El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, informó que la ofensiva rusa en Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, comenzó a perder impulso pocas semanas después de que las fuerzas rusas traspasaran las líneas del frente ucranianas. “Esta actividad continúa, pero se ha ralentizado un poco”, dijo Austin en una reciente conferencia de prensa posterior al Diálogo Shangri-La, citado por Defense News.
Los funcionarios de defensa occidentales habían anticipado este ataque durante semanas antes de su inicio el 10 de mayo, cuando Rusia hizo “avances tácticamente significativos”, según el Instituto para el Estudio de la Guerra. En los combates que siguieron, Moscú rompió las defensas ucranianas en las afueras de Járkov.
Sin embargo, Austin explicó que desde entonces la pérdida de impulso en la ofensiva rusa se debe a dos motivos principales. En primer lugar, las fuerzas rusas se enfrentan a líneas defensivas ucranianas más robustas, que Kiev reforzó rápidamente en previsión del ataque. En segundo lugar, un reciente cambio de política por parte de la administración estadounidense permite ahora a Ucrania utilizar armas proporcionadas por Estados Unidos para atacar posiciones rusas más allá de la frontera, lo que contrarrestó la estrategia rusa de estacionar sus fuerzas fuera del alcance de Ucrania.
Este cambio en la política estadounidense permitió a Ucrania atacar posiciones rusas que se preparaban para cruzar la frontera y utilizar equipo estadounidense para hacerlo. Sin embargo, las restricciones persisten y Ucrania sólo puede disparar a través de la frontera alrededor de Kharkiv, sin utilizar armas de largo alcance para atacar dentro de Rusia.
Zelensky pide más ayuda
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, también presente en la conferencia, expresó que aunque saluda el cambio de política, no es suficiente. Señaló que Rusia todavía dispone de numerosos aeródromos desde los que puede lanzar ataques seguros contra Ucrania, utilizando bombas planeadoras modificadas para mayor precisión y difíciles de interceptar. Estos ataques siguen representando una amenaza importante para ciudades como Kharkiv.
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