Un androide que experimenta el libre albedrío, la Gran Pirámide de Giza, una mirada inquieta a la condición humana… ¿Podrías explicar de qué trata “Kemet”, tu nueva novela?
Lo considero un thriller espiritual. A ver si me explico: la trama nos sitúa en una misión arqueológica que funciona como tapadera de las élites dominantes del planeta, obsesionadas con el control total y la distorsión de la condición humana. Un androide de última generación, que no ha sido presentado en sociedad, lidera la expedición al vientre de la Gran Pirámide. Allí sucederá algo inexplicable, una verdadera epifanía: un soplo cálido cambiará su naturaleza y se convertirá en un ser con libre albedrío.
¿Significa que este android ya no está sujeto a programación?
Exacto. A partir de la epifanía en la pirámide, comienza a actuar en su nombre y, por tanto, a tener dudas morales sobre su comportamiento. También se ve obligado a intentar comprender cuál es su verdadera identidad, su naturaleza intrínseca. Esto me ayuda a intentar explicar en qué consiste la condición humana.
Es decir, el androide… ¿quiere convertirse en persona?
El androide, Teseo es su nombre, quiere sentir. No se siente cómodo siendo sólo una réplica de un ser humano. Quiere emocionarse, no ser eficiente en el cálculo de probabilidades y logaritmos.
Y supongo que sus creadores no están de acuerdo con eso…
No demasiado. Allí comienza una aventura en la que el androide se verá rodeado y deberá comprender qué puede esconder la Gran Pirámide para convertirse en la pieza más buscada de una persecución en busca de una verdad enterrada, que debe salir a la luz. Al mismo tiempo, entiende que el control que implica el abuso de la inteligencia artificial es perjudicial para el hombre. Y se rebela.
Entonces, un androide que dice ser analógico.
Podría decirse así. Teseo quiere amar, experimentar el amor, pero su cableado interno se lo impide. Luchará para cambiar su destino. Quiere ser libre y falible. Se dejará guiar por su nueva mente inconsciente para revelar la verdad de los dioses antiguos.
En la portada de su libro ha puesto un sello que dice “IH”. ¿Qué significa?
Inteligencia humana. La novela está escrita sin recurrir a los supuestos atajos que proporciona chatgpt y utilidades similares. La literatura es una expresión artística a través de la cual el hombre expresa sus deseos, miedos, esperanzas e ilusiones. No veo oportuno darle todo eso a la máquina para que luego sepa más de nosotros que de nuestro propio entorno. Nos acercamos a una sociedad demasiado controlada y eso no es bueno.
Entiendo que usted espera que su libro funcione como un llamado a la espiritualidad en la era de la tecnología.
Así es como es. El hombre debe seguir siendo la medida de todas las cosas. Es algo que volví a recordar cuando presencié en persona la Gran Pirámide y me di cuenta de que es imposible que se trate de una tumba erigida en la Dinastía IV, como nos explicó el egiptólogo Manuel José Delgado.
Última pregunta: ¿por qué elegiste ese título? ¿Tiene algún significado la palabra “Kemet”?
Kemet es el nombre que utilizaban los antiguos egipcios para identificar a su propio país. Llegó a significar algo así como tierra roja; Posteriormente, esta misma palabra derivó en la alquimia, algo que siempre hemos considerado como una especie de quimera o truco de magia para convertir el hierro en oro. Sin embargo, lo que querían los egipcios era transmutarse para poder alcanzar su verdadera naturaleza divina.
