El Gobierno, entre la indiferencia y la intransigencia ante protestas por despidos masivos en el Estado

El Gobierno, entre la indiferencia y la intransigencia ante protestas por despidos masivos en el Estado
El Gobierno, entre la indiferencia y la intransigencia ante protestas por despidos masivos en el Estado

Una de las protestas más fuertes tuvo lugar en la sede del INADI (Fotos: Franco Fafasuli)

Patricia Bullrich Inició su gestión al frente del ministerio de seguridad centrado en políticas contra cortes de calles, con el protocolo antipiquetes como estrella de su debut libertario. Sin embargo, con el paso de las semanas giró el timón en otra dirección, y últimamente la principal representante del PRO en el Gobierno se dedica mayoritariamente a la lucha contra el narcotráfico en Rosario. Las amplias y sentidas protestas de trabajadores estatales en decenas de edificios públicos de todo el país contra la ola de despidos surgieron tras ese giro, y aunque el funcionario desplegó decenas de policías federales en edificios públicos, evitó causar revuelo hoy en torno a los controvertidos despidos.

Si bien Bullrich actúa con relativa independencia, la intención de bajar el volumen de las protestas no es espontánea ni excluyente. En la Casa Rosada intentan mostrar firmeza contra los “ñoquis”, como los llama la narrativa libertaria, pero Quieren evitar un choque con estos sectores para no darles la oportunidad de “convertirse en víctima”.

La atención de Milei a la reacción de la opinión pública tuvo mucho que ver con la decisión de prácticamente ignorar el malestar de un sector importante de la población y el eventual impacto que la ola de despidos sin auditoría previa podría tener en la gestión del Estado. “Este gobierno es esencialmente comunicacional” explicó un funcionario. Mientras los máximos dirigentes del kirchnerismo lamentan la “crueldad” del Gobierno hacia los trabajadores, en Balcarce 50 creen que la batalla por el apoyo de la sociedad en la cruzada por reducir la planta pública a toda costa está ganada.

El despliegue policial estuvo a cargo de la Policía Federal

“Lo peor que puedes hacer es darles visibilidad. Los sindicatos quieren aparecer en los medios. “Si respondíamos desde los niveles de gobierno, les dimos lo que querían”, resumió la estrategia un funcionario libertario, en un cálculo político al final de la jornada, mientras los sindicatos celebraban su pleno de organizaciones para decidir cómo avanzar adelante, después de las 4 pm

Por la misma razón, El Gobierno se preocupó de crear una situación de violencia en las calles. Si bien policías federales estaban apostados en la puerta de sedes ministeriales y secretarías y empresas públicas -no era responsabilidad de la Ciudad al ser edificios nacionales-, había orden para evitar que el conflicto escalara. Consiguieron evitar que los edificios fueran tomados, como los sindicatos habían amenazado. Y las asambleas permanecieron desde la puerta hacia afuera. Y aunque en el INADI, como denunciaron en ATE, hubo un “uso excesivo de la fuerza”, No hubo reportes de lesiones. En cambio, los enfrentamientos se limitaron al nivel verbal.

Javier Milei, Centrado en abordar la economía, apenas tiene tiempo para recibir a líderes políticos, propios o aliados, que hacen todo lo posible para una audiencia. Menos aún debatir cómo responder a la resistencia de los trabajadores estatales. En Seguridad evaluaron la situación, pero pocos se mostraron preocupados por la megaprotesta que desplegaron los sindicatos de trabajadores estatales debido a la ola de despidos de la semana pasada -15.000-, realizada con el aviso de que aspiran a llegar a 70.000 puestos de trabajo.

UPCN, otro de los gremios presentes

Sí hubo respuesta sobre el tema, sin grandilocuencia, del vocero, Manuel Adorni, a una pregunta periodística en su conferencia de prensa en la Casa Rosada esta mañana. “Quien esté fuera de la ley tendrá consecuencias”, dijo brevemente. Algunas chicanas también fueron leídas para su propia plataforma en la red X, la plataforma preferida del mundo libertario. “Mientras en la provincia de Buenos Aires no pueden ni cortar el pasto de los arcenes de las vías, su ministro de Infraestructura, Katopodis, está tomando edificios públicos nacionales (en CABA) defendiendo los ñoquis. “El kirchnerismo es una huelga eterna” dijo el presidente del bloque en Diputados, Óscar Zago, en referencia al apoyo explícito brindado por el ex titular de Obras Públicas de Alberto Fernández.

Finalmente, pese a las críticas de la oposición, el Gobierno no prevé sustituir al secretario de Transformación de Estado, Armando Guibert, quien respondió a Federico Sturzenegger, y fue despedido por mensaje de texto hace 20 días. El Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, Soltó su mano sin picarle desde el momento. Polémica por aumento del 50 por ciento en los salarios del Presidenteel vicepresidente, el ministros y secretarias. Y en cambio No nombrarán a nadie más. “Los subsecretarios cumplen bien su función”, desdeñaron desde el ministerio coordinador.

La motosierra está en marcha y el Gobierno no duda en mantenerla sin analizar mucho las consecuencias para la dirección o los nuevos parados. Mientras tanto, los trabajadores evalúan sus próximos pasos y piden un mayor compromiso con las bases de los dirigentes de la CGT, que no han decidido impulsar un paro nacional mientras esperan el futuro de las discusiones políticas sobre la reforma laboral.

 
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