«Restringir internet no es la solución, hay que trabajar en el aprendizaje» – .

El 35% de los adolescentes riojanos hace un uso problemático de Internet según la profesora y orientadora Julia Pérez Sáenz, recién doctorada cum laude por la Universidad de La Rioja, que ha abordado en su tesis un tema que preocupa en nuestra sociedad y eso pone datos. Para ello, entrevistó a 1.790 estudiantes riojanos de entre 14 y 18 años, detectando también que un 33% busca en Internet una vía de escape en momentos de depresión o que un 8,5% prefiere utilizar Internet para pasar tiempo con sus familias. y amigos.

– ¿Por qué eligió este tema, el uso problemático de Internet en adolescentes, para desarrollar su tesis?

– Surge por interés personal, ya que leemos mucho y abundan las noticias sobre este tema pero no tenía una idea clara de cuál era la magnitud de la misma. Se han unido la búsqueda de evidencia científica y el interés por un tema sobre el que existe mucha controversia. Las investigaciones son relativamente recientes, el término adicciones tecnológicas nació en 1995, por lo que no ha habido mucho tiempo, las investigaciones son muy dispares y surgen controversias sobre la terminología o criterios diagnósticos.

–Precisamente hay determinadas voces en contra de hablar de adicción con respecto a Internet o las nuevas tecnologías.

– Al principio la literatura sí se refiere a ello, pero luego surgen otros términos hasta llegar al que utilizamos: uso problemático de Internet. Se evita así patologizar aquellos comportamientos cotidianos y habituales en la sociedad digital actual.

– ¿Qué es el uso problemático de Internet?

– Se refiere a todas aquellas conductas impulsivas que pueden resultar potencialmente peligrosas o problemáticas, especialmente relacionadas con el juego, las apuestas, las redes sociales, el acceso a la pornografía… Conductas que están teniendo consecuencias negativas en el individuo a nivel físico. , emocional, social, personal…

– Se habla de un aumento de los problemas de salud mental en los adolescentes, ¿están relacionados estos temas?

– Son cuestiones que se retroalimentan unas a otras. La adolescencia es un período de gran vulnerabilidad ante las dificultades psicológicas. La tecnología tiene un gran atractivo para ellos y está muy relacionada con el bienestar emocional por su uso a la hora de entablar amistades, buscar apoyo, comprensión, evitar sentimientos de soledad…

– ¿Ha encontrado diferencias entre los perfiles de los adolescentes?

–En cuanto a la edad no los hemos apreciado, pero entre niños y niñas sí; Han presentado puntuaciones más altas en uso problemático de Internet. Sin embargo, la literatura es muy controvertida al respecto, algunas apuntan más a las niñas y otras a los niños.

– Parece que limitar internet es poner puertas al campo, ¿cómo se trabaja para un uso responsable?

– Hay que trabajar en un aprendizaje que sea adaptativo y funcional, que la red se utilice para un fin adecuado. Se puede utilizar para entablar amistades, pero estas deben ser positivas y enriquecedoras, no tóxicas y negativas. Esta tarea corresponde a las familias, a los docentes y a la sociedad en general. Hay que abogar por un uso y aprendizaje adecuado, porque restringir o limitar Internet es muy complejo y no es la solución ideal. Y a la hora de intervenir debemos ajustarnos a las características de los adolescentes. Una de las dificultades con las que nos hemos encontrado es que, en muchos casos, las escalas y herramientas utilizadas no se adaptan a ellas.

 
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