Las frases más polémicas de su primer libro.

Publicado · 5 de junio de 2024, 2:40 p. m.

Sin ser más una niña,

Cristina Pedroche ha aparecido en los platós de televisión como una presencia burbujeante y pizpireta tocada por

cierto complejo de Peter Pan. No sabemos si a la vallecana se le ha dejado madurar en televisión; si ha sido condenada a desempeñar el mismo eterno papel de “divertida” que dice querer recuperar. Si es así, este libro, Gracias al miedo, pincha esa burbuja y deja al descubierto al Pedroche que es hoy: una mujer de 35 años, que recientemente se ha convertido en madre de Laia. Y que va a confesarse con Pablo Motos, en El Hormiguero.

En la primera página de ‘Gracias al miedo’, Cristina Pedroche confiesa que el libro le ha ayudado a superar su posparto, que ella define como “psicológicamente malo”. También admite temer “no poder hacerlo todo”, aunque no tiene nada que ver con la duda que pueden tener tantas madres trabajadoras corrientes. Evidentemente no es una ansiedad que tenga que ver con los recursos económicos, sino con”

no estar a la altura de mis propias expectativas». Madres que se conforman con sobrevivir cada día: este libro no es para vosotras.

Cristina Pedroche construye en torno al miedo un relato confesional similar al que escribió Vicky Martín Berrocal sobre el sobrepeso. Ambos tienen como objetivo ayudar a los lectores que se encuentran en el mismo problema a través de sus experiencias. Berrocal lo tuvo fácil para ser un éxito de ventas porque no hay mujer que no sufra sus kilos. El anzuelo de Pedroche es más complejo, porque la cuestión del miedo es ciertamente vaga.

miedo de que? Bueno un poco de todo.

«Siempre he tenido miedo de ser normal»

“Gracias al miedo” empieza fuerte, con una confesión francamente sorprendente de Cristina Pedroche, una mujer que siempre ha hecho gala de la ‘normalidad’ de su origen vallecano. «Reconozco que es algo de

mi forma de ser que no es muy gratificante, porque también lucho por otro imposible: tenerlo todo bajo control, aunque sé que hay cosas que no se pueden controlar. Imagínense si a mi autoexigencia se le suma la imposibilidad de controlar determinadas situaciones, como me está pasando ahora. El resultado puede provocar ansiedad.

“Ese año [las Campanadas de 2022] “Mi actitud fue una mierda”.

Cristina Pedroche cuenta abiertamente lo mal que la pasó la última noche de 2022, cuando ya

Se filtró que estaba embarazada y se dio cuenta de que la gente iba a estar más pendiente de su barriga, “de su morbo”, que del desfile que tenía preparado. «Me gusta imaginar que la última noche del año saco la energía de una Beyoncé frente a su público. Pero ese día no fui ni una sombra de esa inspiración”, confiesa.

«Qué pena ser hija de Pedroche»

Es un momento de máxima tensión, aunque a lo largo del libro encontraremos

escenas verdaderamente dramáticas, inesperado en una mujer aparentemente tan jovial como Cristina Pedroche. La presentadora recuerda la segunda noche de vida de Laia y el shock del primer contacto con la lactancia.

Cristina Pedroche con su libro /

Instagram

“Y, en medio de la crisis, comencé a escuchar voces de fuera”, escribe Pedroche. «Había dos mujeres en la puerta de la habitación diciendo cosas horribles de mí, de mi nacimiento, de mi hija… Haciéndonos enojar a Dabiz y a mí porque no nos soportaban, no les caíamos bien. Me hicieron sentir muy pequeña, muy vulnerable, cuando

empezaron a criticar a la chica».

«Miedo a la gente mala y su toxicidad»

El miedo a que los comentarios de gente tóxica perjudiquen a Laia es real. Tanto es así que a Cristina Pedroche le cuesta salir de casa. «Yo, para mí,

Permanecería encerrado con ella hasta los veinte años.. ¿Imagina? Está claro que estoy exagerando y que no sería una forma realista ni eficaz de vivir. ¿Qué me hace pensar en algo tan extremo? Ahora Laia no se da cuenta, pero cuando se entera, cuando va al colegio y le cuentan algo de mí… Me cuesta pensar cómo lo podemos gestionar en casa. Evidentemente, tenemos recursos como padres y personas sensatas que somos. Pero es imaginarlo y me vienen todos los males. El botón del miedo se enciende, otra vez.

