- A la muerte de su hijo
- Eutanasia infantil
- Reflexión ética sobre la vulnerabilidad
- Una sociedad solidaria
- Técnica y tecnología
- Una antropología y propuesta para una vida plena.
Antes de comenzar a diseccionar un libro que dice mucho más de lo que sugiere el título, me permitiréis hacer una referencia, un poco más extensa de lo habitual, al prólogo escrito por el catedrático de psicobiología de la Universidad de Navarra, Javier Bernácer María.
Quizás por el hecho de que en los asuntos me siento especialmente desafiado por motivos familiares, que son irrelevantes. O si.
A la muerte de su hijo
Cuenta cómo el 3 de noviembre de 2022 su hijo Iago murió a consecuencia de un virus intestinal que terminó en neumonía.
Su hijo tuvo una alteración en el cromosoma 14 que se manifestó en diversas patologías. Murió cuando tenía ocho años y medio, poco más de un metro de altura y dieciocho kilos de peso.
Fue intervenido quirúrgicamente cinco o seis veces, además de varios episodios graves de enfermedades cardíacas, entre otras. Una situación paradigmática de vulnerabilidad para recordarnos que “la fragilidad del ser humano es un elemento fundamental de su actuar ético”.
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Eutanasia infantil
El profesor Bernácer recuerda que no hace mucho una fundación privada española premió al filósofo Peter Singer por su contribución a las humanidades y las ciencias sociales.
Este investigador defiende que la acción moral ante un niño con discapacidad detectada en el estado prenatal es el aborto. Una acción que debe extenderse hasta cuando el niño ya ha nacido. Se llama “aborto posnatal” o “eutanasia infantil”. En Holanda, el Protocolo de Groningen permite este tipo de prácticas durante el primer año de vida.
Sólo la publicación de este prólogo justifica la existencia de este libro, publicado por cierto en un sello que utilizan los académicos para conseguir puntos en la ANECA, que espero no disminuya su difusión.
Bernácer concluye diciendo que su hijo tuvo una vida físicamente precaria, vulnerable, pero llena de sentido y felicidad. No sólo su hijo era vulnerable, sino que también lo era y es, en cierto sentido, su familia.
Reflexión ética sobre la vulnerabilidad
La propuesta teórica de los profesores Montoya Camacho y Giménez Amaya, en continuidad con trabajos anteriores, se basa en la idea de que la vulnerabilidad y dependencia del ser humano favorecen la reflexión ética.
Y lo hacen desde el pensamiento de Alasdair MacIntyre, que es como decir desde la filosofía de Aristóteles, para aclarar y mostrarnos que una sociedad justa, una vida exitosa, se construye a partir de una comprensión adecuada de la vulnerabilidad que caracteriza nuestra existencia, como prueba incluso del deseo de salvación inscrito en la naturaleza humana.
Una sociedad solidaria
Cualquiera que esté al día de las últimas novedades en el campo de la antropología y la sociobiología, incluida la sociología de la salud, se dará cuenta de que uno de los ámbitos en los que más se reflexiona hoy en día es el de los cuidados. a una sociedad del cuidado.
Es en esta perspectiva, la del significado antropológico y también teológico, del cuidado de la vulnerabilidad y de la relación entre vulnerabilidad y desarrollo de virtudes, en la que se desarrolla esta propuesta.
Técnica y tecnología
Una de las contribuciones más significativas de este libro es la amplia paleta interdisciplinaria con la que los autores abordan el tema. Prueba de ello es la introducción, por ejemplo, de una reflexión sobre la técnica y la tecnología, en el contexto de una reivindicación permanente de la autonomía humana.
También encontramos aquí nuevos conceptos como “biología metafísica”, “contingencia biológica”, “vitalismo metabólico”, “intencionalidad corporal”, “lógica de la perfección”, que dan mucho juego en un diálogo con algunos de los fundamentos científicos y filosóficos. ideas en boga.
Una antropología y propuesta para una vida plena.
Pondría el ejemplo del papel de la reflexión sobre el cuerpo, en continuidad incluso con la tradición cristiana de valorar el cuerpo (Ireneo de Lyon).
El ser humano virtuoso es aquel que es capaz de incorporar su propia vulnerabilidad y la de los demás a su juicio y acción moral. Esta perspectiva nos permite desarrollar una antropología y una propuesta de vida plena, de vida lograda y de vida eterna, que no tiene desperdicio.
Estamos, por tanto, ante un libro imprescindible para saber en qué mundo vivimos y a qué nos arriesgamos.
Corporalidad, tecnología y deseo de salvación.
Jorge Martín Montoya y José Manuel Giménez Amaya
Dykinson
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