La colección Cartas de Año Nuevo, con la que el Instituto de Estudios Altoaragoneses celebra tradicionalmente el inicio de año, combina bien con el estilo de Mariano Gistaín, autor de los tres cuentos que bajo el título ‘Familias raras’ componen el volumen correspondiente a 2024. Son libros de pequeño formato, “que se pueden llevar a cualquier parte, y que invitan a la relectura”, aunque quizás esta vez la reducción haya sido físicamente excesiva. En cualquier caso, se integra perfectamente en este formato la escritura de Gistaín, quien pese a haber publicado algunas novelas es un autor principalmente de distancias cortas, más velocista que fondista.
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Los relatos aquí recogidos forman un tríptico dentro del marco familiar esencializado en su expresión más básica: la relación entre padres e hijos. Aunque el título habla de familias extrañas, quizás sería más apropiado el adjetivo “difícil” o “problemática”, con personajes que tienen que afrontar situaciones cuya resolución no pueden alcanzar.. El tono aparentemente ligero de las narrativas camufla una angustia existencial por cuestionar la realidad y, en consecuencia, la identidad, temas que el autor ya ha abordado en otras ocasiones.
Nuevas tecnologías
La introducción de las nuevas tecnologías también es muy de Gistaín, aunque en esta ocasión va desde el acercamiento a los avatares digitales del primero de los relatos al problema mucho más analógico de un teléfono fijo en el segundo, cuyo desarrollo le permite deslizar esta frase a la vez paradójica y esclarecedora: “¿Cómo puede ser que un número no exista?”
No falta tampoco el sentido del humor del barbastro que hace que los relatos entronquen con un costumbrismo satírico que pica pero no hace sangrar. como en una película española en blanco y negro, y lo que hace que en los rápidos diálogos que animan las tres historias puedas imaginar a Pepe Isbert y Julia Caba Alba dando voz y encarnando a esos padres que a veces miran a su extraña familia sin comprender del todo.
‘FAMILIAS RARAS’
Mariano Gistaín
Instituto de Estudios Altoaragoneses
57 páginas
