Redescubriendo la magia de “El Principito” en la Feria del Libro – .

Redescubriendo la magia de “El Principito” en la Feria del Libro – .
Redescubriendo la magia de “El Principito” en la Feria del Libro – .

La Feria del Libro es más que un evento cultural. Es un oasis de letras, un espacio donde los amantes de la palabra escrita se reúnen para celebrar ese encanto especial que tienen los libros. Y a partir de abril, la feria adquiere un olor especial, pero no el olor a albero ni el olor a rebujito; pero el olor a notas herbáceas, con un toque de vainilla y olor a moho por la degradación del tiempo, ese es el olor especial de las páginas de los libros. Para muchos de nosotros, la Feria del Libro es una oportunidad para emborracharnos de literatura; enamorarse, aún más, del tacto de las páginas al pasarlas; y, sumergirnos en la belleza de las historias contenidas en cada obra. Es un lugar donde las palabras cobran vida y nos llenamos de emoción al descubrir nuevos universos inventados o desconocidos, en cualquier stand de las ferias que visitamos.

“Caminando en línea recta no se puede llegar muy lejos”.

Y ha sido en este mar de libros donde me he reencontrado con un viejo conocido. Una obra atemporal que cautivó a toda una generación. Ya lo leí cuando mis pies todavía colgaban en el aire mientras estaba sentado en una silla. Sus cuentos me dejaron un recuerdo de imágenes trompe-l’oeil, frases profundas sobre la vida que a pesar de mi corta edad entendía perfectamente, y una figura esbelta con el cabello rubio enredado como nunca había visto en otros cuentos. En el vasto universo de la literatura hay obras que trascienden el tiempo, que perduran en la memoria colectiva y continúan inspirando a generaciones enteras mucho después de haber sido escritas. Una de esas obras atemporales es “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, un libro que ha conmovido a lectores de todas las edades desde su publicación el 20 de abril de 1943 y que sigue estando en primera fila en los escaparates de las librerías. .

Recomendar la lectura de “El Principito” es más que una sugerencia, es un regalo directo al alma. Este pequeño libro contiene grandes verdades y enseñanzas sobre la vida, el amor, la amistad y la naturaleza humana. El Principito es un personaje inocente y curioso que hace preguntas profundas sobre la vida y el mundo que lo rodea. A través de sus aventuras en su viaje por diferentes planetas, el autor nos invita a reflexionar sobre el significado de la existencia y la importancia de mantener viva en nuestro interior la esencia de la infancia.

“Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad”.

Pero más allá de sus profundas reflexiones filosóficas, “El Principito” también está imbuida de la magia y el encanto de las historias bien contadas. El lenguaje sencillo y el estilo poético y evocador de Saint-Exupéry nos transporta a un mundo de fantasía donde las estrellas tienen corazones, los zorros hablan con sabiduría y los baobabs representan los peligros de la vida adulta. “El Principito” es mucho más que un cuento de fantasía para niños. A través de las vivencias del principito, el autor nos invita a reflexionar sobre nuestra propia existencia y valorar las cosas realmente importantes de la vida. Su lectura es universal y eterna. A pesar de estar escrito para niños, los adultos lo disfrutan tanto como los más pequeños.

“Para ver con claridad, basta con cambiar la dirección de la mirada”.

Detrás de esta obra maestra se esconde la fascinante figura de su autor, Antoine de Saint-Exupéry, un aviador y escritor francés cuya vida estuvo marcada por la aventura y la pasión por volar. Saint-Exupéry vivió muchas de las experiencias que luego plasmó en “El Principito”, desde sus peligrosos vuelos sobre el desierto del Sahara hasta sus encuentros con personas extraordinarias durante su exilio en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.

“Si queremos un mundo de paz y justicia, debemos poner decididamente la inteligencia al servicio del amor”.

Una de las anécdotas más conmovedoras relacionadas con la creación de “El Principito” es la historia detrás de su famoso dibujo de un cordero en una caja. Se dice que Saint-Exupéry dibujó este cordero para consolar a un niño que le había pedido que dibujara un animal, y su inocente petición le inspiró a escribir la historia del principito y su viaje por el universo.

Otra anécdota fascinante es la misteriosa desaparición de Saint-Exupéry en 1944, cuando su avión desapareció en una misión de reconocimiento sobre el Mediterráneo. Aunque su cuerpo nunca fue encontrado, su legado sigue vivo a través de sus obras, especialmente con “El Principito”, que continúa tocando los corazones de millones de lectores en todo el mundo.

Una de las frases más memorables del libro, en mi opinión, es: “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante”. Una afirmación sencilla pero poderosa que nos recuerda la importancia de dedicar tiempo y atención a las personas que queremos. “El Principito” sigue siendo relevante hoy en día, recordándonos la importancia de mantener viva nuestra creatividad, valorar las relaciones humanas y nunca perder la capacidad de sorprendernos por la belleza del mundo que nos rodea.

En conclusión, leer “El Principito” es emprender un viaje de descubrimiento y aprendizaje que nos invita a ver el mundo con nuevos ojos y valorar las cosas verdaderamente importantes de la vida. Así que si lo ves en algún stand de la Feria del Libro, cómpralo y sumérgete en la magia de este pequeño “gran” libro y déjate llevar por la belleza de sus palabras y la profundidad de sus enseñanzas.

Brindemos con libros por esta feria cultural, por “El Principito” y por todas las historias que nos han inspirado, enseñado y conmovido a lo largo de los años. Porque como dice en una de sus páginas “Tú eres dueño de tu vida y de tus emociones, eso nunca lo olvides. “Para bien y para mal” y mientras haya libros, habrá esperanza, imaginación y un sinfín de mundos por descubrir. ¡Viva la Feria del Libro!

Núria Ruiz, escritora
 
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