Cuando Jesús Manuel Fernández llegó a este periódico, la redacción todavía estaba en Martínez-Zaporta. Corría el año 1965. Cuando en 2008 se despidió de sus “amigos” de la sección de Deportes, a la que perteneció durante sus 43 años en el diario, la sede estaba en Vara de Rey y la prensa, “con la llegada de Vocento” , ya se encontraba en Zamudio (Vizcaya).
Su pasión por los deportes, especialmente el fútbol (pasaba los fines de semana en Las Chiribitas viendo partidos), fue lo que lo llevó al periódico, de la mano de Eduardo Gómez. Su “padrino” lo ponía “en todas partes”. “Me presentó a las elecciones de la Federación Navarro-Riojana de Fútbol y fui elegido vocal”, recuerda el que fue uno de los fundadores de la Riojana, “con Ernesto Garrastachu”, el primer presidente.
Aunque el fútbol siempre fue su tema favorito, tuvo que escribir sobre otras cosas, como el balonmano. “Durante un año hice una crónica del Wamba”, equipo en el que jugaba “José Luis Bermejo, que luego fue alcalde”. En ese momento decidió fichar como ‘Indirecto’ “porque era un tema que no dominaba mucho…”. También escribió “cuando Eduardo no estaba”, aunque eso le resultaba más fácil. ‘Indirecto’ no fue su único seudónimo; En otro momento utilizó ‘Federico Lopetegui’, “pero ese no era sólo yo. Jorge Sauleda también lo utilizó. No recuerdo por qué fue.
Este lapso no quita que no tenga cientos de recuerdos de su más de media vida en LA RIOJA, el segundo de sus trabajos, porque por las mañanas –“y por las tardes al principio”- era empleado de Caja Rioja. No duda a la hora de elegir a los mejores del ámbito profesional: «Los ascensos del Logroñés; primero a Segunda en la temporada 83-84 y luego a Primera. Con esos goles de Pita, en el último momento, y de Noly. Ahora como lector le gustaría ver narrado otro gol de ese calibre, pero es realista y cree que “no será”.
El rojiblanco también tiene la noticia más decepcionante para él: «La desaparición del club. “Para mí fue un golpe muy duro”. Quince años después de aquella muerte deportiva del Logroñés, sigue convencido de que “no debería haber desaparecido”. Y pone como ejemplo el Alavés, que “pasó por la misma situación. “Lograron salvarlo aunque tenía una deuda mucho mayor porque todavía había más implicación institucional en Vitoria”.
Desde entonces, nada ha sido igual en el fútbol riojano. “Hay dos equipos y uno tiene más gente, pero tampoco el arraigo que tenía el Logroñés”, afirma un hombre que en sus primeros años en el diario seguía al club todos los domingos. «Un año en Tercera vi los 30 partidos, 15 de aquí y 15 de fuera. A veces viajaba en el autobús del equipo, otras veces nos daban un taxi…” Y allí no puede dejar de recordar a su mujer, “una mujer extraordinaria” que al principio “venía conmigo a los partidos, pero una vez en Irún, tanto Cayó agua y se mojó tanto que decidió no volver más”.
De Titín a Zabala
Continuó con las crónicas deportivas, más centradas en los últimos años en Tercera División y el fútbol base. “La parte más triste del Logroñés fue Charly (Ferrer), Chema (Glera)…”. Esos malos momentos los compensó” con Titín. “Entonces la pelota tuvo mucho boom”. Algo que espera se recupere “con Zabala”. Porque el resto de deportes no tienen el tirón del fútbol. «Ni siquiera el balonmano, aunque juegue en Europa; ni el baloncesto, que no ha pasado de la LEB Oro.
Manolo destaca mucho otro aspecto, “el grupo que nosotros en el deporte formamos en los últimos 15 o 20 años. Éramos un grupo de amigos que nos reuníamos a comer frecuentemente. Su último jefe “fue Pío García, antes Toño del Río…”, pero siempre sintió al periódico como uno de los suyos.
