Salvador Ruíz | Málaga (EFE).- El intercambio epistolar entre un sacerdote y un periodista aparece recogido en un libro con el que apelan al diálogo. Son cuestiones de todo tipo, culturales, sociales o morales y religiosas. Como la inteligencia artificial, la santidad, las fobias, el racismo, los miedos, las redes sociales, la calumnia o la libertad.
Esta conversación epistolar se enmarca en reflexiones del Papa Francisco, excepto en el apartado dedicado a la verdad. En esto recurren a Jesús de Nazaret. Esto “porque ofrece una visión de libertad a toda la humanidad y es una propuesta espiritual perfectamente aceptable para muchas personas”. De él toman su frase “la verdad os hará libres”.
Así lo explica en una entrevista con EFE el coautor de este libro de cartas, titulado ‘Querido Teófilo’, y el sacerdote Rafael Javier Pérez Pallarés (Puente Genil, Córdoba, 1970). También es delegado de Redes Sociales de la Diócesis de Málaga y director del programa ‘Palabras para la vida’ de Canal Sur Radio.
El otro autor del volumen, publicado por la editorial PPC, es Francisco Quintero González (Málaga, 1974). Es doctor en Periodismo y escritor que publicó poesía, novela y ensayo. Asimismo, ha ganado varios premios, presenta y dirige programas de televisión y es director de medios digitales.
En su diálogo a favor de una sociedad más humana abordan también aspectos como la pequeñez, la reconciliación o la enfermedad y Pérez precisa que en las ideas de ambos “hay coincidencias y antagonismos, hay complementariedad”.
Fortalecer la armonía
“Coincidimos en que estamos en un momento en el que debemos reforzar la concordia, el respeto y buscar no lo que nos separa, sino lo que nos une y fortalecerlo. Promoverlo no como uniformidad, sino como complementariedad. El espíritu que cruza las cartas es el de búsqueda de la verdad”, destacó.
Cree que a la sociedad le falta armonía y respeto. “La polarización social en la que estamos inmersos, política, cultural, social, religiosamente hablando. La polarización personal en la que tenemos que encasillar permanentemente a las personas. Los crímenes de odio están a la orden del día”, afirma. También que “las violaciones a los derechos humanos demuestran que hay una fractura social que todos tenemos que evitar para que no se alimente”. Así lo destaca.
Rafael Pérez cree que esta situación aún se puede frenar. Esto “si hay una cultura del encuentro, una cultura de paz, una cultura en la que los valores humanos priman sobre la realidad violenta que vivimos todos los días. “Hay más gente buena que mala, pero las malas hacen mucho ruido”.
Explica que la reflexión, con un enfoque “inicialmente antagónico”, les permite “ser muestra de que el diálogo es posible y de que se pueden alcanzar acuerdos en una sociedad que históricamente ha asumido los acuerdos como bandera de progreso”. Al mismo tiempo, recuerda los entendimientos de la Transición, “que obedecieron a un espíritu de reconciliación que no se puede perder de vista”.
diferentes almas
“Somos almas diferentes porque mi orientación sexual es diferente a la de Rafael, mi vocación religiosa no existe cuando él la tiene… Soy un periodista profesional dedicado a la palabra todo el tiempo, un activista por la diversidad, un poeta. Almas diferentes, pero somos cómplices de un mismo encuentro de paz, de diálogo, de armonía”. Así lo señala Francisco Quintero, quien añade que la palabra los une a ambos.
“El éxito del siglo XXI reside en la pluralidad y si no respetamos esa pluralidad, cada uno de nosotros acabaremos en nuestro reino de taifa y cada vez (con) un muro más alto y una mayor beligerancia. En el respeto a la persona y en las características e idiosincrasia de cada una de esas almas encontraremos un lugar común donde cada una viva su plenitud”, afirma.
Quintero asegura que ha habido pocas polémicas entre ambos porque no presentaron su diálogo como algo donde se enfrentaban, sino “como una suma de la diferencia”.
“Ambos sabemos perfectamente que pensamos e incluso creemos de manera diferente”. Ella lo confirma para comentar que quizás había más diferencias de fe. Esto mientras surgían coincidencias en un concepto básico de armonía. “Una armonía más allá de ideologías y extremismos”. Esto es lo que propone Pérez.
El libro del sacerdote y el periodista nació ante “la beligerancia en los medios y en el mundo en general” y encontraron mucho en común que ayudaría a una mejor comprensión para todos. Pensaron “en este ejercicio de comunicación”, un diálogo permanente “buscando un elemento exógeno, que podría ser el entorno epistolar con la figura del amigo de Dios, que es Teófilo”.
