Los camiones con envíos humanitarios en mayo representaron la mitad de los de abril, mientras que sólo una fracción de las rutas terrestres permanecen abiertas para la llegada de suministros.
Según Unicef, casi tres mil niños desnutridos corren el riesgo de morir ante los ojos de sus familias en Gaza. (Foto: PL)
La ofensiva israelí en Gaza y los obstáculos a la entrada de ayuda humanitaria catapultan a los niños a una crisis nutricional, advirtió este lunes James Elder, portavoz del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Respecto a su tercera visita al enclave desde el 7 de octubre, el experto prevé un impacto aún mayor de las hostilidades sobre los menores atrapados.
“Mientras intentamos entregar ayuda y mientras los niños intentan estar a salvo, los bombardeos continúan”, afirmó en declaraciones a la prensa.
Según el portavoz, los camiones con envíos humanitarios en mayo representaron la mitad de los de abril, mientras que sólo una fracción de las rutas terrestres permanecen abiertas para la llegada de suministros.
Los cruces terrestres, añadió Elder, son la forma más eficiente y rentable de obtener ayuda.
Según Unicef, casi tres mil niños desnutridos corren el riesgo de morir ante los ojos de sus familias en Gaza, mientras aumenta el riesgo de normalizar la situación de los menores hacinados con sus familias en campos después de haber sido desplazados en numerosas ocasiones.
El portavoz aseguró que la destrucción de instalaciones sanitarias, incluidos centros especializados esenciales para prevenir la desnutrición, ha obstaculizado gravemente los esfuerzos para abordar el hambre severa entre los niños en un contexto de constantes bombardeos y ataques.
No hay nada normal en la constante vida que viven estos niños aquí, y no hay nada normal en las últimas noches de bombardeos implacables, afirmó.
Los niños y sus familias realmente se están recuperando física y psicológicamente.
El portavoz de Unicef destacó la urgente necesidad de un alto el fuego para hacer frente a la crisis humanitaria, devolver a los rehenes a casa y permitir la entrega de ayuda, educación y atención médica.
