En un mes cumplirá 70 años, 60 de los cuales este cartagenero de nacimiento los ha pasado en Málaga. Además, cuenta, es ahora mismo el remero más veterano de todos los que surcan las aguas de Málaga en una barca de jábega.
«Empecé a subirme a la barca hace unos 21 años. Estuve unos años compitiendo en el CD La Espaílla, en El Palo, un año con el CD Rebalaje en La Cala y ya con el Club de Remo Pedregalejo hago remo de ocio», explica a La Opinión Felipe Foj, cofundador de la Asociación de Amigos de la Barca de Jábegaprofesor jubilado y responsable de la Vocalía de Patrimonio Marítimo del Ateneo, «la única vocalía de todos los Ateneos de España que tiene como objeto exclusivamente la mar», subraya.
Felipe Foj. / Archivo Felipe Foj
Como explica, «los propios compañeros de remo, cuando parábamos a descansar me preguntaban por cosas de la barca de jábega, como la serpiente (tallada) que siempre han llevado las barcas de jábega o el sombrero o caperol». Finalmente, han sido estos compañeros los que le animaron a escribir. ‘Barcas de jábega y remo. Información, historias, curiosidades…’que acaba de editar Algorfa.
La obra, que cuenta con un buen número de fotografías hechas por el propio Felipe Foj, incluida la portada, será presentada este martes 9 de abril a las 19 horas en el Ateneo de Málaga y acompañará al autor otro gran conocedor de la barca de jábega. :Pablo Portillo.
El autor hace hincapié en el título para destacar que la evolución de esta embarcación, inicialmente para la pesca de arrastre, ha supuesto su transformación, mucho más ligeras de peso, en barcas de remo, lo que ha permitido que sobrevivan.
«Cuando empecé a remar había 10 u 11 barcas de más de 1.100 kilos de peso. El deporte no era remar sino arrastrarlas a la playa», recuerda con una sonrisa.
Felipe Foj, autor de un libro sobre cerqueros, con sus compañeros de remo de Pedregalejo / Archivo Felipe Foj
El inventario
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El panorama ha cambiado mucho en estas dos décadas, por eso el libro incluye un inventario actualizado a enero de 2024 de las barcas pesadas -de más de 600 kilos- que quedan en la actualidad (15, dos de ellas en sendos museos de Barcelona y Virginia, EEUU), así como de las ligeras o de menos de 600 kilos: también 15.
Aparte, hay una barca de jábega, la Consuelo, botada en La Herradura, Granada, en 2022 de la que habla en el libro. En total, resume el investigador, hay 29 «operativas» en enero de este año.
Felipe Foj habla de Historia, de Antropología, de Deporte y de la propia ‘anatomía’ de la embarcación en entradas cortas que buscan divulgar los secretos y todo lo que rodea la barca de jábega con el propósito «de animar a las personas que tienen curiosidad por ella». Por otro lado, el libro se acompaña de decenas de códigos QR que enlazan con vídeos relativos a muchos de estos artículos.
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El experto aprovecha para abogar por que haya más «salidas de ocio» en barca de jábega, algo que amplía todavía más el abanico de personas que pueden practicar «un deporte saludable» pero sin competir. Por puro disfrute.
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