero el “saltamontes“, un error que perjudica las perspectivas, provocará la pérdida de unos 2.500 millones de dólares.

Si Caputo tiene posibilidades de sobrevivir es tener divisas. Y hoy, no sólo no las tiene, sino que los analistas aseguran que pronto el Banco Central (BCRA) comenzará a quemar reservas para pagar importaciones pasadas. Por supuesto, ayuda el hecho de que la recesión se manifestará en menos compras externas de insumos de producción. “Lo que van a ver es que pronto podrán comprar un camembert francés al mismo precio que un cuartirolo de La Serenísima”bromeó un alto empresario alimentario a este periódico.

En este escenario, surge otro problema. Como Caputo técnicamente no se ocupa de Agricultura, tiene otro frente de tormenta allí. Juan Pazo, el ex socio de Francisco De Narváez en el grupo textil Alas y su viceministro en la sombra, aborda diariamente la situación de la Bioeconomía. Fernando Vilella, su jefe, quedó prácticamente solo tras el allanamiento de Caputo y Pazo, y eso perjudica la relación con la agricultura. “Hoy no tenemos interlocutores”, advierten muchas de las empresas que tienen representación en la Mesa de Enlace. Justo cuando es necesario ejercer presión oficial a favor de las divisas.

Mientras tanto, dicen en los pasillos de Hacienda que Caputo “está haciendo otra cosa” en las redes para compensar y “darle like” al Presidente. Parece una broma pero no lo es: Milei suele darle relevancia a la exposición que tienen sus ministros en las redes sociales, especialmente en X.

 
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