Una derrota en la situación en la que se encuentra la Sociedad Deportiva Logroñés no puede dejar una resaca mínimamente agradable. Si, además, lo que rodea al equipo ayuda a sembrar aún más dudas sobre el estado presente y futuro del cuerpo técnico y de la plantilla, provoca que la semana comience con nervios y preocupaciones.
Hace unos diez días que Javier González puso en duda la continuidad de Aitor Larrazábal si no ganaba al Real Unión en Las Gaunas. Estaba empatado a la una. El técnico vasco asumió en rueda de prensa que sólo debía pensar en lo que podía controlar, que era entrenar al día siguiente. Pero en los días siguientes no pasó nada.
El choque del fútbol popular ante Unionistas de Salamanca parecía el examen final para el técnico albirrojo. Derrota de penalti en el tiempo de descuento. 1-0.
A día de hoy, y transcurridos tres días del partido de Salamanca, Larrazábal sigue siendo el entrenador de la SD Logroñés.
El nuevo directivo de la entidad capitalina se estrenó con una rueda de prensa en la que entró como un elefante en una cacharrería. Dejó muchos titulares, sí, pero también sembró incertidumbre en el trabajo de un cuerpo técnico que ya está trabajando en el partido del domingo (18.00 horas) ante la Cultural Leonesa pero que da la sensación, al menos desde fuera, de estar en el rodaje día tras día, lo que complica aún más su trabajo.
Este fin de semana regresa Raúl Llona a Las Gaunas, lo que también despierta recuerdos de un pasado muy cercano y que fue mucho mejor con el técnico del actual rival a los mandos del barco.
Larrazábal es un hombre de fútbol y sabe que su puesto es siempre el menos estable de este mundo, pero es incuestionable que la actual dirección de la SDL hace temblar la silla del entrenador más de lo habitual.
En cuanto a los daños colaterales de la última jornada, Ezkurdia tuvo que ser sustituido en el minuto 53 tras un pisotón de Etxaniz en un ataque unionista y está por ver la evolución de su tobillo de cara a la próxima jornada. El que no estará será Trespalacios, el central Güeñes vio la quinta tarjeta amarilla del curso, está cumpliendo ciclo y tendrá la sanción correspondiente por ello. Es el único de los seis amonestados del SDL de Salamanca en esta situación.
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