«Soy la peor madre del mundo. “Me lo van a quitar”

De puro cansancio, Cristina Pedroche y Laia se deslizan entre la cama y la cuna. Un accidente que les ha sucedido a muchas madres y padres y que no suele tener consecuencias: la resistencia de los bebés es proverbial. La presentadora narra que no puede superar la situación: se castiga con ello. «Dabiz me hizo ver que podía necesitar ayuda, hacer terapia, consultar mi angustia con un psicólogo. En ese momento de crisis no pude verbalizar nada y emocionalmente tampoco me sentía bien. De hecho,

Estuve muy hundido el resto del día.. Noqueado, arrepintiéndome de todo y castigándome. Todavía lo hace ».

«Cualquier cosa me duele de forma extrema»

Cristina Pedroche admite una vida emocional absolutamente polarizada. Si físicamente muestra el equilibrio y la potencia de una deportista de élite, emocionalmente

vive totalmente desequilibrado, desgarrada por su necesidad de control y sus miedos. “Creo que este amor profundo y exagerado va acompañado de un gran dolor y miedos exacerbados”, escribe.

Cristina Pedroche con su libro /

Instagram

«Siempre me he cerrado mucho»

“Hasta ahora no lo veía como algo negativo, porque con las técnicas de meditación que he ido aprendiendo, con esas ganas de conocerme y ver mi interior, encontré la manera de solucionar mis problemas o inquietudes”, admite Pedroche. “Pero antes no me sentía loca ni sola como me he sentido en los últimos meses”, concluye. La terrible historia de sufrimiento psicológico en ‘Gracias al miedo’, el primer libro de Cristina Pedroche, lleva a la presentadora a replantearse

todo lo que era antes de la maternidad. Un proceso que, por lo que dice, está lejos de terminar.

“Soy la señora Peñas”

Con una ironía que aparece muy poco en su primer libro, Cristina Pedroche

ella se bautiza como doña penas. Parece increíble, dada la centralidad que tiene su sentido del humor en su personaje televisivo y lo mucho que le gusta verse a sí misma como un payaso. «Hay cosas que de repente me ponen triste y lloro. “No puedo parar”, admite. «Y son cosas que, en teoría, hacen reír a la mayoría de la gente, pero a mí ya no. ‘Ay, qué pena’, es la expresión que más digo a lo largo del día.

“Estoy obsesionada con mi hija”

Cristina Pedroche vive por y para su hija, lo deja claro. Incluso llega a afirmar que, si bien Dabiz Muñoz tiene una paternidad 50/50,

ella se siente irremediablemente sola. Estaba sola con la maternidad, era hiperdedicada. «Puedo estar hablando de cualquier cosa, mi mente siempre va a Laia. Estoy pensando en mi hija todo el tiempo”, dice. «No tengo ganas de hablar de otras cosas y hay gente con la que no salgo. No quiero terminar siendo la madre que solo habla de su hija, que te quedas con ella y todo es “la niña”. Pero, claro, si es lo único que hago y lo único que tengo en la cabeza, ¿de qué voy a hablar?

“Les molesta que haya triunfado una tía de Vallecas”

En un arrebato casi de rabia, Cristina Pedroche escribe que a la gente le molesta que “sigo teniendo éxito profesional y encima hago lo que quiero, que me pongo los vestidos que quiero y sigo y sigo”. Conforme pasan las líneas, el enfado se va transformando en el rencor propio de una mujer que recibe mucho odio en las redes sociales y fuera de ellas. Cristina Pedroche se pregunta por qué es una de las españolas más odiadas. «Soy un ‘pajaro raro’, porque

No soy ni la presentadora de siempre ni la ‘influencer’ de siempre. La mía es una mezcla que a veces no se entiende. “Creo que levanto tanto odio porque muchos no saben dónde categorizarme exactamente”, reflexiona.

 
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