Las agencias de Estados Unidos y su estrategia desestabilizadora
por Raúl Antonio Capote
Los gestores del caos, como parte fundamental de la guerra no convencional que lleva adelante el Gobierno estadounidense, con el objetivo de preservar la hegemonía imperialista, utilizan a las llamadas Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como punta de lanza de su estrategia desestabilizadora.
Una de las más destacadas, por sus acciones subversivas, ha sido la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la más activa promotora de cambios de régimen contra gobiernos de orientación progresista en América Latina.
Esta organización ha creado una red profunda en nuestro continente que recluta cuadros, crea líderes y penetra en la sociedad civil; un verdadero ejército intervencionista de “expertos”, “consultores” y “asesores”.
No menos “destacado” ha sido el papel desempeñado por el National Endowment Democracy (ned). Según el blogger y escritor estadounidense Max Blumenthal, “el ned es un agente líder del poder blando de Estados Unidos, que se ha entrometido en los asuntos de otros países desde su fundación en el apogeo de la Guerra Fría”.
Creada en 1982 por Ronald Reagan, bajo los auspicios de la CIA y el MI6, si alguna frase la define es la que dijo Allen Weinstein, uno de sus fundadores, en 1991: «Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho, encubiertamente, hace. 25 años para la CIA.
Su cuantioso presupuesto proviene, fundamentalmente, del Congreso de Estados Unidos, que le otorga millones cada dos años, como parte del presupuesto del Departamento de Estado.
El dinero se distribuye entre el Instituto Republicano Internacional (IRI), el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales (NDI), el Centro Americano para la Solidaridad Laboral Internacional de la Federación Estadounidense de Sindicatos-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) y el Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE), de la Cámara de Comercio.
Sólo en sus primeros diez años de creación, la ned distribuyó más de 200 millones de dólares en 1.500 proyectos para apoyar a los llamados “amigos de América”.
Mientras que el Instituto Republicano Internacional (IRI), nacido en 1983, también de la mano de Ronald Reagan y un grupo de ideólogos fundamentalistas del Partido Republicano, considerado el arma secreta de la derecha más protectora de Estados Unidos, tiene una gran estructura que Incluye más de 500 empleados distribuidos por áreas geográficas, y con oficinas en varios países, en función de sus prioridades y posibilidades.
Los cruzados de la derecha yanqui, agrupados en el IRI, comenzaron su trabajo contra Cuba en los años noventa. Su primer programa data de 1993, y tenía como objetivo estimular el llamado proceso de transición en nuestro país, con el objetivo final de derrocar a la Revolución.
Su programa hacia Cuba concibe entrenamiento, distribución de materiales, dinero, medios y equipos técnicos entre activistas y elementos contrarrevolucionarios, utilizando procedimientos y métodos clandestinos, con el objetivo de ocultar sus propósitos desestabilizadores.
QUIEN PONE EL DINERO, MANDA
Durante la administración del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021), junto con más de 200 medidas y sanciones, se incrementaron las acciones subversivas contra Cuba.
Basta echar un vistazo al sitio web de la ned para darse cuenta de la enorme cantidad de dólares que recibieron y reciben las organizaciones, instituciones y medios contrarrevolucionarios.
Por esa época comenzaron a incrementarse en el país las plataformas digitales administradas por personas vinculadas a cursos y becas internacionales, planes de intercambio académico y otras variantes financiadas por empresas y medios privados.
El 26 de mayo de 2016, Open Society Foundations acogió el Laboratorio de Ideas Cuba Posible en su sede de Nueva York. El evento de Nueva York, financiado por la Fundación Ford y Open Society, versó sobre “los desafíos actuales de Cuba”; la misma Sociedad Abierta de George Soros, el millonario de las revoluciones de color y los golpes suaves.
Millones de dólares se destinan a las diferentes estructuras creadas dentro y fuera de la Isla, organizaciones y proyectos como: Diario de Cuba, Cibercuba, Personas Necesitadas (PIN), Artículo 19 y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), entre otros. reciben año tras año dinero del Gobierno estadounidense para trabajos de subversión interna en la Isla.
Muchos de estos fondos, procedentes esencialmente de la USAID o de la ned, tienen su origen en la CIA, y llegan a la USAID a través de intermediarios privados como la Smith Richardson Foundation, la John M. Olin Foundation o la Lynde and Harry Bradley Foundation.
Otra de las organizaciones financiadas con estos fondos es el proyecto El Toque, conocido en Cuba no sólo por sus campañas de desinformación y manipulación de la realidad, sino, sobre todo, por el “trabajo dedicado” que realiza para influir en los tipos de cambio. favoreciendo la depreciación de la moneda nacional frente al USD, y contribuyendo a la inflación en las Antillas Mayores.
Como señaló recientemente el sitio Razones de Cuba, “el diseño organizacional utilizado por El Toque cuenta no sólo con el apoyo monetario del ned, sino también de la Agencia Global Media Usagm, quien le otorgó 150 mil dólares, a través de la empresa Media Plus Experience inc, una esquema creado para lavar los fondos de dichas instituciones y enviar dinero a sus colaboradores secretos en la Isla.
Cometen así un doble delito. Por un lado, violan las leyes cubanas al servir a una potencia extranjera contra su patria y, por otro, pueden incluso ser perseguidos en España, por evasión fiscal y blanqueo de capitales, en compañía de otro proyecto anticubano, Cuba. Siglo XXI, y el pez más grande, el ned.
Debemos tener claro que quienes integran estas plataformas y otros proyectos anticubanos no son luchadores por la “libertad”, ni seres iluminados movidos por ideas sublimes; Detrás de ellos hay miles de laboratorios, centros de estudio, think tanks pagados por el gobierno estadounidense. para lograr un cambio político que los favorezca en Cuba.
Son, aunque insistan en negarlo, simples empleados de los yanquis que prosperan a costa del sufrimiento de sus compatriotas en la Isla. Su deseo es el dinero, son simples ejecutores de una política condenada al fracaso, nada más. (Tomado del diario Granma)
