De las 64 muertes violentas de niños y niñas en Colombia, dos han ocurrido en la capital santandereana: un caso fue un homicidio y el otro fue producto de un accidente.
La ciudadanía aún no sale del estupor por el sonado caso de una niña de dos años que llegó muerta en enero pasado a un centro médico de Bucaramanga, producto de un hecho violento en el que, paradójicamente, estuvieron involucrados sus propios familiares.
Ese fatal suceso no fue el único este año. Lo cierto es que los menores tienen más probabilidades de sufrir cualquier tipo de violencia por parte de adultos o incluso de otros adolescentes, que lamentablemente muchas veces terminan en la muerte.
Las cifras son alarmantes: en los primeros dos meses de 2024 ya ocurrieron en Colombia 64 muertes violentas de niños de 0 a 5 años, de las cuales dos han ocurrido en Bucaramanga.
Así lo revela el informe Forense del Instituto Nacional de Medicina Legal, que aclara que las causas de muerte fueron: homicidios, 5 niños; eventos de transporte, 15; y accidentalmente, 44.
De las dos muertes ocurridas en Bucaramanga, una fue la de la niña que fue asesinada en el centro de la ciudad; y el otro fue producto de un accidente.
En 2023, el número total de muertes en el mismo período de tiempo fue de 54, distribuidas por causas de la siguiente manera: homicidios (8), eventos de transporte (21) y accidentales (25). Las cifras suponen un aumento del 18,52% en los casos globales respecto al año anterior.
En cuanto a las lesiones no fatales (por violencia), en nuestro país se reportó que un total de 597 niños y niñas de primera infancia fueron afectados en el primer bimestre de 2024 por hechos como: presunto delito sexual, 290 casos; violencia interpersonal, 40; violencia doméstica, 212; lesiones en eventos de transporte, 38; y lesiones accidentales, 17.
Comparado con el año 2023, en los mismos meses del año (enero – febrero), esta cifra global para el país correspondió a: 606 niños y niñas de la primera infancia afectados, lo que representa una ligera disminución de casos en el año 2024, según al boletín estadístico mensual de la niñez y adolescencia.
Ante este panorama, la directora de la Maestría en Primera Infancia: Educación y Desarrollo de la Universidad de Santander Udes-Cinde, PhD. Sandra Milena Serrano señala: “Estas cifras son aterradoras y deben llamarnos a la reflexión y a la acción”.
Y añadió: “No es posible que cuando miramos estos datos no nos estremezcamos ante la posibilidad de que un solo niño muera o sufra lesiones no mortales como consecuencia de condiciones de violencia que podrían evitarse”.
Según el experto, en Colombia se han hecho importantes esfuerzos desde la política nacional de primera infancia y las diferentes estrategias de prevención de la violencia; Pero asegura que aún falta una mayor conciencia social de la ciudadanía respecto al cuidado, atención y protección integral de niños y niñas.
“Nuestra cultura es un poco descuidada y fácilmente descuida las necesidades de los más pequeños; los adultos siguen ignorando las prioridades de cuidado y atención en la infancia”.
Para el sociólogo Julio Alberto Meneses, “lo grave de estas cifras es que la mayoría de los niños menores de 5 años mueren por causas que se pueden evitar o tratar. “Es necesario tomar medidas preventivas y tener encendidas las alarmas para bajar estas estadísticas negras”.
Son necesarios esfuerzos conjuntos a nivel institucional, comunitario y familiar para generar condiciones de protección, prevención y también de denuncia de casos, de manera que sea posible abordar situaciones que ponen en riesgo el desarrollo y bienestar de nuestros niños y niñas de manera manera oportuna. . Además, la capital santandereana cuenta con rutas de atención para casos de violencia.
Nota del editor: Si conoce algún caso de posible maltrato infantil, llame a las siguientes líneas gratuitas del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar: 141, 018000918080 / 57 6076972100)
