En diversos procedimientos, efectivos de las fuerzas nacionales descubrieron el traslado de una importante cantidad de cocaína, operaciones que se suman a las que se vienen realizando a diario en rutas y avenidas argentinas. Una pareja salió de Salta con destino a Buenos Aires y en Santa Fe fueron descubiertos con 12 kilos de droga, mientras que en otro allanamiento gendarmes del Escuadrón 54 “Aguaray” incautaron más de dos kilos de cocaína escondidos en un repuesto de auto.
Efectivos de la Sección de Seguridad Vial “Ceres”, dependiente del Equipo de Seguridad Vial “Rafaela”, realizaban un operativo de prevención en el kilómetro 395 de la ruta nacional 34, cerca de la ciudad de Ceres (Santa Fe), cuando detuvieron la salida de un transporte público de pasajeros procedente de la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán (Salta) con destino a Buenos Aires.
Al realizar el registro en el interior del autobús, con el apoyo del perro detector de narcóticos “Sasha”, los gendarmes descubrieron dos mochilas debajo de los asientos, y al abrirlas confirmaron la existencia de cajas metálicas tipo alojamiento con rejillas de ventilación con 12 bultos envueltos. en una cinta amarilla que contiene una sustancia blanquecina similar a la cocaína.
Personal de Criminalística y Estudios Forenses realizó las pruebas de campo “narcotest” que arrojaron resultado positivo a “clorhidrato de cocaína”, con un peso total de 12.815 kilogramos.
Una vez identificados los dueños de las mochilas, un hombre y una mujer de nacionalidad boliviana, intervino el Juzgado Federal de Rafaela, que ordenó la detención en régimen de incomunicación de los involucrados y el decomiso de la droga, por violación a la Ley 23.737.
En la ruta 34
En un exitoso operativo de prevención vial realizado en la ruta nacional 34, kilómetro 1.466, efectivos del Escuadrón 54 “Aguaray” lograron interceptar y decomisar cocaína que se encontraba escondida en el interior de una autoparte.
Los agentes detuvieron el movimiento de un vehículo Mercedes Benz, perteneciente a una reconocida empresa de transporte de paquetería, que tenía como destino Buenos Aires. Durante la inspección física y documental de los paquetes, el uso de un escáner móvil reveló imágenes sospechosas en uno de los paquetes.
Ante esta sospecha, se utilizó el perro detector “Ziro”, el cual reaccionó de manera indicativa, señalando la presencia de droga en uno de los paquetes específicos. Posteriormente, con autorización de la Fiscalía y en presencia de testigos, se abrió el paquete que contenía un repuesto para un vehículo de motor (parrilla delantera), donde se escondían un total de 2.068 kilogramos de cocaína.
La Fiscalía Federal de Tartagal intervino y ordenó el aseguramiento de la droga, por violación a la Ley 23.737 sobre estupefacientes.
