Entre sus objetivos está provocar un estallido social en torno al 11 de julio, una repetición de los disturbios de 2021, financiados y promovidos desde EE.UU. Aspiran a “calentar” las calles cubanas durante el verano, aprovechando la compleja situación que viven. el país en el orden económico.
Los ataques en esta etapa tienen como objetivo priorizado el Sistema Eléctrico Nacional, por su impacto en la calidad de vida de las personas, afirma Razones de Cuba, que también explica que esperan generar sabotajes y reforzar la ofensiva comunicacional desestabilizadora. Para lograrlo, Washington ha “triplicado su presupuesto, en el que la actuación del senador anticubano Marco Rubio ha sido decisiva.
Sus tácticas incluyen reclutar criminales para cometer actos de terrorismo dentro de la Isla; mientras planean seguir manipulando temas como las relaciones entre Cuba y Rusia, al presentar la colaboración como una forma para que el país euroasiático obtenga soldados de las Antillas Mayores, lo cual es incierto.
También utilizarían las sanciones yanquis contra Rusia como método para agravar la situación en el país, al frenar los envíos de combustible y alimentos.
Razones por Cuba visibiliza la existencia de un nuevo engendro contrarrevolucionario, denominado Cuba Primero, vinculado a la preparación de acciones terroristas contra nuestro país, y que tiene entre sus miembros fundadores a Manuel Milanés Pizonero, conocido por financiar acciones violentas.
NUEVOS FONDOS DE LA EMBAJADA DE EE.UU. PARA LA SUBVERSIÓN EN CUBA
Desde el sitio Cuba por siempre, destinado a la solidaridad con la Isla a nivel global, se reveló también una nueva acción injerencista que tiene como protagonista, en La Habana, a la Embajada de Estados Unidos, de donde proviene el “Fondo Acelerar para los Medios Independientes y Content Creators”, en el que utilizarán unos 68.800 dólares del presupuesto estadounidense.
Los proyectos estarán enfocados en la producción de contenidos con “problemas desafiantes” en Cuba; el subsidio a “medios de comunicación independientes” para “crear contenidos relevantes y accesibles para personas con discapacidad, aumentando su participación en el proceso democrático”, “el desarrollo de aplicaciones móviles u otras tecnologías para la promoción de los valores democráticos”, “conectar y fortalecer redes de creadores de contenidos independientes en Cuba, y financiar estudios de investigación que evalúen la situación de los medios independientes” en la Isla, dice Cuba para siempre.
Prueba de su insistente aplicación de la política intervencionista respecto del archipiélago es que, recientemente, Estados Unidos había aprobado un monto de más de 50 millones de dólares para acciones subversivas. De ellos, 25 millones para la Oficina de Transmisiones a Cuba, a cargo de Radio y TV Martí, y 25 millones para los programas de “promoción de la democracia en Cuba”.
