A Luis Arturo Pérez Lázaro, mototaxista muy conocido por los habitantes de la invasión Fortaleza, Ayer, la delincuencia y la inseguridad que atraviesa ese sector, no le permitieron recoger a su próximo pasajero.
Alrededor de las 12:39 del mediodía, Pérez Lázaro regresaba de dejar a un niño en una institución educativa de la zona, cuando dos hombres, que iban a pie, lo interceptaron y le dispararon.
En segundos se escuchó un disparo. Los hombres dispararon al hombre de 49 años para bajarlo de su motocicleta y robársela.
Según testigos, los pistoleros huyeron en la motocicleta. Suzuki GN negrolámina QBJ 44F.
“Yo estaba más delante de él y escuché el disparo. Cuando me di vuelta, pasaron los muchachos en la moto que robaron. Mientras tanto, Arturo llegó caminando y cayó en el portal de una casa”, relató un vecino.
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Rápidamente, quienes lo vieron tirado frente a la casa, ubicada en el Bloque AE lote 19, de aquella invasión, gravemente herido, lo subieron a un auto particular y lo llevaron al Policlínico Atalaya.
A pesar de los esfuerzos de los vecinos, quienes afirmaron tenerle un gran aprecio, no pudieron hacer nada y el hombre falleció segundos después.
El dolor de la familia
Mientras la esposa de Luis trabajaba recibió la llamada más cruel y dolorosa: “Arturo está en el policlínico, lo fusilaron”.
Pensando que todo estaría bien, corrió y rápidamente llegó al Policlínico Atalaya, donde le informaron que el disparo que Luis Pérez había recibido era mortal.
Asustada, sintiendo un dolor en el pecho y ansiosa de que el crimen le hubiera arrebatado a su marido, sólo pidió que la Policía encuentre y capture a los delincuentes, “porque su muerte no puede quedar impune”.
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La familia vivía en esa zona desde hacía 15 años, donde también vio crecer a sus cuatro hijos.
Entre los vecinos que también llegaron al centro médico, para acompañar a la familia, mientras el Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) Al levantar el cuerpo recordaron a Pérez Lázaro como un hombre humilde, trabajador, tranquilo y sin problemas.
“Él sabía lo que era ganarse la vida con su trabajo y en su motocicleta, que era su medio de transporte y fuente de ingresos para su familia. Llevaba un año haciendo eso en la comunidad y solo transportaba a la comunidad, no a extraños”, agregó un amigo de la familia.
La Fortaleza en el olvido
La comunidad y vecinos que presenciaron el hecho recordaron que estos fueron los dos robos más recientes en el sector.
A su vez, los vecinos de la zona dijeron sentir miedo luego de este hecho, pues han llegado a creer que su barrio puede ser visto como “zona roja”, pues se han registrado varios hechos violentos y ni siquiera la Policía se presenta.
Hace ocho días, a las cuatro de la tarde, un joven también había tenido su motocicleta.
“Lamentablemente la administración nos olvida. Exigimos al alcalde que nos mire, que vuelva su mirada hacia nosotros, las comunidades. Ya han ocurrido varios hechos violentos que han quedado impunes”, dijo un líder comunitario del sector.
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